18

12 0 0
                                    

Va a ser de bastante alivio quedarme a dormir en casa de una amiga. La verdad es que aquí no tengo demasiadas, llegué hace apenas unos meses y aún no he congeniado con mucha gente.
Y encima, ahora de vuelta a mi país natal. Bien. Muy bien.

Me encuentro ya frente a su casa.

- ¡Awwwww! ¡Es monísimo por favor!

- ¿Ésta es tu amiga? Joder biene en pijama. Que soltura.

- Sí - Contesta Lydia. Se dirije hacia mí. - ¿Monísimo? Pues vive tu con un hermano de trece años.

- Em... Vale, es un poco...

- ¿Atento? Ya sabes. Es la edad. Ten cuidado al darte la vuelta.

- ¿Por qué?

- Se le va la mano.

Me río por lo bajo.

- ¡Nick! - Llama su madre

- Buenas tardes. - Saludo.

Nick coje su consola y sigue jugando hasta que llega al salón.
Subo las escaleras de puntillas, detrás de mi amiga.

- ¿Un pijama de picachu?

- Pica pica.

- Ya veo. Muy maduro para una chica de diecinueve años.

- Lo sé. Es muy cómodo y me gusta.

- Vale, vale. No tengo nada contra ello. Por cierto, - Mira hacia la puerta del baño - ¿no íbamos a teñitnos el pelo?

- ¿Cuándo he dicho yo eso?

- No lo has dicho. Pero se van a la semana. Se va poco a poco con el agua y los campús. He cogido reflejos cereza para tí.

- ¿Y para tí?

- Negro y azul.

- Muy atrevido.

- Ya sabes como soy.

Lydia es... Le gusta vestir de negro, tiene el pelo muy capeado y... Teñido de rosa palo. Le queda bien, aunque el color en sí es un poco raro. Por fin va a volver a tener el pelo oscuro, aunque ella realmente es rubia natural.

- Pues adelante - Dice.

Entramos en el baño. Ya lo tiene todo listo. Me enamoro totalmente del color cereza.

- Empieza tú - Le digo.

- ¡Allá va! - Se enpiza a aplicar el tinte con el pincel.

Suena el timbre.

- ¡Venga ya! ¡Justo ahora! ¿Puedes abrir tú?

- Vale. - Afirmo.


A Un Beso De Tí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora