cap 25 de buelta a casa de oliver

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Oh por dios, ¡recordó que me estaba dejando aquí! Debe de ser un sueño, en realidad no sé como expresar toda la suerte que tengo. Querer que algo pase ya es como algo casi inalcanzable, pero que se cumpla de inmediato ya es increíble. Mi tristeza y soledad desaparecieron al instante, quería irme con él, pero en parte no quería que él se diera cuenta de lo desesperada que me encontraba por eso.

- ¿Tú quieres que vuelva? -le pregunté. No por hacerme la difícil, si no porque quería que me lo dijera con sus propias palabras.

- ¿No se nota? -se echó a reír.

- Vaya -reí con él- Tomaré eso como un sí.

Él volvió a entrar, para poder esperarme en la sala mientras que yo iba a subir las escaleras para escoger algo de ropa para llevar, porque no iba a usar otra vez la de su prima, ¿verdad? Menos ahora que puedo entrar a mi casa. Yo estaba que me colgaba de un árbol. Emoción, felicidad, ánimo, todo lo lindo estaba dentro de mi cuerpo. De alguna forma, estar nuevamente junto a él me hacía sentir completa. Sin él me sentía vacía, pero ahora, todo ha vuelto. Todo.

- ¿Por qué te he tenido que esperar abajo? -me preguntó por sorpresa. De un momento a otro había aparecido por la puerta mientras yo me alistaba.

- Pues no sé, ah. No recuerdo haberte dicho que te quedaras allá abajo -reí.

- Entonces he sido un tonto.

Caminó hacia mi cama y se tiró sobre ella. Cogió mi celular y comenzó a revisarlo. Yo me hacía la loca, como si no me diera cuenta. En realidad no me importaba, pero me hacía tener ganas de reír, ni que le haya dado permiso. Sabía que iba a ver mensajes, ya que la mayoría del tiempo cuando una persona se pone a revisar, es lo primero que ve, solo por ser -curiosa-, ¿verdad? Bueno, al menos a mí me sucede eso. Pero como sea, estaba parada frente a mi closet sin tener idea de qué llevar o cuanto llevar.

- ¿Está bien si solo llevo una cosa de cada una? -pregunté inocente.

- ¿Solo te quedarás un día? -me miró impresionado.

- No lo sé, tú dime. Es tu casa -bajé la mirada.

- El tiempo de aceptación es de al menos una semana. Échala toda al jodido carro, mientras más mejor.

- ¿Hablas enserio?

- No bromeo -esta vez, su cara se puso seria y tensa. Me impresionaba su rápido cambio de humor, él no estaba jugando.

- Entonces, supongo que llevaré mucha -comprendí que eso debía hacer.

- Buena decisión, eres muy inteligente -sonrió. Vaya.

Lo miré desconcertada, sonreí de lado y busqué la ropa que debía buscar. Oliver me confundía, de un momento a otro cambiaba de humor y actuaba como si fuera mi propia decisión, siendo que no me dejó otra opción. ¿Pero qué importa? Me encanta la idea de quedarme por una semana, ¡bastante!

- Que romántico, atento, caballeroso y dulce que es ese Sam -comenzó a hablar de repente. Sonó extraño que un hombre dijera eso- Es el chico con que cualquier chica querría estar -comentó, para luego mirarme con una sonrisa bastante cínica en el rostro que se podría notar a leguas.

- Ahm, sí -me limité a contestar.

- ___, eres hermosa, te cogería -wtf. Eso ya lo he escuchado. Inmediatamente supe que él no me estaba diciendo eso a mí. Mierda.

- ¿Estás leyendo nuestras conversaciones de Facebook? -le pregunté con la boca abierta.

Me tiré a la cama sobre él para quitarle el celular, con toda mi fuerza me retorcía sobre él. Parecíamos dos niños pequeños peleando por un juguete. Oliver trataba quitarme de encima para seguir leyendo, haciéndome rabiar.

En medio de mi soledad (oliver sykes y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora