58. Manejando

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—Arjh, odio esa canción—me incliné y cambié la odiosa canción de Meghan Trainor por una de mi agrado.
—¿Qué? Esa canción es genial—dijo Cameron mirandome divertido por un momento. 

—Ojos en la carretera—dije bajando un poco el volumen del estereo—Y no me gusta la canción. Ni la artista—. Noté que Cameron me estaba mirando, por lo que le devolví la mirada—¡Cameron!

—¿Qué?—dijo riendo.

—¿Puedes mirar al frente?—dije señalando la ruta a palma abierta. Cameron lanzó una carcajada y volvió la vista al volante.

—Tengo todo bajo control—dijo él.

—Sí, sí. No presumas tus habilidades de manejo—dije. Bajé un poco la ventana, dejando entrar la brisa fresca que agolpaba la ruta. 

—Por lo menos yo sé manejar—dijo Cameron. 

—¡Oye!—exclamé con una sonrisa. Lo golpeé en el brazo mientras reía, haciendo que exclamé 'perdón' casi inmediatamente—Nunca tuve la oportunidad de aprender.

De repente, Cameron frenó. No de golpe. Sino que fue desacelerando hasta que el auto se detuvo.

—¿Que haces?

—Dandote la oportunidad de aprender—dijo él con una sonrisa—Toma mi lugar.

—¿Qué? ¿Y si choco?—pregunté algo nerviosa. Negué con la cabeza—No.

Cameron rió nuevamente.—¿Que puedes chocar aquí?—señaló a la ventana—Es una ruta en linea recta y no hay nada más que metros de cesped a nuestro alrededor. No hay oportunidad de que chocas algo. O hay que tener mucha mala suerte y que justo se cruce un venado o algo por el estilo.

—Ya, Cameron. Sigue manejando.

—No hasta que tu lo hagas—contradijo. Suspiré y le negué con la cabeza, mirandolo. Apretó los labios y palmeó sus piernas—Vén.

Luego de unos momentos suspiré y accedí—Ya que...—dije. Maniobré y con cuidado de no golpear a Cameron ni nada del auto, me senté en el hueco de sus piernas, tomando el volante.

—Bien, este pedal—apretó el derecho levemente—es para acelerar.

—Sí, el del medio es para frenar y el de la izquierda es el embrague. 

—¡Exacto! Intentalo—dijo él. Tomó mis manos y las colocó a ambos lados del volante—Miralo como si fuese un reloj. Las manos, siempre a las diez y a las doce. O a las diez y a la una, ¿bien?

—Sí, ¿pero que con los cambios?—pregunté mirando la palanca de cambios.

—Un paso a la vez, nena—dijo él. Recogió mi pelo y lo hizo a un lado, echandomelo sobre un hombro. Sentí su mentón sobre mi hombro y susurró—Avanza. Yo me ocupo de los cambios.

El auto avanzó lentamente, dandome un poco de nervios. 

—Sin miedo—dijo él.

Aceleré un poco más y luego de unos segundos, Cameron cambió a segunda. 

—¡Cuidado!—exclamó él.

—¡¿Qué?!—exclamé e inconcientemente, viré el volante, haciendo que el auto bruscamente girara. Pisé el freno a fondo y el auto se detuvo. Cameron comenzó a reir a carcajadas y me abrazó desde atrás.

—Una mosca...—dijo entre risas—Lo siento, no pude evitarlo. Perdona no...—rió nuevamente—No lo volveré a hacer. Lo juro.

—¡Cameron!—exclamé. Apoyé mi frente contra el volante y suspiré—Casi se me sale el corazón del susto.

Volví a mi asiento y Cameron retomó el volante.

—Mejor nos apuramos si queremos llegar temprano—tomó la marcha nuevamente y me felicitó por haber manejado por primera vez—¿Tienes hambre?


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Okey ._. A mi me gustó este idk.

Perdón no haber actualizado! No tenía inspiración alguna. I mean like NONE D: 

Gracias a lourdes por la idea!



Cameron Dallas ImaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora