Los dos nos quedamos así. Él estaba roto, y yo estaba rota. Los dos los sabíamos. Me recuesto de su cabeza también. ―Éramos una total mierda.
―Lamento desde lo más profundo de mí, lo que te hice pasar. ―me responde. Y por alguna razón algo en mi empieza a despertar y a vibrar, recorre todo, salvajemente. West se despega un poco de mi hombro y sube sus labios por mi cuello. ―. Haré que las cosas funcionen.
― ¿Estas muy seguro de eso? ―le pregunto despegándome empezando a formar un reto.
―Sam, creo que lo sabes muy bien. ―su comisura empieza a subir―. Yo amo los retos.
―Lo tengo suficientemente claro. ―respondo―. En estos momentos West, no puedo decirte que aceptare todo lo que dices porque todavía no quiero una relación contigo, ni siquiera quiero una relación. ―respiro hondo. Esto puedo decirlo―. Acepto las disculpas, pero falta mucho, mucho más que eso para poder convencerme.
―Puedo tomar todo el tiempo que sea. ―dice y pone sus labios en mi cuello―. Solo no puedo dejarlo. Conté todo los días durante 5 años, cada día separado y ansioso por encontrarme contigo otra vez. ―empieza a subir con besos pequeños y acuna más mi trasero en sus piernas. Mi cuerpo empieza a vibrar como de costumbre cuando estoy alrededor de el―. Sabía que me despreciabas, pero tenía que verte sobre todas las cosas. ―pone hacia un lado la tira de mi franelilla y comienza a besar los lados de mi seno y mi clavícula. Un gemido se escapa de mí. West me quita la camisa en menos de un segundo―. Y entonces entro a la prueba y te veo juguetear con el lápiz, escuchas mi voz y la reacción que tuviste, casi la esperaba. ―mete sus manos en mi espalda y suelta el sostén―. Veo que te paras del puesto y no me das la cara, cuando te hago girar en el ascensor, esos ojos azules que antes estaban llenos de dulzura me daban una mirada feroz.
Con toda la fuerza mental que me queda. ―¿Decepcionado de no ser la misma de antes? ―logro decir.
West me echa un poco para atrás y comienza a besarme la punta de los dos senos. ―Sam. ―chasquea las palabras―. De cualquier forma te deseo. Dulce, mordaz, triste, mierda y todo lo que imaginas. ―me levanta como si fuese una pluma y se coloca encima de mí, presionando su parte dura en mí entrada, a pesar de que tengo una licra puedo sentirlo todo―. En cualquiera de tus estados de ánimo quiero oírte gritar mi nombre mientras lo hacemos. ―se despega un poco y me va quitando las licras hasta dejarme en solo una ropa interior rosa de encaje.
―Fascinante como siempre.
-
Después de estar dos horas en esto. Dos horas donde creo que jamás me había sentido tan llena, literalmente. West, era otro nivel en el sexo, no podría tener palabras para explicar cómo invade todo mi cuerpo cuando él me toca. Cosas que no admitiré en voz alta... Todavía.
Acostados aun en el cuadrilátero viendo el techo. ―El sexo no tenemos porque dejarlo. ―digo.
Él sonríe. ―Es decir, no quieres la relación pero quieres el sexo.
Estoy recostada en su brazo y me giro para verlo. Poniendo mi cara más angelical mientras bato mis largas pestañas. ―Exactamente.
―Eso es un jugar sucio. ―me muestra una sonrisa juguetona―. Puedo hacer el sacrificio.
―Que considerado.
―Sam. ―West habla adoptando un tono serio―. ¿No has sabido nada de tu papa?
Estos temas nunca me gustaron pero parece liberador con West. ―Nada de nada. ―respondo―. Ni en los tres años que estuvo en la cárcel, ni los cincos años después. 8 años sin saber nada de él.
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Un peleador roto (TERMINADA) #1 / TEMPEST #2 (SIN TERMINAR)
RomanceSamantha Kenneddy, decidida y con un excelente corazón tiene un pasado que intenta guardar. West Sanders es impulsivo, el sueño de cada chica y el tipo de problema que le encanta a la prensa. Él no está en tiempo de permitirse relaciones amorosas...