Historias Patunas

Historietas/4-La Nueva Helada

Festejos maravillosos se habían celebrado por el Territorio del Medio y por el Territorio del Sur, pero en el Norte apenas habían comenzado las memorables fiestas presenciadas por la realeza. Había pasado solamente una semana de la fiesta inaugural de las fiestas del Norte, la famosa ceremonia de la duodécima luna llena, que simbolizaba la última luna llena del año. Pero el festejo más famoso y al que más gente acudía era La Nueva Helada. Este festival era celebrado durante dos días enteros, el último día del año que se quedaba atrás y el primer día del año que comenzaba.

Gemma, como reina del Norte ya tenía previsto todos los preparativos y solo faltaba recibir a su pueblo paseando por las calles por medio de un desfile típico en el que todos aplaudían y saludaban a su paso. Las calles se colapsaban debido a todos los habitantes que querían saludar a su reina y ver a los príncipes.

Gemma, a lomos de un caballo blanco como la nieve, encabezaba es desfile de la familia real. Llevaba puesto un precioso vestido azul cielo y una enorme capa azul oscuro que colgaba del caballo sin llegar a tocar el suelo. Sin embargo no llevaba su corona real porque como era tradición en el Territorio del Norte la reina debía volver a ser coronada el primer día del año y así volver a congelar el Territorio del Norte hasta el próximo año. A Gemma le seguían varios soldados a caballo, ninguno de ellos blanco, y detrás de ellos desfilaba el príncipe Iván, que llevaba su corona de príncipe y, como su madre, iba a lomos de un caballo blanco. Iván también llevaba una capa pero además de ser más corta era blanca, como su traje. Detrás de él había más soldados a caballo, y seguida de éstos, llegaba la princesa Meijia. Meijia llevaba un vestido blanco, elegante y sutil, y como su madre y su hermano, también iba a lomos de un corcel blanco. A continuación le seguían más soldados a caballo. Por último cerraban el desfile el resto de la familia patuna, Guiomar, sobre un ciervo, Ainara sobre un caballo marrón, Alba, sobre un caballo negro, y Lidia sobre un caballo del color de la arena. Todos los miembros de la familia real presentes en el desfile iban acompañados de sus patos correspondientes. Incluso los antiguos reyes acudieron al desfile en un carruaje tirado por dos caballos pintos.

El desfile inaugural estaba a punto de acabar y mientras Gemma saludaba una lanza fue arrojada al lado de su caballo. En ella había enroscada una serpiente que asustó al caballo de la reina y ésta cayó al suelo. Antes de que los soldados pudiesen acercarse la serpiente envenenó a la reina a través de un mordisco. La serpiente acabó congelada por la magia de la reina pero ella había sido envenenada. El desfile se canceló y los hijos de Gemma llevaron a su madre al palacio real, donde Meijia utilizó su poder para curarle.

El poder del espejismo ocultó los daños más superficiales de Gemma pero parte del veneno aun le hacía sufrir mareos, cansancio, y temblores. Gemma estaba débil, y descansaba en su dormitorio reunida con sus hijos. Fue en ese momento cuando le hizo prometer a su hijo que asumiese el poder del Territorio del Norte. A Iván ya no le importaba ser rey si su madre moría así que decidió ir en busca de una cura. Meijia se quedó intentando frenar los efectos del veneno. Cuando Gemma ya apenas podía sentir la pierna le pidió a su hija que se la amputase. Meijia se convenció a si misma de que esa era la única cura y que Iván no iba a llegar a tiempo así que cristalizó la pierna de su madre y la rompió. Gemma empezó a recuperarse pero aun así le faltaba una pierna.

Mientras todo esto pasaba Iván había ido en busca de la flor imperecedera que se mantenía viva durante todo el año a pesar de las grandes heladas del Norte. Tras una larga búsqueda Iván la encontró bajo unas rocas en la cima helada situada más al norte. Al llegar con ella al Palacio Real Gemma ya no tenía pierna y se sostenía en pie con una pierna de hielo fabricada por ella. Parecía que su viaje no había servido para nada pero Iván recordó que esa flor también podía ser utilizada para que Gemma volviese a ser como era, solo hacía falta arena mágica, fuego puro, agua cristalina, la vida de un animal, y viento huracanado. Para reunir todos estos ingredientes cada miembro de la familia real aportó lo que pudo, Lidia creó arena, Alba creó fuego, Ainara y Meijia consiguieron el agua cristalina, Iván creó el viento huracanado, y Guiomar creó un animal al que luego quitó la vida. Todo esto se convirtió en un líquido negro que juntándolo con la flor se transformó en un jugo blanco, tan puro y brillante que al arrojarlo sobre la pierna de Gemma resplandeció cegando a todos los presentes. Lo que se vio después fue a Gemma totalmente recuperada.

Fue entonces cuando Gemma, llena de poder y de ansia de venganza hizo que le trajeran a la serpiente congelada y la lanza que le habían arrojado. Una vez se lo llevaron descongeló a la serpiente y Meijia utilizó su poder de los reflejos para que en los ojos de la serpiente apareciesen todas las imágenes que había visto. Así fue como se descubrió al culpable, el cual fue arrestado y condenado a ser una estatua de hielo hasta nueva orden.

Después de ese alborotado día el año había concluido y las fiestas siguieron por la noche. Llegó el primer día del año y todos los habitantes se reunieron en la gran plaza de la capital y la familia real observaba los bailes tradicionales. La fiesta estaba concluyendo y la coronación de la reina aun faltaba por hacerse. Gemma se colocó en el medio de la plaza, cogió la corona del Territorio del Norte, la alzó lo más alto posible y se coronó. Todos aplaudieron con fuerza y Gemma finalizó el festejo con La Nueva Helada, tocando el suelo con la palma de su mano se empezó a congelar toda la plaza, después el palacio, las casas, el rio, la gran llanura, el resto de ciudades, montañas...todo el reino se vio cubierto de copos de nieve que caían del cielo. Y así fue como un nuevo año, comenzó en el Territorio del Norte.