Dos mese era lo que Diana, Sophie, Natsuki, Eileen y Sybil tardarían en llegar a Lostrum, dos meses en los que el dolor y la angustia se apoderarían de sus corazones, por haberse alejado de aquellos dos príncipes desterrados que las habían cautivado.
Llevaban un mes de camino, por el día andaban ocultos en el bosque, cuidadosos de no ser descubiertos por cazadores y soldados. Por las noches entrenaban y descansaban, pero Sophie y Diana difícilmente dormían.
Aquella noche, la que marcaba la mitad del viaje, muchas cosas cambiaron con una simple charla.
Sophie miraba como las últimas llamas convertían la madera en cenizas. La calidez y el crepitar del fuego la relajaban, y la ayudaban a abstraerse de la realidad.
Diana estaba intentando conciliar el sueño, pero no lo lograba. Solo daba vueltas y mas vueltas debajo de las mantas, hasta que se levanto y se sentó frente a las llamas, junto a su hermana.
-Es increíble lo que llega a cambiar una vida en un instante, ¿no crees? - le dijo Diana a Sophie.
-Eso ya lo habíamos aprendido cuando tuvimos que huir del castillo. - dijo fría Sophie.
-sí, pero creía que podría vivir junto a Ren, ya sabes, eso de ser pareja, formar una familia, esas cosas. - Diana se ruborizó al pronunciar estas palabras. Siempre le costaba expresarse, y nunca creyó que diría esas palabras.
-El amor nos hace débiles, recuerda lo que nos paso la última vez que me... -
-Lo se, pero Ren es distinto, lo se. - interrumpió Diana.
-Deberías olvidarte de el, Diana - Sophie dijo estas palabras lo más fríamente posible.
-¡¿que estas diciendo!? - chilló la morena. - ¡¿por qué debería olvidarme de él!? - volvió a chillar.
-que debes olvidarte de Ren. Seguramente no volvamos vivas. - Diana se levanto.
-Deberías darle una segunda oportunidad al amor - Diana se volvió a tumbar bajo la manta, y Sophie se quedo mirando el fuego, notando como las lágrimas se deslizaban por sus mejillas silenciosamente, pero no se las limpió, y recordó.
"-¡Ian, ven a bailar, vamos!- Una Sophie mas joven tiró del joven soldado, que reía alegremente y sin preocupación.
Ambos jóvenes se pusieron a bailar, felices y despreocupados. "
Sophie cerró los ojos. Todos los momentos felices junto a Ian, al que creyó el amor de su vida. Hasta aquel fatídico día en el que le dijo su secreto. Recordó los ojos del muchacho, fríos y calculadores, nunca los había visto así, siempre eran cálidos, alegres y vivos, como el.Sophie en seguida descubrió que aquellos ojos eran solo una fachada, tal y como del chico que se había enamorado. Pronto descubrió que el verdadero Ian era frío, calculador y egoísta.
No, decidió, no volvería a dejarse engañar como a una niña, no volvería a darle una segunda oportunidad al amor.
Sophie invocó su magia, y apago las llamas.
Eileen y Natsuki escucharon esa conversación, fingiendo dormir, y por la cabeza de ambas paso una pregunta: ¿como iban a rescatar al heredero de las bestias del norte si las guardianas estaban enfadadas?
ESTÁS LEYENDO
los guardianes de los elementos
FantasyDos princesas. Dos príncipes. Una niña con un trágico destino. Agua, fuego, aire, tierra, luz y oscuridad. ¿que pasara cuando todo esto choque?