Cameron Dallas Imagines

29- Celos III

Siendo el tercer día acompañando a los chicos en MagCon, todos fueron a distraerse un rato y decidieron ir a almorzar a un local de comida rapida. 

En el auto, Nash, Matt, Carter y los Jacks grababan vines para sus cuentas, riendo, cantando y hasta golpeandose con los telefonos, haciendo el iconico "Smack Cam".

Sentada junto a Cam, él te pasó un brazo sobre tu hombro, acercandote a su pecho. A tu lado estaba Nash, quién comenzó a picarte el abdomen con pequeños pellizcos, los cuales te hacían reír. Sólo Cameron sabía muy bien que odiabas eso, pero seguiste el juego de Nash y le devolvías algunos piques, comenzando una pequeña batalla.

Cameron sacó el brazo de detrás tuyo y se removió incomodo en su asiento, pero no le diste importancia. Si no se corría, iba a terminar golpeado por alguno de los dos.

—¡Tregua! ¡Espera, espera! ¡Tregua!—exclamó Nash, sosteniendo tus muñecas y deteniendote. Aceptaste y estrechaste manos con él. Ahora era él quién "disimuladamente" extendió su brazo por sobre el respaldo del asiento. Son como esas movidas que hacen en los cines. 

Llegaron al lugar rapidamente. Varios habían votado por caminar, pero seguridad dijo que no, por las fans y demás. Hubieses preferido el auto de cualquier forma.

Comenzaron a bajar uno por uno, algunos empujandose entre risas. Matt pasó delante tuyo y bajó. Se paró al lado de la puerta y extendió su mano, ofreciendote ayuda para bajar. Tomaste su mano, sonriente y bajaste.

—Gracias—dijiste.

—Cuando quieras—dijo guiñandote. 

—¿Entramos?—dijo Cam mirando a Matt y luego a ti, sonriendo forzadamente. Tomó tu mano y tiró de ella, entrando al lugar de comida rapida—Yo pido por ti—dijo él sonriendote.

—Buscaré una mesa arriba—dijiste besando su mejilla.

Subiste junto a Nash, Shawn, Aaron, Jc y los Jacks. 

—Apurate mujer—bromeó Shawn detrás tuyo, empujandote levemente. Pasó su mano por tu cintura y subió rapidamente, sobrepasandote. Fueron al fondo y juntaron un par de mesas, para que no quedase ninguno afuera. 

—Damas primero—dijo Jc, cediendote el paso. Te sentaste en el medio de las mesas y esperaste a los demás tranquilamente. Jack y Jack entraron al pelotero del lugar, seguidos de Matt y Carter. Pronto, comenzaron una guerra con las pelotas plasticas del pelotero. Los miraste pelear y viste que algunos grababan la pelea en sus telefonos, probablemente para sus cuentas de Youtube o para Vines. Estallidos de risas resonaron por el lugar y viste a Carter masajeandose su mejilla con una mueca de dolor. 

Nash rodeó la mesa y se sentó a tu lado, golpeteando la mesa y viendo jugar a los chicos.

—Casos especiales, ¿no crees?—dijo mirandote. Devolviste la mirada hacia sus ojos celestes y brillantes.

—Como si tu no fueras uno de ellos—bromeaste. 

Al rato, Cameron, Taylor y Aaron llegaron con un par de bandejas.

—Matt, Jack, no tu no, Johnson—dijo Cameron con dos bandejas, una en cada mano—Vayan a buscar el resto—dijo sonriendo. Al volver la vista hacia ti, su sonrisa desapareció y viste como su mandibula se tensaba levemente. Alzaste las cejas extrañada y carraspeaste la garganta. Posó tu bandeja con comida delante tuyo y se sentó a tu otro lado, quedando entre Cam y Nash nuvamente. 

—Ey...—dijo mirandote con tu hamburguesa en mano y lista para ser recibida por tu estomago con los brazos abiertos. Lo miraste y se señalaba su mejilla, en reclamo de un beso. Te acercaste a besar su mejilla, pero él giró su rostro, haciendo que sus labios se pegaran a los tuyos por sorpresa.

Sonreíste al terminar el beso y comenzaste a comer. En la mitad del almuerzo, una papa frita salió volando, aterrizando sobre tu cara, en tu nariz, precisamente. Carcajadas estallaron en la mesa. Frunciste tu nariz y tomaste la papa.

—¿Quién fue?—preguntaste. Varios dedos apuntaron rapidamente hacia Shawn, quién te sonreía divertido del otro lado de la mesa. Le devolviste la papa, aterrizando sobre su rizado cabello y haciendo reír a los chicos. 

—Toma...—dijo Cam, pero una voz lo opacó.

—Toma—dijo Nash tendiendote una servilleta. La tomaste y limpiaste tu nariz manchada de ketchup—Te faltó...—Nash tomó la servilleta y limpió sobre tu labio con ella. Sonreíste timidamente y volviste la vista a Cam. Él también sostenía una servillleta, lista para dartela. Resopló y la tiró a un lado de la mesa, hecha un bollo.

(...)

Golpeaste el brazo de Nash riendo.

—¡Oye!—exclamó él riendo. Estaba recostado contra el respaldo de la silla y tenía su brazo apoyado a lo largo del respaldo de tu silla. Reíste y viste de reojo a Cameron, quién charlaba con Aaron, dandote un poco la espalda. Ha estado serio la mayoría del tiempo y más callado de lo normal.

—Debo ir al baño—dijiste levantandote de tu lugar. Los chicos te dejaron pasar alrededor de la mesa.

Al salir del baño luego de unos minutos, chocaste con Cam, quién aparentemente te esperaba al lado de la puerta.

—¿Pasa algo?—dijiste al verlo serio. Desvió la mirada y se relamió los labios.

—Volveré al hotel—dijo serio—Tu si quieres quedate...

—Cam, ¿que pasa?—su tono era más serio de lo normal. 

—Nada—dijo secamente y se alejó. Te adelantaste y lo detuviste teniendolo del brazo.

—Cam...

—No quisiera estorbar entre ti y Nash...

—¿Qué?—preguntaste incredula. Te cruzaste de brazos y frunciste el ceño—¿De que estás hablando?

—Han estado bastante juntos todo el día...—dijo alzando un poco el tono de voz y mirandote molesto—Y si no es él...—miró al piso—es Shawn, o Matt, o Carter o...

—Cameron—musitaste. Te acercaste a él y tomaste su mano—¿Quién es mi novio?

—Yo—murmuró aun cabisbajo.

—Exacto—apoyaste tu otra mano sobre su hombro. Cameron te devolvió la mirada y continuaste—Tu eres mi novio. Tu nada más. Ya los conoces a los chicos. Yo también y no soy estupida.

—Nunca dije que lo eras—aclaró él.

—Lo sé—atajaste—Perdoname, ¿sí? Si algo que hicieron o que yo misma hice te molestó, lo lamento y mucho.

Pasó un brazo alrededor de tu cadera y te acercó a él.

—¿Sabes que te amo, no?—preguntaste sonriendole. Él también sonrió y plantó un pequeño pero dulce beso en tus labios. Pegó su frente a la tuya y suspiró.

—¿Sabes que yo te amo más?—musitó él, con sus labios rozando los tuyos.

—Ya—lo abrazaste—te estás volviendo cursi.

Cameron rió y te devolvió el abrazo.

—¿Quieres un helado?—preguntó en tu oído.

—Por supuesto.