Rodeada De Idiotas

9. El sentimiento de pos-fiesta.

CAMERON'S POV.

Tardé un poco de más tiempo de lo necesario en llegar a la dirección que Thomas me había dicho, era una casa familiar y bastante grande, por lo que suponía que allí vivía Sammy con su familia. No quería conducir rápido estando medianamente borracho.

Intenté despertarla de todas las formas posibles pero no hubo caso, por lo que la cargué en mis brazos al estilo príncipe azul. Pero claro, tener alcohol en la sangre producía que los bordes de mi campo visual se volvieran borrosos y, como consecuencia, la "princesa" sufriera no menos de tres golpes en la cabeza con la puerta del auto, el techo y la puerta de su casa.

Llamé repetidas veces a la puerta pero nadie contestaba, o estaba sola, o a nadie le interesaba Sam, o eran lo suficientemente dormilones como para no despertarse cuando llaman a la puerta. Urgué en el mini bolso que llevaba Samantha colgado de su hombro para encontrar las llaves pero antes que eso encontré miles de cosas más. Siempre admiraré la habilidad que tiene el 99% de las mujeres de meter mil cosas en un bolso donde cualquier hombre podría meter 10.
- Móvil
- Dinero
- Una cantidad inexplicable de monedas.
- Tampones rosados (claramente solté una carcajada al tener esto entre mis manos)
- Chicles
- Auriculares
- Un prendedor de Harry Potter.*esto me hizo pensar en que ella era demasiado friki*
- Llaves. LLAVES!

Abrí la puerta y tras una última golpiza en su cabeza subí las escaleras de la casa y comenzé a buscar su habitación.

La primera habitación en la que entré fue en una totalmente rosa, llena de brillos y cuadros de Marilyn Monroe. Seguramente era la de Jennifer. La segunda era una blanca con una cama verde, podría ser la de Sam, pero la revista porno asomándose por debajo de la cama me dijo que era de alguno de los dos gemelos, Travis o el otro que no recuerdo el nombre.

La tercera tenía las paredes oscuras, de una tonalidad azul casi negra. En las paredes había frases en blanco, y el techo tenía pintada una imitación del cielo en la noche, con todas las hermosas estrellas. Los muebles y la cama tenían tonalidades celestes.

Samantha se removió entre mis brazos y me apresuré a dejarla en su cama y me quedé contemplándola. No se cuanto tiempo pasó, quizá 10 minutos, media hora, hasta 45 minutos podrían ser, solo se que me quedé maravillado pensando en cada cambio que se había hecho desde ayer, cuando la vi en la escuela, a hoy. No voy a negar que se veía hermosa luego del cambio que sufrió, pero lo que mas me intrigaba era la razón por la que había elegido modificar su apariencia entera. Ella me pareció extrañamente fascinante en cuando la vi, lo primero en lo que pensé fue en en estudiarla como si de un conejillo de indias se tratase. Ahora mi interés ha aumentado. No se me ocurre algo lógico por lo que haya cambiado, y no creo que mi prima sea tan influyente como para convencer a Samantha de cambiar sin ninguna razón por parte de ella.

Una vez que desperté de mi trance, la tapé con una chaqueta que encontré tirada en el suelo, dejé las llaves en su mesilla de luz y luego salí de la casa.

Cuando me dirigía a mi auto vi que una moto llegaba y a Skyler y Travis bajar de ella. La rubia iba apollada en el hombro de él, totalmente borrachos ambos y riendo sin parar. Entraron a la casa y yo me subí a mi auto para ir a la mía.

SKYLER'S POV.

La luz de la mañana inundó la habitación y me tapé la cabeza con la almohada. Tenía una resaca de mala muerte.

Me moví un poco y sentí otra piel rozarme el brazo, tuve que ahogar el grito por él susto que me dio al darme cuenta de quien era esa piel. Aunque me entraron ganas de gritar de nuevo al analizar la situación.

Miré a todos lados y vi una habitación de paredes blancas y muebles y la cama verdes. Y luego vi a una persona.

Travis. Dormido. A mi lado. En la misma cama. Un solo vistazo debajo de las sábanas me confirmó lo que estaba pensando. Estábamos desnudos.