CAPÍTULO 8

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Jimin posó una de sus manos sobre mi hombro, mientras que la otra iba directo a mi pecho izquierdo sin dejar de mirarme. En sus ojos podía presenciar claramente rabia, y deseo a la vez. Estaban más oscuros en esta ocasión, y brillantes de expectación.

- Creo que no deberías frecuentar, a ese tipo de personas. - Me susurró suavemente en los labios, mientras que yo simplemente asentía sin ser consciente de lo que esto conllevaría. Su tono había cierta demanda, y control.

- No es que trate de controlarte, _____. - Continuó diciendo, mientras su mano comenzaba a descender por mi cuerpo. 

- No me gustaría, verte con otro. - Dicho esto, acercó sus labios a los míos, sin rozarlos aún. Me estaba torturando al no besarme, y es que ya lo estaba ansiando. Sus manos estaban en mi cintura, acercando mi cuerpo más al suyo. 

Subí ambas de mis manos hacia su cuello, enrollándolas alrededor de éste. y tomando un poco el control de la situación, acerqué mis labios a los suyos uniéndolos. No se negó, pero sí correspondió con desespero. Nuestras lenguas no tardaron mucho en juntarse, probándose la una con la otra. El beso comenzaba a tornarse necesitado, con ganas de más. 
Jimin me levantó de la cintura, para que pudiese enrollar mis piernas en sus caderas. Caminó conmigo en sus brazos, hacia lo que creía ser la cama. Caí en ella, con Jimin sobre mí. Rápidamente puso ambas manos a mis lados, para no dejar caer todo su cuerpo sobre el mío. Mis manos por sí solas recorrieron sus costados, jalando su camiseta hacia arriba, y poder tocar en carne propia su cuerpo. Al tratar de quitarla torpemente, Jimin se levanto un poco para quitarla él mismo. El cual solo logró llegar a la mitad de su tronco, sino fuese por timbre que comenzaba a interrumpir. Rápidamente me levanté de la cama exaltada, mientras pasaba por su lado. Jimin carraspeó irritado, quedando parada a un lado de la cama con las manos en jarra. Lo fulminé con la mirada y giré para salir de la habitación. Mientras él se recostaba sobre mi cama resignado. 

- Di...- No terminé siquiera de hablar, en cuanto éste se abalanzó hacia adelante cayendo en mis brazos. Me había quedado totalmente sorprendida, al reconocerle en su estado de ebriedad. Apenas y se podía mantener en pie, cosa que no resistió más.

- Hola. Mi-Mi amor. - Dijo Jungkook meloso, a la vez que trataba de besar mis labios en intentos fallidos. Intenté alejarlo de mí repetidas veces, porque éste estaba convencido en querer besarme. 

- Jungkook. ¿Qué haces aquí?. - Pregunté una vez que le ayudé a levantarse. Solo sonrió.

- Yo, yo... He venido por ti, cariño. No puedes, tú no puedes dejarme, amor... - Paró en seco, y supuse a qué se debía. Claro. Jimin estaba a mis espaldas, abrazándome de la cintura con su cabeza suspendida en mi hombro derecho. 

Estaba totalmente nerviosa por cómo podría reaccionar Jungkook. Y es que ya había tenido una situación similar a esta, en el pasado. No es como si fuese la primera vez que se peleaba por mí, pero tampoco quería que eso ocurriera.  A diferencia que esa vez, en el lugar que estábamos era una discoteca no muy lejos de aquí. Y Jungkook ebrio, es otra persona.

~Flashback~...

Buscaba a mi novio por todos lados, sin encontrarlo debido al tumulto de gente que me comenzaban a irritar y molestar mi camino. Estaba cansada, y bastante molesta por no dar con él. Mis pies no daban más con los tacones. Dándome por vencida, me fui a sentar entre uno de los asientos de la barra. Trataba  de pasar por medio de las personas, sin fijarme de nada. Tampoco me había percatado en el momento en que un tipo me había chocado. Estaba bastante molesta, como para lidiar ahora con un inconveniente. Estaba decidida a ignorarle, lo cual no pasó, en cuanto éste me detuvo del brazo para girarme hacia él.
Cabello oscuro, alto y extremadamente apuesto. Posó sus manos en mi cintura, susurrándome al oído.

Acosada Por Mi Vecino (Jimin&Tú) [lemon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora