Capítulo 15

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Después de la cena, Diana y Sophie mandaron a Ren y Eri a su dormitorio, mientras ellas se fueron a la biblioteca a hablar con Eli.

Ren y Eri estaban tumbados en sus respectivas camas.

–Eri –empezó a llamarlo Ren. –Eri. –al ver que su hermano no contestaba, Ren siguió insistiendo –¡Eri!–acabo chillando Ren.

–¿Que quieres? –pregunto Eri molesto, ya que el oji–verde no le dejaba dormir.

–¿No tienes curiosidad de lo que las chicas hablan? –Pregunto Ren.

–No–contesto Eri con pesadez.

–¿No quieres ir a ver de que hablan?

–No–contestó Eri secamente.

–¿no quieres saber si Sophie está hablando de ti? –ante esa pregunta, el mago de aire, se levantó de su cama como un muelle.

–Esta bien, vamos. –Ren sonrió orgulloso de haber convencido a su hermano.

Ambos se levantaron y se dirigieron "sigilosamente" a la biblioteca, aunque hacían más ruido que un elefante en una cacharreria, por lo que las chicas les podían oír desde la biblioteca.

–Estos tíos son idiotas–Dijo Diana resignada. Sophie suspiro.

–Por una vez estoy contigo, hermana. Mientras, los chicos habían llegado a la puerta de la biblioteca, y pegaron los oídos a la puerta haber si oían algo.

–No se olle nada–dijo Ren.

–Shhh. Si no te callas, se va a oír menos.

Las chicas sabían exactamente lo que los chicos estaban haciendo, y decidieron gastarles una pequeña broma.

–Uno... –dijo Diana.

–Dos... –siguió Sophie.

–Y tres. –termino la pequeña Eli. Diana abrió la puerta de golpe, haciendo que los chicos calleran de golpe, ya que la puerta se abría hacia dentro. Las carcajadas de las chicas no tardaron en aparecer.

–Eso por cotillas–dijo Diana.

–No ha tenido nada de gracia –dijo Eri levantándose.

–Diana, te juro que esta te la devuelvo–dijo mirando desafiante a Diana.

–Inténtalo siquiera, y vas a acabar aún peor que ahora. –dijo Diana sonriendo orgullosa.

–¿porqué queríais escuchar nuestra conversación? –pregunto inocentemente Eli. Ante esa pregunta ninguno de los dos hermanos sabía que contestar.

–Emm... Veréis.... Nosotros solo queríamos saber si... Si... –Empezó a explicar titubeante Ren. Eri se llevo una mano a la cara, esperando la estúpida explicación de Ren. Por que como el bien sabía, su hermano en cuanto a pensar rápido se hablaba, decía cosas absurdas.

–Si... Estabais bien. Si, eso era. Es que escuchamos ruidos raros afuera, y queríamos comprobar que estabais sanas y salvas. –Eri suspiro aliviado, ya que su hermano no había dicho ninguna burrada.

–Ren, si hay algún peligro, te aseguro que lo llevaremos mejor sin vosotros. –Dijo divertida Diana. Las demás solo rieron.

Un rato después de las risas, todos se calmaron.

–Chicos, es mejor que vallais a dormir –dijo Sophie.

–Sophie, dejales, al fin y al cabo son magos y tienen derecho a saberlo. –dijo Diana. Todos se sentaronen la mesa que había en el centro de la biblioteca.

–Como sabéis, la magia fue creada hace siglos, milenios. –empezó a explicar Sophie. –Al principio la gente adoraba e idolatraba a aquellas personas que podían controlar, y transformar los cuatro elementos, por que los elementos son el origen de la misma magia.

–Pero, como todo en el mundo la magia necesitaba un equilibrio, si no, desaparecería.–siguió Diana.

–Para crear ese equilibrio, los ángeles bajaron del cielo, y los demonios subieron del subsuelo, para otorgar dos dones a los dos humanos mas sabios de la tierra.

–Aquellos dones eran el poder de la luz y el poder de la oscuridad. Al principio los elegidos gobernaron con sabiduría en el mundo.

–Hasta que un día el elegido de la oscuridad se fue consumiendo por su poder. Empezó a aprovecharse de su poder para obtener riquezas, y empezó a masacrae humanos, violar mujeres y mas crueldades.

–El elegido de la luz escogió a los mas grandes magos elementales, creando a los guardianes de los elementos.

–Los guardianes de los elementos lucharon contra el elegido de la oscuridad. Le vencieron, pero él consiguió huir.

–Desde entonces los humanos asesinaron a todos los magos que encontraron. Por eso nos escondemos.

–Generación tras generación, nacen dos almas, cada una de ellas con un poder, la luz o la oscuridad.

–El caso es que si existe un elegido de la luz, también lo hay de la oscuridad. –termino Diana. Ren, Eri y Eli estaban impresionados con el relato de Diana y Sophie.

–Lo que queréis decir, es que si Elizabeth tiene el poder de la luz, ¿Hay alguien con el poder de la oscuridad?–concluyó Eri.

–Desgraciadamente, así es.–dijo Sophie.

–Por esa misma razón, Eli debe entrenar, para poder defenderse. –Dijo Diana. –Hasts que seas capaz de controlar sus poderes, toma –Diana le dio a Eli un mineral anaranjado. –es una piedra de protección, mientras la lleves encima estarás a salvo.

–Gracias–dijo Eli.

–Bueno, y ahora a descansar, que mañana empezamos el entrenamiento. –todos se fueron a sus habitaciones y se durmieron.

los guardianes de los elementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora