Prologo

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Corre, escapa, vete y no pares eran los únicos pensamientos que rondaban por mi mente. Las luces de la calle estaban prendidas, la luna y las estrellas corrían junto conmigo.

No mires hacia atrás, no pares. Mi mente solo daba órdenes y como podía las seguía. La única que no pude seguir fue "no mires hacia atrás"

Cuando voltee en el medio de la calle medio iluminado por una de las luces de la calle estaba ese hombre. El hombre de quien escapaba en la vida real y en sueños.

-Te encontrare pequeña, nos volveremos a encontrar- Gritaba y sacudía un brazo. No podía ver bien lo que era pero cuando sonó lo deduje. Una arma.

Volví a correr, no sabía hacia donde me dirigía pero sabía que cualquier lugar sería mejor que vivir a su lado.


Drama en el Reformatorio (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora