Capítulo 16

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|BLONDE|


No diré —y me desperté con los rayos del sol... pues no es verdad, estoy despierta porque hasta aquí ha llegado mi sueño, aparte, el día está nublado, así que ningún puto rayito de sol a entrado por mi ventana.

Qué humor me cargaba.

Veía aburrida a través de la ventana, era un panorama gris, era raro ver un cielo así en L.A. porque ya saben, siempre imaginamos días soleados, calurosos, días californianos, aunque había que tomar en cuenta que la temporada de invierno estaba entrando. Pareciera como si el cielo reflejara el como me sentía en ese instante, triste y gris. Extrañaba a mis amigos y a mi familia, aun no me acostum-braba a este estilo de vida, y en otra parte era pésimo estar viviendo con la idea de que ''le caigo mal'' a mí ídolo, a mi amor platónico, y bueno, presentía que me odiaría más por la maldita apuesta de ping pong. No sé en que pensaba ayer con esos jueguitos, sólo hubíera dicho que no y ya, ¡ah no! Pero la niñita quería retar a Mark ¡soy totalmente gilipollas!
Lo que más dolía en el asunto era lo que Mark me había dicho. Aún seguía cuestionándome por qué habría apostado aquello. No estaba segura si lo decía de coña, pero su caracter frío y duro me lo hacía pensar dos veces. Desde un principo se notaba que a él no le agradaba la idea de mi llegada.

—Sólo quiero estar de vuelta en mi casa —decía mientras me recostaba una vez más en la cama.

Aparte de triste y gris me sentía fastidiada, fastidiada de traer esta maldita férula ¡necesitaba quitarmela pronto! Pero para ello debo de acudir a un doctor, y para eso necesitaba dinero y aún no cambiaba mi moneda nacional a dolares, así que debía ir a un banco y... ¡Aagh eran muchas cosas!

Era viernes, y no tenía planes de nada, es mas ¿Qué planes podría tener yo si a nadie conozco? Bueno excepto a los chicos, pero ellos tenían sus propios asuntos, aparte ni tenía mucha plata como para andar de paseo.

Me dispuse a ver películas por televisión de paga todo el día, (tampoco es que ver películas es de mis actividades favoritas)
Comencé con Transformers, pero íba a la mitad. Al término de ella inició "Querida, encogí a los niños".

Miré la pantalla de mi teléfono y la hora marcaba las tres cuarenta y siete, y aun seguía en pijama, o mejor dicho ''mi ropa comoda'' pues no es una ''pijama'' específicamente, son sólo unos pans grises y una blusa negra ancha común y corriente.

Era una floja.

Después de un par de películas más, comencé a tener sueño, (les dije que no era de mis cosas favoritas) cuando dormitaba, es decir, que mi cabeza empezó a caer a cada segundo, tocaron a la puerta, gracias al sonido me despabilé y fui a abrir.

Y una vez más ante mi Isom y Carlson, eso no me lo esperaba.

—Wow, hola —sonreí—. No lo tomen a mal, pero ¿qué hacen aquí? —dije levantando ambas cejas.

—Pues hoy es el día —dijo Carlson con su simpática sonrisa, yo sólo levanté mi ceja poniendo mi cara confusa.

—Es el día de pagar —dijo Isom mientras ambos entraban a mi cuarto de hotel.

—¿Pagar? ¿Y qué debo pagar? ¿o quién me pagará? ¿me darán dinero? —dije confusa mientras cerraba la puerta.

—Haces muchas preguntas _____ —rió. Sí, la verdad soy muy perica—. Mark, hoy paga la apuesta.

—¿En serio lo hará?

Yep —me contestó entre risas.

-—¿Por qué esa cara ______? —dijo Carlson al notar mi seriedad.

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