Capítulo 29

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|SOKO|



—¡Oh, _____! —le oí decir a Mark en un susurro. Me miraba con su boca ligeramente abierta.

De estar todos gritando en alegría, pasó a un silencio tan pero tan asqueroso para mi. Claro, todos veían a la estúpida niñita de brazito enyesado empapada de soda morada.

En ese momento de mudez sólo pasó en mi mente la canción de Reesse "Meeenti mentas que buenas son..." quería aplicar lo que había visto en aquel episodio de Malcom el del medio, quería pretender que no existían esos segundos y que no me importaba nada de lo que había visto.

—Aah, yo... —mis labios hicieron su tic como por 5 segundos —yo venía a buscarte para... —miré hacia la mancha de soda en mi blusa —bueno, ya no -sonreí incómoda ligándose a una mueca.

—Aaay, ¿acaso esa era mi soda de uva? —había dicho Soko en un tono de tristeza absurda mirando a Mark.

Así que la bebida era para ella, ¡vaya! ¿yo por qué le debería traer cosas a esta tipa? Soy asistente de Mark, no de ella, fin.

Mark me miraba aún.

—Ahh ahh... —musitaba sin articular una palabra mientras se separaba de Soko algo nervioso —____, ammh, ven pasa. —Lo miré seria negando levemente con la cabeza. —Soko, te quería presentar a _____ —con su mano una vez más me indicó que pasara. Por educación, crucé la puerta algo penosa, en una mirada rápida miré todo mi alrededor, aproximadamente la habitación no pasaba de unas 15 personas. En medio del gran camerino, se encontraba una mesa de ping pong, al parecer estaban jugando.

—Hola —dije penosa cuando estaba frente a ellos.

—_____, ella es Soko, una vieja amiga —la presentó.
¿Amiga? Sí por supuesto, ¿entonces el tremendo beso qué? ¿es su saludo de amistad?

—¡Qué onda! —dijo ella en forma de saludo mostrando una bonita sonrisa.

—Soko, ella es ____, la fotógrafa de la banda —Exacto, eso debería de quedar claro en mi cabeza, sólo soy una fotógrafa, Mark no era nada para mi ni yo para él, no debería interesarme tanto todo lo que haga, ah pero soy necia. —y _____ esta es la banda de Soko y parte de su equipo —prosiguió presentando en general, volteé a ver a todos y sonreían y saludaban amistosos.

—Oye _____, ¿por qué no te quedas un rato con nosotros? La estamos pasando genial —me ofreció Soko recargando su brazo en el hombro de Mark. Para ser sincera, Soko tenía un estilo al hablar muy peculiar, con un tono suave y relajado, con una pizca de acidez.

—sí, ya lo veo —comenté sin expresión alguna.

—¡Mark! Hay que seguir con la partida del juego —dijo un chico algo hipster desde el otro extremo de la mesa de ping pong.

—Hombre, pero esta vez ya no quiero jugar con apuestas, me estoy dando cuenta que soy malo en eso. —decía Mark riendo, y algo particular de esta sonrisa, es que se puso algo rojo de la cara, ¿acaso estaba avergonzado? —¿tú quieres jugar un poco? Tú sí eres buena _____. —dijo ya más tranquilo.

—No no, gracias —negaba —yo tampoco quiero volver a apostar en el ping pong. —decía seria. No podía disimular ni un poco mi enojo. Patética.

—¿por qué? —preguntó curiosa Soko. Mark sólo apuntó hacia su cabello, era obvio, Soko se limitó a reír un poco sin antes expresar un "aah" de entendido.

—bueno, yo... Yo me tengo que ir.

—¿Por qué? Quedate un rato —me dijo Mark.

—No gracias —le fruncí mis labios formando una sonria falsa, tanto que era muy obvia, si me hubiera visto, me hubiera reído mucho—, quiero estar un rato con los chicos antes del show —dije refiriendo a Foster the people—, aparte, debo ir a limpiar esta fea mancha —apunté a mi blusa.

What I Feel For You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora