Intercambio de favores

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Leyna miro al chico que tenia delante suya, enserio Gideon nunca se iba a rendir con eso de destruir a los Pines... pero primero tenia que pedirle que lo sacara de ese lugar... si había algo que le gustaba de hacer tratos o "favores" como ella los llamaba, era que se los podía cobrar de la forma en que ella quisiera.

- Pero bueno... soy Leyna Eclipse, demonio de la oscuridad, no hay mucho que decir...ya sabes la dinámica ¿no?

- Si... y quiero hacer un trato contigo, yo quiero...

- ¡Hey! ¡Para tus caballos, niño! - le interrumpió ella colocando una mano gigante frente la cara de Gideon - Yo no soy de hacer tratos, si quieres un trato hazlo con Bill Cipher... yo soy mas de hacer favores.

- ¿favores?

- No creas que será gratis... mira, yo te hago un favor y tu me lo devuelves cuando yo te lo pida ¿entiendes? Ese es mi modo de trabajo, si lo entiendes, entonces dime que es lo que quieres...

- Quiero que me saques de aquí y que nadie recuerde lo que sucedió... ahora ¿Qué me vas a pedir?

- Eso lo veré más adelante - rio la demonio aplaudiendo - bien... eres libre.

Y con esas palabras, el lugar donde se encontraban desapareció, dejando a Gideon libre en medio del bosque.

- Te lo advierto, niño - le llamo Leyna - te saque y nadie recuerda que te arrestaron, pero mis poderes no pueden hacer que los recuerdos sean 100% borrados ni tampoco puede afectar a la familia Pines por ciertas razones... así que no lo olvides, cometes un error y todos recuperaran su memoria.

- ¿¡Qué!? ¿¡Por qué no me dijiste eso antes!? ¡Eres un demonio, debes poder hacerlo!

- Oye, tranquilo enano... pasaste ya dos años en la cárcel, decepcionaste a todo un pueblo e hiciste que los Pines se convirtieran en héroes... ¿crees que borrar los recuerdos de dos años es fácil? Yo solo puedo nublar los recuerdos, no eliminarlos, es más, es imposible borrar los recuerdos a menos que sea con el tiempo... descuida, dentro de un par de años más los recuerdos nublados desaparecerán, por ahora, mantén perfil bajo, es un consejo.

- Eso me basta... ahora dime que es lo que quieres

- Te lo diré cuando lo necesite ¿entiendes? - rio ella - ahora... no lo olvides, tus ojos solo muestran una mentira que quieren que creas, ¡bye!

La risa de la media luna lleno el lugar para luego dejarlo solo... se preocuparía más tarde de lo que esa demonio le pediría... cualquier cosa que le pidiera seria un precio bajo por lo que estaba a punto de cumplir, su venganza contra los Pines.

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

Había pasado una semana desde que había comenzado a "salir" (por llamarlo de alguna forma) con Bill, me agradaba estar con Bill, habían días en los que desaparecíamos por completo en el bosque y regresaba solo en la noche para la hora de comer, un par de veces Bill me había acompañado a casa, me sorprendió como mi familia lo había aceptado como parte de la familia en poco tiempo, incluso podría decir que se llevaba mejor con Mabel que yo.

- Oye, Pino - me llamo sentándose a mi lado, le mire de reojo, tenia un suéter amarillo como los que siempre usa Mabel - ¿Te gusta el suéter que hice un Mabel?

- Lindo... creo - dije riendo - oye... ¿Cuándo dejaras de llamarme Pino? Me recuerdas a... alguien que no me agrada mucho.

- ¿No te gusta que te llame Pino? - sonrío - esa es otra razón para llamarte Pino...

- Te odio.

- Sé que me amas.

Solté un suspiro mientras regresaba a mi lectura. Sentí a Bill recostarse en mi hombro mientras miraba de reojo lo que estaba leyendo, eran algunas de mis anotaciones de mi nuevo diario, algunas en las que el mismo Bill me había ayudado... aun tenia duda sobre esa teoría que tenia sobre que los demonios podían adoptar otra forma sin tener que apoderarse de un cuerpo humano.

Lo que no fue escrito (BillDip) #PremiosGravity2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora