A pesar de ser de noche, el Doggis aún estaba abierto. Obviamente esto ocurría porque les iba muy bien, ya que había mucha gente en las mesas con sus amigos, familia, conocidos, etcétera. Todos reían, conversaban, estaba lleno de emociones de alegría. Yo sabía mejor que nadie que el venir a lugares así con personas que quieres era perfecto y divertido. Comer chatarras, ¿quién no ama eso?
- ¿Qué te gustaría comer? -me preguntó mi acompañante, mientras mirábamos varias de las carteleras.
- Complicada respuesta, todo se ve muy rico -reí.
Nos tardamos unos minutos en elegir lo que comeríamos. Oliver estaba indeciso, tal cual como yo me encontraba. Al final, nos decidimos por un conjunto en donde venía una porción de papas fritas, un completo, unas empanadas pequeñas, un vaso de bebida con una bombilla y finalmente un helado, más las salsas que podías elegir a tu gusto. Eran muchas cosas y nos dejarían más que satisfechos, pero sin duda valdrían la pena.
Mientras que Oliver ordenaba la comida, yo fui a buscar una mesa disponible. No es que hubieran muchas, porque hubo un momento en que creí que todo estaba ocupado, ya que las personas parecían estar en todo el lugar y cada vez llegaban más. Pero, por fin encontré una mesa, por el final, junto a uno de los ventanales. Prácticamente corrí a guardar el lugar, ya que había un chico con una chica que iban caminando hacia esa dirección. Al estar lo suficientemente cerca de esta salté sobre ella, poniendo mi trasero bien puesto en una de las dos sillas que habían y poniendo mis pies en la otra. Me miraron desconformes por no haber logrado tener el puesto, pero no me importó. No pudieron hacer más que girarse para ir a buscar un lugar disponible, si es que podían.
Apoyé mis codos sobre la mesa, en silencio, mientras esperaba. Saqué mi móvil del bolsillo de mi jeans, y me metí a Facebook un rato. Tenía unos mensajes de Dakota, otro de Sam, y de unos amigos, pero decidí no leerlos por el momento. Estuve como diez minutos en el celular y luego lo volví a dejar en el bolsillo.
Decidí distraerme con otra cosa, o más bien... persona. Miré hacia el lugar de la fila y Oliver ya estaba casi listo con nuestra comida. No pude evitar que mis ojos se desviaran hacia su cuerpo. De verdad que era atractivo... Su espalda era perfecta pero tan angosta por debajo.sus brazos llenos de tatujes me volvían loca el tatuaje que mas me gusta es el la rosa que tiene en el cuello es tan asdfklgjk Su trasero, no tengo palabras. Sus piernas, su todo, era hermoso. Y esa ropa que traía lo hacía lucir muy varonil, pero al mismo tiempo mostrando que era un chico rudo.
- ____ ¿te encuentras bien? -me preguntó de repente, ya sentado frente a mí. Había dejado la bandeja en medio de nuestra mesa.
- Sí, claro, lo estoy. Solo pensaba -sonreí.
- Supongo que no me dirás en qué -soltó unas carcajadas mientras cogía una empanada- Anda, come. Se va a enfriar.
No dije nada, solo asentí y llevé mi mano hacia una papa frita, para luego llevarla a mi boca y comerla. Estaba deliciosa. Sin pensarlo dos veces llevé mi mano nuevamente para coger otra.
De pronto, pensé en algo que me llamó la atención, pero también era algo que me mataba de la curiosidad. Y es que jamás le he preguntado, tampoco hemos hablado del tema o algo por el estilo. Sentía que en cualquier momento escupiría palabras por la boca, cosa que no quería.
- ¿Te has enamorado? -no pude contenerme. Me arrepentí, de seguro había quedado como una tonta. Me miró fijamente, cosa que me hacía ponerme muy extraña por dentro.
- ¿Enamorado? -parecía que le impresionaba.
- Sí, enamorado, eso mismo -aclaré, tratando de no sentirme mal por las futuras palabras que vendrían.
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En medio de mi soledad (oliver sykes y tu )
Romancela realidad de ____es una chica tímida insegura de si misma,su padre no le pone mucha atención por lo cual se refugia en su soledad, ella pronto tendra que enfrentarse a grandes cambiós y adversidades muy duras sin embargo contara con el apoyo de Ol...