Error in the Maze | Newt | Ac. Lentas

Capítulo XXXVI

El carraspeo de la garganta de un habitante despertó a la pareja que no se habían percatado que ya había amanecido. Indira y Newt despertaron abrazados y con ambos rostros muy apegados. Ambos se separaron con un leve rubor en sus mejillas y tímidamente desviaron sus miradas hacia la persona que se encontraba frente a ellos con una posición a la defensiva. Los dos lo observaron con temor en sus ojos. Rápidamente miraron a su alrededor, todos estaban en sus deberes. Alby aún mantenía su postura firme, con los brazos cruzados, acompañado con una mirada fría y sería como todo líder llega a tener en ciertas ocasiones.

—Larcho —fijó su mirada hacia Newt quién se estaba colocando de pié junto a Indira—, necesito hablar contigo.

El tono de voz que utilizó al dirigirse a su amigo de cabellera rubia, tensó más el ambiente. Newt revolvió su cabello y miró de reojo a Indira, quién tenía la mirada gacha tratando de ocultar el intenso rubor de sus mejillas.

—Chica —Indira levantó su mirada con pudor—, anda a trabajar, Frypan te está esperando.

Ella asintió con lentitud. Newt depositó en ella un rápido beso en su sien. Ella marchó lo más rápido que pudo sintiendo la tensa mirada de Alby.

Al llegar a la cocina, Frypan le dedicó una mirada traviesa con una sonrisa ladeada. De vez en cuando fruncía los labios para soltar algún comentario, sin embargo la mayoría de las veces decidió reservarlos. En algunas ocasiones le daba algunas órdenes o la regañaba por estar nerviosa y no prestar mucha atención a lo que estaba haciendo.

—Chica, mejor yo me dedicó a la cocina para estos larchos, mientras haz la sopa para la otra chica.

Ella asintió y dejó de lado las verduras que estaba picando. Observó el mueble y era un completo desastre. Soy un desastre, se dijo. Alby se veía tan... distante. Su actitud me puso más nerviosa que al ver a Newt abrazado a mí.

Comenzó a trabajar en la sopa. Un poco de agua en la olla, algunas verduras picadas y agregó algunos aliños que había en la despensa. Comenzó a revolver manteniéndose concentrada y olvidándose de su alrededor. Miraba concentrada como el agua comenzaba a hervir y salir el agradable aroma a caldo de verduras.

Dio un respingo al sentir unas manos rodear su cintura. Sin soltar la cuchara de la mano, se giró para encontrarse con Newt. Observó a su alrededor y Frypan no se encontraba en la cocina.

—¿Y Frypan? —fue lo único que pudo decir.

—No tengo idea, no estaba cuando llegué —respondió el con una sonrisa ladeada—Tú deberías saberlo, pequeña.

—¿Hace cuanto rato has estado aquí?

—No hace mucho —dijo soltándose de ella.

Apoyó sus manos en el mueble limpio y sin dejar de sonreír dijo:

—Te ves muy linda concentrada, pequeña. —Ella se ruborizó.

—¿De qué quería hablar Alby? —preguntó con curiosidad.

La sonrisa impregnada en el rostro de Newt, desapareció. Revoloteó su cabello con la mano, se acercó a Indira y le quitó la cuchara que aún tenía entre sus dedos. Tomó su mano y la llevó hasta los asientos de la cocina. Estiró sus brazos en la mesa y entrelazó sus dedos con los de ella.

—Desde que ese maldito penitente pinchó a Alby, mi amigo dejó de ser el mismo. Pequeña, hace años que nosotros tenemos reglas que cumplimos día a día —ella asintió—. Con Alby tuvimos el deber de comunicar todas las reglas a cada grupo de trabajo, pero hay una regla que nunca te dije y que el día de hoy, el maldito de Alby me lo refregó en la cara.