What I Feel For You

Capítulo 36

|NO DE ÉSTA MANERA|

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—¡Andy! —saludé amistosa al ver en número telefónico.

—Hola ____, ¿cómo estás? ¿Cómo te va en tu nuevo trabajo? — comentó divertido.

—Bastante bien, todo es perfecto, ¿y tú? ¿Cómo has estado? ¿Qué tal va tu mamá?

—Pues fijate que la operación fue todo un éxito, y ha tenido mejoría muy rápido en éste mes, ya sabes, los Barron somos muy fuertes —rió.

—Me alegra tanto escuchar eso —sonreí—, ¿Eso significa que pronto volverás?

—Tal vez para el inicio de la gira por latinoamericana esté por allá.

—Pues parece que trabajaremos juntos.

—Lo sé, Fabricio me contó que alargó tu contrato, felicidades —imaginaba que sonreía—. Bueno, te informo el motivo de mi llamada —carcajeó—, el jueves por la noche haré una reunión en el Club Tee Gee, irán varios colegas y amigos, porque prepararé algo especial, y me encantaría que asistieras —al escuchar su invitación me sentí muy alagada.

—¿Vuelves ya Los Angeles?

—No, sólo voy unos días y vuelvo a Nashville para seguir al pendiente de mi mamá... Pero entonces, ¿irás a la reunión?

—Claro, ahí estaré —afirmé ansisosa—, ¿y se puede saber el motivo de ésta reunión tan especial?

—Es que... —rió nervioso—, le pediré matrimonio a Roxi —elevé mis manos hasta mi boca.

—¡Andy! —emití emocionada—, wow, ésta noticia me sorprende.

—Imaginate yo, estoy en un transe de nerviosismo —rió—, mi madre me ha estado animando y pues lo decidí, realmente quiero pasar al siguiente nivel.

—Oh por Dios —solté emocionada.

—Sólo quiero que ese día fluya todo normal para que no lo noté, sino, arruinará la sorpresa...

—Ten por seguro que todo saldrá genial.

—Cruzo dedos —mencionó divertido y ambos reímos—, bien, te envío la direccion por whatsapp y te espero el jueves entonces.

—Sí sí, gracias Andy —dije finalizando la llamada.

Qué privilegio ser partícipe de esta clase de momentos de personas que solía conocer por Instagram.

Me paré del sofá y fui a sacar mi cena del microondas. Tomé mi burrito y fui hacia la mesa a sentarme. Mientras comía, revisaba las notificiones de mi celular, y chateaba con mis amigos, quienes se habían marchado de vuelta a México el día de ayer. Bastante me costó insistirles que se quedaran más tiempo, pero ellos tenían deberes que atender allá. Y pues, tuve que limpiar yo sola todo el desastre que había dejado la gran fiesta que se había hecho el domingo. No recuerdo mucho después de haber tomado los vasos de tequila, pero presentía que bebí hasta caer rendida. Mis amigos por la mañana me dijeron que estaban sorprendidos porque pensaban que eso del alcohol lo había dejado tiempo atrás, y la verdad no sé que me pasó, había caído una vez más en estos placeres, pero no me contuve. Sólo de recordar la escena de Mark y Nancy me revuleve el estomago. Sé que los celos me manipularon completamente dando el resultado de ahogar las penas en un lago de tequila. Aunque no lo negaré, ya extrañaba aquellos sabores en mi paladar.