Un peleador roto (TERMINADA) #1 / TEMPEST #2 (SIN TERMINAR)

Capitulo 34 ¿Por que?

 
—¿Me quieres? —otra pregunta.

—Estaas pesado... Espero no esstes hacienndome estas preguntas para burlarrtee, tooonto.

—¿Lo haces o no? —insiste.

Yo asiento. —¿Quieres estar conmigo? —insiste con otra pregunta.

Vuelvo a asentir. —Y tuu...—comienzo a hablar.

Me besa antes de que pueda terminar. —Mi lugar siempre será junto a ti.

Cuando se despega de mi abro los brazos como una pequeña. —Cárgame. —le digo—. Quiero dormir.

West sonríe . Me sube como si fuera una pluma a sus brazos.  —Entonces ¿se te paso todo? —pregunta dudoso—. Debo agradecerle al alcohol porque estoy seguro que sobria te hubieses marchado y no me hablas más.

Paso mis manos por su cuello. —No sé deeee qué hablassss. —me hice la inocente.

—Ya. —entramos a su cuarto dejándome tendida en la cama.

—¿Puedes quitarmee la ropa? —hice un puchero retorciéndome—. No tengo fuerzas para hacerlo.

West entrecierra los ojos. Se acerca y empieza a desabrochar mi pantalón, levanto las manos para que me saque la camisa y termina por quitar el pantalón. —¿Intentas provocarme? —pregunta.

Finjo no saber nada. —¿Por qué?

—Porque está funcionando.

Comienzo a reírme y me levanto de la cama para sacar de los cajones enormes que tiene West una camisa manga corta de algodón. —Te importa? —le cuestiono deslizándola por mi cuerpo, quitando mis sostenes—. Ya que, la tennngo puesta.

West parece disfrutar la escena. —Jodidamente maravilloso.

Camino hasta la cama pero me voy hacia un lado y como si fuese predecible ya estoy en los brazos de West. —Esto esss demasiado cliché. —digo—. Siempre estas sosteniéndome.

Me sonríe con picardía. —Siempre caes a mis brazos. —pongo los ojos en blanco. Cuando me estabilizo meto mis manos en el cabello de West y lo observo bien—. ¿Por que me miras asi?

—Me gustas. —digo simplemente.

El parece sorprendido por mi respuesta y cuando voy a preguntarle pone sus labios en los míos. Me recuesta otra vez y encima de el sigo besándolo.

Me detengo. —¿Qué pasa? —pregunta.

—Creooo que estoy escuchando a Lisa gritar. —le digo.

—Así te escuchas tú, tranquila. —se burla de mí. Empiezo a pellizcarlo por todas partes y a hacerle cosquillas—. ¿Muy dolorosa la verdad? —me pregunta entre risas.

Me termino de acomodar encima de el. —Y cómo te gusta escucharme.

—¿Solo encantarme? —pregunta como si fuese obvio—. Eso cuenta como uno de los mejores placeres de la vida.

Me recojo el cabello en una coleta y me acerco a su rostro besándolo suavemente. Meto mis manos dentro de su camisa y acaricio su abdomen, West se levanta echando su cuerpo hacia adelante aun teniéndome a horcajadas sobre él, se quita la camisa y vuelve a besarme. Se despega un poco y comienza a besar un lado de mi cuello, cierro los ojos y suspiro. No me canso de esto, y la lentitud con lo que hace cada movimiento es demasiado.  Envuelvo mis brazos en su cuello y lo beso, el pasa sus manos por cada lado de mi cintura y lanza mi camisa al otro lado.

Recuesto mis senos en su pecho, el respira pesadamente comenzando a perder la gentileza. —Mierda. —gruñe—. Eso se siente muy bien.

Le sonrío. —Bien, la noche es larga.