Osa Mayor

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Will había salido a caminar, se había quedado parado frente a lo que era la granja de los Gleeful, cuando veía al mayor de la familia no podía evitar sonreír como un idiota... habían pasado dos días en los que Bill se había ido, tal vez el espiar a los Gleeful le ayudaba a distraerse un poco.

- ¿Espiando a los Gleeful, hermanito? – Will se giro cuando escucho una voz detrás suya.

- ¡Bill! – corrió hacía su hermano para abrazarlo, este correspondió el abrazo con algo de desgano, a veces su hermano menor podía ser muy emotivo – Pensé que ya no regresarías ¿Qué te sucedió? Dijiste que...

- Las cosas se complicaron – señalo su pierna – pero... descuida estoy bien... por lo menos lo estaré hasta que NorthWest venga a buscar su piel de ciervo...

- ¿No encontraste al ciervo? ¿Qué sucedió en tu pierna? ¡No me digas que los gnomos te atacaron otra vez! ¡Por todos los cielos, Bill! ¡Te he dicho que....!

- Cambiando de tema – interrumpió el mayor – ¿Qué haces espiando otra vez a Ripper Gleeful? Sabes que es el ser más despiadado en todo el pueblo ¿verdad?

- No es tan malo como crees... se parece mucho a ti.

- Tierra... tragame, primero muerto a parecerme a ese...

- Se preocupa por su hermana – interrumpió el menor mirando hacía la granja de los Gleeful – ayer... estaba en la cabaña preparando algunas medicinas que me habían ordenado cuando tocaron la puerta... fui a abrir y era Ripper, fue a pedirme algo de esencia de Lirio de nieve... ya sabes... es un tipo de analgésico muy efectivo... le dije que no tenia nada pero si había algo en lo que pudiera ayudarle lo haría – el menor rió bajando la mirada – al principio no quiso decirme nada... luego me dijo que supusiera que alguien se había caído de un caballo y se había dañado un tobillo, ¿Qué usaría para que dejara de doler?... le di una medicina para calmar el dolor...

- ¿Y?

- Mira el tobillo de Rabel – señalo el menor – tiene una venda rosa... ese color es causado por la medicina que le di a Ripper ayer... es orgulloso, pero no es tan malo – sonrió caminando lejos de la granja – igual que tu ¿Por qué otra razón hubieras liberado al ciervo?

- ¿Qué?

Bill miro a todos lados alcanzando a su hermano y acorralándolo contra un árbol.

- ¿Cómo sabes que libere al ciervo?

- Soy médico, Bill – señalo el vendaje – fuiste envenenado, por el color imagino que era flor de ámbar y agua del río de las sirenas, lo he usado varias veces... te conozco... odias tener deudas con otros, si hubieras matado al ciervo...

- Ya lo entendí... ¿Quién eres? ¿Un investigador privado?

- Sé mucho sobre medicinas – sonrió – no eres mala persona, hermano... dicen que si perdonas la vida de un ciervo encontraras a tu verdadero amor.

- Esas son tontas leyendas, Will... no me digas que crees en ellas.

- Hay veces en las que no hay que creer o dejar de creer – rió – vamos... aun tienes que inventar una excusa para NorthWest.

El mayor soltó un suspiro mientras seguía a su hermano a la cabaña, iba a ser un día muy pesado para ellos...

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Cuando regreso a su hogar el regaño de su hermano mayor no se hizo de esperar... Sirio le había gritado durante casi una hora por haberse metido en problemas, sobre que pudo haber muerto por estar tan cerca de ese cazador (claro, no le había dicho toda la verdad) que había sido muy imprudente de su parte estar tan cerca de un humano, que había puesto a todos en peligro y etcétera... al final había terminado por escapar al río de las sirenas.

Lo que no fue escrito (BillDip) #PremiosGravity2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora