Historietas/1-La Republica

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Los tiempos de paz permanecían en el reino, sin embargo, la avaricia y el ansia por conseguir la corona estaba presente en algunos príncipes.

Iván, el príncipe del Norte quería ser rey, pero su madre no quería dejar de serlo, así que hubo disputas y amenazas. La amenaza más común era la de retirar la herencia de la familia. Iván no era el único que quería ser rey del Norte, pues su hermana Meijia también quería serlo, aunque para ello debía matar a su madre y a su hermano. El Norte estaba destrozado por la avaricia de la familia real.

Mientras tanto, en el territorio del Sur, Lidia era consciente de que jamás llegaría a ser reina del Sur, y aunque no le importase serlo, ella no defendía una monarquía. Si la princesa no quiere monarquía, por qué iba a quererla el pueblo. Ésto supuso un grave problema en el reino, Lidia estaba a favor de una república, y si su propuesta llegaba a la gente de todo el reino, todo dejaría de ser como era.

La situación era mucho más tranquila en el Territorio del Medio, Ainara de momento no aspiraba a ser reina, seguía aprendiendo de su madre y buscando un príncipe con el que convertirse en reina. La monarquía era respetada por todos, al menos antes de que Lidia difundiese su propuesta.

Los problemas empezaron en Lagobrown, una aldea del Sur. Lidia había visitado dicha aldea, con el fin de que la república naciese. Al ser la única en ofrecer dicho método de gobierno ella ejercería como presidenta de la república, al mando de todo el reino, de los tres territorios juntos, y al mando de la Isla Paraíso. Las noticias no eran suficientes como para que llegasen a oídos de los antiguos reyes, mama y papa pato, pero si lo eran para que Alba, Guiomar y Gemma se enterasen de tal conspiración.

Alba y Lidia discutían a todas horas, una república jamás podría superar a la monarquía. Lidia siguió con sus ideales, abandonando a su familia. La aldea de Lagobrown había empezado a causar revueltas contra la guardia.

Los poblados de alrededor de Lagobrown se aliaron por la causa y cada vez eran más sureños los que desean una república. Pasaron semanas y nacieron revueltas por los tres territorios, en el Sur, la capital ya se veía amenazada por los asaltantes, en el Norte, la presión era demasiada, y en el Territorio del Medio, no se podía dar dos pasos fuera de la capital sin oír "Viva la república".

Si Alba no hubiese intervenido para solucionar el problema, a partir de ese momento el reino sería una república. La magia de la reina del Sur convirtió esta historieta en un relato que jamás ocurrió. Alba, al manejar el tiempo, pudo viajar al pasado y evitar que nada de esto sucediese.

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