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Hace casi tres semanas que no veo a Iván. No se nada de él.

Me tumbo en la cama sin nada que hacer, ya que es verano, y, debería de aprovecharlo bien.

Al cabo de diez minutos no puedo estarme ni un segundo más sin moverme, así que bajo las escaleras y dejo de hacer la vaga. No tardo demasiado en ponerme a fregar los platos. Me fijo en el agua; está menos cristalina de lo normal.

Cuando termino, me visto, lista para pasear a Noha, nuestra nueva mascota. Es un perro peludo; en concreto, hembra. Aunque no sabría decir qué raza es.

En cuanto abro la puerta encuentro justo a quien quería ver. Ahí está él, con su nuevo corte de pelo.

- Que bien te sienta. - Sabiendo que me refiero a su pelo, se pasa la mano por él, reflejando el sol, brillante.

- A ti te sienta bien... Tu acompañante.

Nos reímos un rato y charlamos. Él me cuenta por qué no ha venido a verme desata semanas.

Ha estado demasiado ocupado con los exámenes. También se fue su madre a un viaje, y, como cabe a esperar, no podría dejar a sus hermanos solos.

Nos sentamos en un banco, esperando a que Noha vuelva.

- ¿No te has comprado ropa?

- Por supuesto que sí. ¿Te apetece ver mis tacones?

- Encantado. Aunque es raro que no me lo hayas dicho nada más llegar a tu puerta.

Los dos esbozamos una leve sonrisa.
Antes de que pueda coger la correa de Noha, que ya ha vuelto, Iván sigue hablando.

- He estado casi un mes sin verte. Podríamos habernos llamado.

- Lo sé, pero te recuerda que yo también tengo cosas importantes que hacer.

Se ríe.

- Iván, tengo una pregunta: ¿Qué somos?

Él se queda perplejo, mirándome.

- No lo sé. Si tu consideras que...

No hace falta ni una sola palabra para saber lo que decimos. Nuestra conversación se basa en miradas.

Después de media hora dados de la mano, nos despedimos y nos largamos a nuestras casas.

Esta noche me cuesta dormir. Somos lo que somos. Lo que todos creen que somos. Mi hermano lo sabe. Y mi madre. Y... Todos. No tengo que ocultar nada, sin embargo aunque no se por qué, lo hago.

Al final termino por tumbarme boca abajo en posición araña y me duermo.

A Un Beso De Tí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora