Un peleador roto (TERMINADA) #1 / TEMPEST #2 (SIN TERMINAR)

Capitulo 8

―Te pongo nervioso? ―preguntó con burla. Subo mis dos dedos por su hombro―. Pensaba que las mocosas no podíamos.

El sonríe sosteniendo mi mano. ―No soy de piedra.

Su mano es grande y áspera, los entrenamientos lo han llevado a tenerlas así, lo sé porque las mías tampoco son suaves. ―Bueno.

―¿Te sientes mejor? ―pregunta―. Lo de temprano en la universidad.

―Solo fue el estrés pero estoy bien. ―respondo recostándome más de su hombro―. Gracias por llevarme.

―Tampoco me desagradas al punto de no ayudar. ―dice con descaro.

Apretó los labios. ―Yo si te hubiese dejado allí.

Dean suelta una carcajada haciendo callar las risas de la gente en el carro. Nos quedamos mirando en silencio y los demás vuelven a gritar. ―Eres muy particular.

Recuesto mi cabeza en la ventana del carro. Estoy exhausta del día de hoy, a penas y lograba mantenerme con los ojos abiertos. ―Eso es malo? ―pregunto cerrando los ojos.

―Depende de los ojos de quién lo vea.

Se siente como si me estuviese halagando pero no logro determinarlo. Abro un ojo y todavía sigue observándome así que vuelco a cerrarlos. No sabía que ir en las piernas de alguien podía ser tan cómodo.

Algo retumba constantemente en mis oídos cuando abro los ojos. Estoy recodaste del pecho de Dean todavía pero no escucho a nadie dentro del carro. Subo un poco mi vista para verlo y esta respirando tranquilamente con sus ojos cerrados. También está dormido. No se en que momento pase de estar en la ventana a estar en su pecho pero seguía muy cansada como para darle vueltas al tema.

Me quedo en su pecho porque no pretendo despertarlo, es irrespetuoso que el me haya dejado dormir y yo no respete su sueño. Vuelvo a recostarme en su hombro. Esta situación podía ser malinterpretada pero no estábamos haciendo nada malo. Alzó un poco mi rostro para verlo, me siguen gustando sus pestañas desde este ángulo. Vuelvo a cerrar los ojos. Es una sensación extraña pero me siento cómoda, eso es normal?

Escucho como la puerta se abre de golpe. Dean hace un movimiento rápido, imagino que se despertó pero igual no abro los ojos. ―¿Que coño, Evan? ―pregunta bruscamente en un susurro―. Serena está durmiendo.

―No sabía que seguían aquí. ―responde en un susurro―. Ha pasado hora y media, asumí que estaban fuera... Como personas normales, no dormidos en el puto coche.

―Que ganas de patearte el culo. ―dice susurrando.

―Le puedes dar las gracias a Asher que se dejó los condones.

Hombres. ―Te sorprende? ―pregunta Dean como si fuese obvio.

―Siempre. ―responde buscando alrededor―. Los tengo... Te dejo.

La puerta se cierra, siento a Dean moverse un poco hasta pegar su mejilla a mi frente. Otra vez siento eso. Mi corazón late de esta forma extraña. ¿Que es? Me asusta un poco. Me muevo como si estuviera por despertarme. El se aleja un poco. ―Llevo mucho tiempo dormida? ―preguntó con naturalidad abriendo los ojos.