Al Pastor Raúl Osorio (En su jubilación)

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Desde el comienzo del tiempo,
mi hijo Raúl, Yo te llamé,
aún en el vientre materno,
Yo, tu Dios, te reclamé.

En tu aún transparente cuerpo,
el germen de tu amor divisé
que es divina procedencia
de tu dulce paz y gran fe.

Dije: Raúl, Yo soy Tu Padre,
Creador y Eterno Amigo,
para cuidar mis ovejas,
pastor como tú necesito.

Para el fruto de Mi viña,
Jesús necesita ayuda.
Ve Raúl, ayúdale allá,
así la vid no se daña.

La preservación de muchos
en la palma de mi mano,
Yo, Dios, a tí he confiado;
sin nacer, ya consagrado.

Pasados treinta y tres años,
tu tarea has realizado.
¡Te felicito, fiel pastor!
¡Necesito otro como tú,
Raúl, bien consagrado!

En la falda de El Yunque con mi DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora