Cuatro Reglas. Cap 22

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5 AÑOS DESPUES

Tengo cuatro reglas.

Regla numero 1: No te enamores de un luchador.

Regla numero 2: El amor es debilidad.

Regla numero 3: Llorar es debilidad.

Regla numero 4: No mires hacia el pasado.

Cuatro reglas que no rompo desde hace 5 años.

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―Que son esos golpes Sam, creo que estas perdiendo facultades a tus 22 años. ―Mason dice mientras logra parar uno de mis puños―. Mi abuela pelea mejor.

―Cierra la boca Mase. ―le digo mientras espero que se desconcentre para conectar con su estomago―. Puedo patear tu culo cuando quiera.

―¿Entonces por que parece que tu culo te pesara y por eso no te puedes mover? ―el se rie empezando a dar saltos por todo el ring haciendo la del tonto.

―Mi culo no me pesa. ―le devuelvo lo que dice―. Lo que me fastidia es que has estado esquivando todo lo que mando. ―coloco mis puños en mi cara para cuidarme si me lanza un puño―. Te reto a que vengas aquí y me ataques directamente.

―Como quieras. ―Mason se acerca a donde también levantando sus puños. Lanza un golpe a mi rostro y yo lo esquivo, el sabe que eso no podrá conmigo.

―Estoy un poco decepcionada Mase. ―digo con sorna―. Eres demasiado predecible. ―Mason baja la guardia. Momento perfecto. Levantó mi pierna derecha para impactarlo en su rostro. Flaqueo porque mi celular empieza a sonar pero ya la patada va para Masón, el logra taparse la mejilla pero a la velocidad que va mi patada lo mando para el extremo del cuadrilátero―. Mierda. El celular me desconcentró.

Mason se endereza como puede quitando su mano de su rostro, luciendo desconcertado. ―Santa mierda, Sam. ―dice. Sacude las manos―. No entiendo de donde sale esa jodida fuerza en tu pierna. ―estira sus brazos por encima de su cabeza―. No me imagino el impacto si tu teléfono no hubiese soñado. En mi mano definitivamente hay un hueco.

Yo sonrió. ―No te metas con mi patada.

―Ya me di cuenta. ―me da varias palmadas en el hombro―. Tu nivel está por encima del promedio.

―Me concentre en canalizar toda la fuerza en las piernas. ―digo―. Sabes que no tengo el cuerpo masculino de una luchadora y gracias a eso no me toman demasiado en serio las otras luchadoras.

Los dos nos bajamos del ring y Mason pasa su brazo por mis hombros. ―Es por eso pequeña que todas quedan impactadas cuando se dan cuenta que perdieron. ―sonríe. Refiriéndose a mis peleas anteriores.

Mi teléfono vuelve a sonar. El nombre de mi manager aparece en la pantalla. ―¿Que sucede Steve? Ni mi mama llama tanto como tú. Pareces una vieja.

―Buenas días para ti también, Samantha. ―me responde del otro lado―. Necesitamos que vengas ya a la dirección que te voy a mandar por mensaje. La revista Cosmopolitan quiere que seas la nueva imagen de la revista.

―Esta es la tercera vez Steve, ya te dije que eso influye en cómo me veo en la UFC. ―le digo molesta―. Me veo como un intento de princesa.

Mason me quita el teléfono. ―Ella estará allá. ―lo veo colgar.

Miro a Mason. ―Mase, pero tú exactamente ¿de que vas?  ―le pregunto―. No quería hacerlo.

―Sam... Sé que no te gusta posar como si fueras una jodida princesa. ―dice para aliviar las cosas―. Pero tienes año y medio con un comienzo exitoso en la parte de deporte y también de farándula. También se que no te gusta que tus competidoras te vean como débil, pero eres hermosa y eres súper caliente, no puedes evitar que las propuestas lleguen a ti.

Un peleador roto (TERMINADA) #1 / TEMPEST #2 (SIN TERMINAR)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora