Error in the Maze | Newt | Ac. Lentas

Capítulo XXXIII

N/A:

¡Sorpresa! Muchas gracias por hacer que esta historia llegara a los 2K de votos. Y como regalo, he hecho un dibujo que será la portada definitiva de este FanFic con Indira en ella :D. Si les gusta, pueden hacer click en el enlace externo que los guiará a mi cuenta de Youtube donde subí el proceso de este dibujo :). Espero que la sorpresa les haya gustado <3

¡Saludos!

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—¿Estás listo? —preguntó Indira antes de adentrarse al bosque.

—No —contestó el nervioso—. Creo que me iré al laberinto para que los penitentes devoren mi cuerpo para luego terminar como un plopus de penitente.

—No seas trágico —dijo dándole un empujón hacia adelante—. O lo haces tú o yo le digo.

—De acuerdo, de acuerdo —dijo rendido—. Luego que se lo diga, lánzame al laberinto.

—Sólo ve y dile —finalizó Indira riendo.

Jung con pasos débiles se integró en el bosque. De vez en cuando giraba hacia atrás demostrando su arrepentimiento. Una vez que su cuerpo se haya desvanecido entre la bruma nocturna, Indira avanzó para asegurarse que su amigo no se devolviera. Se colocó detrás de un árbol que quedaba a unos metros de Jung, quien de inmediato quedó petrificado al encontrar a Minho esperándolo allí. Cuando Indira ya divisó a Jung acercarse a Minho, a paso lento quiso retirarse del lugar, pero unas manos fuerte le taparon la boca y la arrastró al otro extremo del bosque. Una vez que las manos se separaron de ella, Indira giró su cuerpo y sin pensarlo dos veces dio dos golpes en el brazo.

—Newt, larcho miertero, me asustaste.

—También estoy encantado de verte, pequeña —dijo con una risa traviesa mientras se masajeaba el brazo derecho.

—Si lo vuelves a hacer, por lo menos evita no asustarme de esa manera —comentó con una mueca en su boca, evitando que se le saliera una sonrisa.

—Perdóname, pequeña. —Newt la atrajo hacia él y la abrazó con delicadeza—. Te estaba esperando, nosotros tenemos algo pendiente. ¿Recuerdas?

—Tal vez —respondió rodeando su cuello con uno de sus brazos—. Pero... Conociéndote, sé que quieres desquitarte o comentarme que pasó con Thomas.

—Me encanta que sepas que es lo que me pasa, incluso si trato de ocultarlo —sonrió—. Ven, sentémonos.

Ambos se acomodaron en el frívolo suelo, uno al lado de otro. Newt estiró sus piernas y masajeó ambos tobillos; Indira, por su lado se sentó con las rodillas recogidas, y una vez que Newt apoyó su espalda en la pared, ella colocó su cabeza en el hombro del chico. Newt suspiró, tomó la mano de Indira y dijo:

—En cualquier momento voy a explotar, pequeña —dijo con un dejo de cansancio—. Tú eres mi único soporte, pequeña —la miró con una sonrisa impregnada en el rostro—. Eres la única razón por la que aún sigo en este maldito lugar.

—No sé si yo sea tu única razón —rió—. Ahora está Tommy —dijo burlesca—, y es él el que te tiene colapsado.

—¿Celosa?

—Puede ser —rió nerviosa—. Dime, que pasó con él.

—Teresa...

—¿Teresa?