los guardianes de los elementos

capitulo 17

-¡A levantarse!-los gritos de Diana se oian por toda la casa.-¡¡¡¡A levantarse!!!!-Diana seguia gritando, pero esta vez habia cogido una cacerola, y la estaba aporreando con un cazo. Como veia que ni Ren, ni Eri, ni Eli se levantaban sonrio. Abrio la puerta de la habitacion de Ren y Eri. Se acerco al oido de Ren.-¡¡¡¡¡¡¡A LEVANTARSE!!!!!!!!!-grito todo lo fuerte que podia. Ren salto del susto, y Diana se rio de el y de su reaccion. 

-¿¡PERO TU ESTAS LOCA O QUE TE PASA?!-Le grito Ren a Diana, pero ella lo unico que podia hacer era reir. Del escandalo que su hermano y Diana habian montado, Eri se desperto.

-¿Que sucede? ¿Por que montais este escandalo?-pregunto Eri medio adormilado, sentandose, y frotandose el ojo derecho con la mano. 

-Que no os despertabais, por eso he montado este  escandalo.-explico Diana mas tranquila. Ambos hermanos repararon en las ropas de Diana. En vez de usar el vestido rojo que solia llevar, llevaba una camiseta roja corta de hombro caido, pero debajo de esta llevaba una camiseta de tirantes negra, tambien llevaba  unos leggins negros que eran hasta la rodilla,y como calzado unas botas bajas negras. Su rizado pelo negro lo llevaba trenzado, y los mechones que habian quedado sueltos, se los habia retirado hacia atras. 

-Es lo mas comodo que tengo para entrenar- dijo al ver que ambos hermanos se habian quedado mirandola.-Vamos a desayunar, ¿no?

-Si, vamos.-Dijo Eri levantanose y siguiendo a Diana, que ya habia salido de la habitacion. Ren solo asintio, y se dirigio lentamente a la cocina. En la cocina estaba Sophie esperando. Sophie tambien llevaba otro tipo de vestimenta al que solia llevar. Llevaba una camiseta azul algo ancha, una falda gris, que llegaba a mitad de muslo, y debajo de esta lo que parecian unos pantalones cortos del mismo color, llevaba unas botas parecidas a las de su hermana. Se habia retirado los mechones que le molestaban en el rostro hacia atras. 

-¿Eli esta despierta?-pregunto Diana. Sophie asintio. 

-Se esta vistiendo.-en ese momento Eli entro. Los andrajosos trapos que llevaba puestos habian sido sustituidos por una camiseta amarilla, una chaqueta corta gris con capucha y una falda corta gris. Sus pies calzaban botas bajas, pero ella  llevaba calcetines negros, uno que le llegaba hasta la rodilla y el otro era corto. 

-¿Que hay para desayunar?-pregunto Eli. Sophie puso en la mesa las sobras del ciervo que cazaron la ultima vez, acompañado con unos frutos rojos. Al final del desayuno no quedo nada. 

-Y ahora que hemos terminado el desayuno, a entrenar-Dijo con energia Diana. Ren la miro con ilusion. 

-Eli, tu vas a venir conmigo a la biblioteca, tienes que aprender a manejar tus poderes.-dijo Sophie. Eli sonrio y siguio a Sophie. 

Diana, Ren y Eri, en cambio salieron de la casa. Diana abrio una de las puertas secretas. Ren silbo impresionado. 

-Vaya, este bosque esta lleno de sorpresas.-dijo Ren. 

-Si, y solo mi hermana y yo los conocemos-dijo Diana.-incluso los mas oscuros.-esto ultimo lo dijo en un susurro, pero Eri la escucho. En su imaginacion empezo a especular que secretos oscuros podria tener ese bosque. 

Diana bajo las escaleras, y formo una llama en su mano. Miro a Ren y Eri. 

-¿Que, teneis miedo a la oscuridad?-dijo Diana. Herido por estas palabras, Ren la siguió escaleras abajo. Eri suspiro, harto drl comportamiento de esos dos, pero Eri no quería quedarse atrás por lo que siguió a Ren y Diana.

Recorrieron lo que a Ren y Eri les pareció kilómetros, pero Diana estaba acostumbrada, y lo consideraba un paseito. Aquellos túneles estaban fríos y oscuros, de vez en cuando se escuchaban a los pequeños roedores que alli habitaban. Diana se paro delante de una escalinata, la cual llevaba a una puerta de madera. Diana accionó el picaporte de bronce, y la puerta se abrió, dejando ver un enorme espacio cubierto, en el que había muñecos de madera, dianas, y todo tipo de material dirido al entrenamiento. El enorme espacio estaba cubierto por los rayos del sol, ya que en las paredes se apreciaban unos grandes ventanales. Aquellos ventanales dejaban ver un patio, que en su época debió de ser hermoso.

Ambos hermanos se fijaron en ese detalle, y se quedaron mirando el paisaje.

–Este edificio pertenecia a los elegidos y a los guardianes de los elementos, pero la gran lucha dejo este magnífico castillo en ruinas –dijo con pesar Diana. Después Diana se dirigió a una pared en la que colgaban todo tipo de armas, desde espadas hasta arcos. Diana cogió un precioso arco plateado, en el que había incrustados pequeños rubis. Acarició con suavidad y cariño ese hermoso arco. Lo cogió, junto con unas flechas, coloco una flecha en el arco, apuntó a una de las dianas, y disparó. La flecha dio en el centro de la diana.

–Perfecto, como siempre –susurro con una de satisfacción. Eri silbo impresionado.

–Increíble, magnífica espadachina, y excelente arquera. Una guerrera perfecta –dijo Eri. Diana sonrió y simulo una reverencia.

–Gracias, gracias –dijo ella. Ren, quien no había dicho palabra y quien había estado observando atentamente a Diana, desafío a Diana con la mirada.

–seguro que yo soy mucho mejor guerrero que tu. –dijo orgulloso.

Diana desenvaino su espada, y rápidamente coloco el filo de esta sobre el cuello de Ren.

–Te venci una vez, ¿que te hace pensar que puedes vencerme ahora? –Dijo Diana amenazadoramente. Ren trago saliva. – Aunque ya conozco tus habilidades, no me interesa luchar contra ti–Diana miro a Eri – quiero luchar contra ti.