Acudo a descolgar el teléfono fijo. Es mi padre. Tengo muchísimas ganas de hablar con él.
- Hola. Al habla la señorita Mery.
- Bonjorno pequeña. Pasame a mamá al teléfono.
Hora después, mi madre nos reúne en la cocina a mi hermano y a mí.
Es raro, suele hacer las reuniones para cosas...- ¡La abuela! - decimos en el preciso momento Nicco y yo.
- No. Ella está bien.
Durante la conversación nos explica lo siguiente:
» Le han ofrecido un trabajo en Italia, con mi padre. Ella quiere reunir a la familia etc etc...No me lo esperaba. Es pasado mañana. Salgo desesperada de la cocina. Corro a la casa de Iván, pero no está.
A pesar de estar en pleno verano, me hago un ovillo contra la puerta de su casa.
Nicco se esperaba que yo estuviera allí y viene a buscarme.- Shhh - intenta consolarme.
Mis sollozos aumentan.
- No pasa nada... Eres mayor de edad... Podrías volver cuando quieras.
- Cuando... No no puedo. No puedo fallaros. - Consigo decir algo entre mis lágrimas.
No tarda un minuto en abrazarme.
- Nicco, por favor, quiero estar sola un momento.
Me suelta, me da un beso en la frente y se va.
En unos minutos distingo a Iván entre las hojas del sauce de su jardín delantero.
Al verme llorando se sobresalta.- ¡Mery! ¿Que ha pasado? ¿Estás bien?
Guardo silencio porque tengo un nudo en la garganta. Lo abrazo. Él se sienta a mi lado y se hace un ovillo conmigo.
Cuando por fin puedo hablar, añado:- Italia. Mi padre y nosotros...
No consigo aclararme las ideas. Es demasiado.
- ¿Qué...?
- Pasado mañana.
Enseguida lo entiende. Lo se por su cara de pena. Ahora es él el que se aferra a mí. Como si fuera lo único que le queda en la vida... Y puede que lo más importante si que sea...
- Iván. No me sueltes. Quiero... Quiero estar aquí pero no puedo decirle a mi padre, que está solo en Italia que no iré. Vente. No me dejes sola.
Se perfectamente que no puede venir, pero así tengo algo a lo que atenerme. A la falsa posibilidad de volver a verlo.
- Si quieres... Puedo dejarte dormir en el cuarto de invitados. Podemos pasar la tarde juntos.
- No me lo creo.
- Ya te lo he dicho, tú decides.
Le doy un último abrazo para volver a mi casa. Mi hermano se ha llevado el coche.
- Iván. No tengo coche.
- No importa. Yo te llevo. ¿O prefieres dar un paseo?
Le agarro de la mano. Y tiro de él. Se da cuenta de que quiero aprovechar el tiempo que me queda y andar un rato.
ESTÁS LEYENDO
A Un Beso De Tí.
AcakMery, una chica de diecinueve años. Iván, un chico de veinte. Los dos comienzan a enamorarse cuando ella llega a España, pero, ¿Y si hubiera sido en vano? ¿Y si tuviera que volver a Italia? [Corrigiendo] Poco a poco, capítulo a capítulo. NO COPIAR...