La casa encantada (Rumania x Lectora)

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El calendario marcaba 31 de octubre y la chica peli(c/c) estaba ansiosa por que llegara la noche. Tenía preparado su traje y su mejor amigo, Vladimir, vendría por ella junto a varios más para ir pasar la noche de halloween pidiendo dulces y asustando a los niños. (t/n) disfrutaba mucho de esta festividad y mucho más si estaba acompañada, ya que así compartía con sus amistades. Este amor por fiestas como estas nació de la muy cercana amistad con Vladimir, o Vlad. Los dos se conocieron en primaria y desde ese entonces el pequeño rumano le contagió su amor por la magia y folclore de muchos lugares. Le hubiese encantado formar parte del club de magia junto a los otros dos amigos de ojirojo, Lukas y Arthur, pero como ella tenía un trabajo de medio tiempo no podía participar en actividades extracurriculares.

El hecho de poder pasar un día con su amigo era en si algo especial. Los dos estaban siempre ocupados y solo se veían en la escuela. Por otra parte los padres de la oji(c/o) no disfrutaban de la compañía del chico. Ellos pensaban que las cosas que Vladimir disfrutaba y las cosas que lo diferenciaban de los demás eran estupideces que ella no debía imitar. A (t/n) no le importaba lo que dijeran ellos, obviamente, y no dejaría a su mejor amigo por las tonterías que pensaban sus padres.

Vladimir era un chico único que siempre hayaba el lado interesante de las cosas. Amaba investigar y descubrir cosas, y su actitud extravagante hacia las cosas mucho más divertidas. El chico podía ser todo un caballero y la misma vez un gran bromista que amaba molestar a todos. Estas pequeñas cositas hicieron que la chica sintiera una atracción hacia él que superaba las barreras de la amistad. En resumen, (t/n) estaba enamorada de Vladimir.

Pero, como en toda buena historia, ella prefería ocultar sus sentimientos. Le gustaba ser su amiga y sentía que eso era lo mejor. Creía que era un enamoramiento ligero que pasaría con el tiempo, pero por el contrario se hizo más fuerte. La más mínima sonrisa que el rumano esbozaba, hacia que el corazón de la peli(c/c) latiera muy fuerte. Aun así, seguiría ocultándolo hasta que lo superara.

Un toque en la puerta hizo que la joven saliera de su pequeño trance y se dirigiera a la entrada. No le sorprendió que al abrir la puerta estuviera el ojirojo, sonriendo como siempre solía hacerlo. El chico llevaba puesto un abrigo rojo con rayitas blancas en los puños y guantes negros, una camisa blanca abajo junto a una corbata oscura, botas negras y su característico sombrerito de copa rojo con cintas blancas y rojas adornándolo. Vlad no era de usar disfraces, pero sí de vestirse de manera extravagante.

-¡Buenas tardes, querida (T/n)!- saludó- ¿Cómo te va?

-Hola Vlad, estoy bien. Pasa- la chica se apartó de la puerta y el rumano pasó. Ambos se dirigieron a la sala de estar y (T/n) le sirvió algunas galletas y jugo.

-Gracias, querida~- la chica sintió sus mejillas teñirse de rosa- y bien, ¿Qué tienes pensado usar esta noche?

-Escogí uno de bruja. Ya sabes, lo más cliché- Vladimir rió y ella se sentó a su lado. Tenían una hora para relajarse y hablar de cosas extrañas. Los dos conversaron sobre magia, monstruos, dulces y toda clase de temas que les viniera a la mente.

-Hablando de brujas...- interrumpió el chico- escuché que hay una casa embrujada cerca. ¡Será divertido ir!

-¿una casa embrujada? Suena interesante... ¿Dónde queda?

-¡En las afueras del pueblo! Una casa cercana al bosque ¿Te parece?- la oji(c/o) pensó un poco y luego asintió.

-¡Claro!

Los dos amigos continuaron su plática, esperando a que se diera la hora de salir. Mientras ambos conversaban (T/n) pensó en lo divertido que sería compartir con todos, en especial con Vlad. El brillo en sus ojos demostraba lo emocionado que estaba por ir a investigar y descifrar los misterios de esa casa, sin importar que pudiera ser peligroso.

Enamorada del mundo (Hetalia one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora