cap 27 te vas a desnudar para mi ___???

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Deben haber pasado como cinco minutos y oliver ya se encontraba subiendo las escaleras, para luego caminar hacia mí, que no me había movido de donde estaba. Sin pensarlo dos veces, le dediqué una sonrisa.

- Aquí tienes, __ -dijo mientras entraba a su habitación y lo dejaba sobre su cama.
- Muchas gracias.

Caminé hacia mis pertenencias, hice un pequeño nudo con la toalla para que no se me cayera y corrí el cierre, abriéndolo. Revolviendo mis cosas, supe que en el fondo de este se encontraba el pijama que tanto había estado buscando.

- Aquí está -le mostré cuando ya lo tuve en mis manos.
- Está muy bonito -opino Oliver, desde en mueble en donde estaba sentado.

Mi pijama era un short color blanco, con rayas de zebra de un color verde agua. La parte de arriba era una camiseta de tirantes con el mismo diseño, muy bonita. Me lo había regalado una tía que vive en otra parte del país, a quien no veo muy a menudo, pues solo viene una vez al año.

- ¿Tú crees? Digo, yo opino lo mismo, pero me gustaría saber tu opinión.
- Sí, enserio, me gusta. Está llamativo, lucirás hermosa -sentí que un ligero rubor se apoderaba de mis mejillas- Una sexy y hermosa zebra.

Y el rubor ha desaparecido.

- ¿Supongo que debo darte las gracias nuevamente? -pregunté extrañada. Él permaneció en silencio por un momento, mientras me miraba atento, tratando o esforzándose por no reír.
- No hay de qué -me guiñó un ojo en forma coqueta, para luego soltar carcajadas.

No le dije nada y me encaminé, con mi pijama en la mano, hacia la habitación en que me había hospedado un par de semanas antes. Era definitivo, este chico me provocaba sensaciones difíciles de comprender. Tomé la cerradura con mis manos y la giré, intentando abrirla, pero ¿qué pasaba? ¿estaba atorada?

- ¡Oliver! -lo llamé fuerte- ¡La cerradura se ha atorado!

Él no tardo en aparecer tras de mí, con una sonrisa de oreja a oreja. Volví a hacer lo mismo con esta, para que pudiera ver el problema que se estaba presentando.

- ¿Y? -le miré para que dijera algo- ¿qué le pasa?
- Me temo que no dormirás aquí esta noche, ___-respondió- Al menos, no hasta que mi padre vuelva -me dijo de lo más normal.
- ¿Qué? ¿por qué? -genial.
- No tengo la llave. Ya no.
- Bien -analicé la situación, dándome por vencida- ya que cierta persona me invitó a quedarme, siendo que no tenía un lugar para hacerme descansar, tendré que ir al sofá. Buenas noches. Hasta mañana.

Me despedí con la mano, me di la vuelta y me encaminé para ir hacia las escaleras para bajar a donde debía, pero no alcancé a dar ni cinco pasos cuando me tomaron por el brazo y me jalaron, teniendo que mirarle directamente a sus ojos. Admito que casi me había caído, me logré mantener el equilibrio gracias a su ayuda. Mi pulso se aceleró. La firme, seria y decidida mirada que tenía me hacía estremecer.

- No dormirás en el sofá -me dejó en claro- Sabes perfectamente que no pienso dejar que mi invitada se quede ahí.
- ¿Entonces? -me quejé- No te preocupes, oliver . No hay probl...
- Tú dormirás conmigo -me interrumpió- No hay otra opción.

Por dios, ¿escuché mal? ¿dormir con él? ¿de nuevo? No me lo creo, esto me ha tomado por sorpresa. Vaya que sí. Digo, no quiero que suene como si no quisiera, porque sí quiero. No me faltaban ganas para dormir a su lado esta noche. Pero me sentía inquieta por dentro, la exaltación y la timidez, emociones que siempre han estado presentes en mí, me hacían volverme loca. Sentía que en cualquier momento me pondría de un color rojo, otra vez ¿y por qué? Por él. Era realmente estúpido que me sucediera esto, siendo que anoche dormimos juntos también, en mi casa, en mi cama, y fue hermoso.

En medio de mi soledad (oliver sykes y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora