cap 26 ..recordando una historia de amor

186 8 0
                                    

Y así fue como empecé a contarle mis anécdotas. Las razones por las cuales siempre fui tímida e insegura. No era tanto que contar, porque por alguna razón desde que era una niña siempre fui así. Pero dejé una historia en especial para el final, una que me había marcado mucho, por la cual sufrí bastante, aunque sea, probablemente, una estupidez.

- Cuando tenía unos doce años, era una chica muy... distinta. Recuerdo que no tenía problemas con mi padre, estábamos bien, de hecho, o al menos eso es lo que recuerdo. Claro que teníamos discusiones continuas, pero era mucho mejor a como estamos ahora -le fui contando, segura de que él me estaba escuchando atentamente, pero sin perder la concentración al manejar- Yo... estaba loca de amor por un chico al que estimé que tenía quince años . Su nombre era Andy-solté unas risas al recordar todo lo que había sentido, que por cierto jamás lo olvidaré- Era muy tonto que sintiera cosas por él, porque jamás habíamos hablado, solo era un amor a primera vista. Recuerdo que el primer día que lo vi fue cuando salía del baño junto a una amiga que tenía en ese entonces. Él estaba en los lavamanos, hablando con un chico. Le miré y él yacía mirándome fijamente, y desde ese entonces nada fue igual conmigo, todo había cambiado.

Hice una pausa, para poder tomar aire y juntar las palabras que sirvieran para poder explicarle mejor a Oliver, y así pudiese entender a la perfección. No quería quitarle nada, quería ser sincera con él, que lo supiera. Quizás le ayudaría. Y noté que me miró por un momento, para sentir con la cabeza e incitarme a que siguiera contándole, por lo que decidí hacerlo.

- Entonces, no había un solo día en que no saliera a recreo solo para verlo, o que me saliera de clases para estar presente cuando hacía educación física. Yo era una de esas chicas que hacían de todo para faltar al menos dos días a la semana a clases, pero al mirarlo por primera vez, en lo único que pensaba era en levantarme temprano e irme corriendo a la escuela, no podía faltar, no podía estar un solo día sin verlo. Llegaba tarde, pero iba, por eso corría -sentí que Oliver soltaba unas risitas, haciéndome sonreír- Lo que más me emocionaba era que cada vez que yo lo miraba, él estaba mirándome. Yo creía que quizás podría gustarle, así que deseaba que me hablara o que me saludara, o me sonriera, aunque en el fondo estaba consciente de que nunca sucedería, porque yo tenía trece y de seguro no me veía como nada más que una niña fea y tonta -expresé, eso me había causado mucho dolor en ese tiempo- Pero luego cumplí trece y me enteré de que estaba repitiendo de curso, así que, por él, comencé a subir mis calificaciones. No soportaba la idea de repetir y no poder seguir viéndolo, porque en ese entonces separarían a la escuela en dos partes, y si yo no pasaba, no podría irme al mismo lugar que él. Pero a que no adivinas ¡logré pasar! estaba muy feliz, estaría con él, además mi padre estaba orgulloso de que lo había logrado.

- Me alegro por eso, que haya notado que lo lograste -habló mi chico del baño ( Oliver ). Le miré y él me sonreía, me sonrojé un poco.

-A mi también me alegró mucho -me mordí la lengua sonriendo a medias, bajando la mirada.

- ¿Pero qué pasó después? -preguntó. Me puse a pensar, y continué.

- Pasó que llegó la última semana de clases del año. Era Diciembre, y estaba triste, porque no lo vería en casi tres meses, así que me propuse a aprovechar esos días como nunca, lo miraría y acosaría más que cualquier otro día -Oliver explotó en carcajadas, me contagié y le golpeé levemente el hombro. Al pasar las risas pude continuar- Como decía, este día lunes y tenía hasta el viernes para ello, así que fui con todas mis ganas a la escuela. En el último recreo yo estaba afuera de nuestro salón con una amiga, haciendo tonterías. Y ella me dijo que mirara hacia el sector de los baños, y ahí estaba él, parado afuera de ellos, esperando a un amigo. Pude notar que me miraba, estaba que me derretía y mi amiga se dio cuenta y comenzó a reír y a molestarme, haciéndome parecer tomate. Y cuando su amigo salió, se fueron a su salón. Esa... esa fue la última vez que lo vi -dije algo apenada.

En medio de mi soledad (oliver sykes y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora