De nuevo me encontraba entre todos esos arboles, en la punta de aquella montaña, donde podrías gritar y nadie te escucharía por su propio ruido.
Los días pasaban y la rutina consistía en entrenar mi mente y cuerpo.
Mi ojo izquierdo estaba negro y el derecho verde. Era un tanto extraño mirarme al espejo y encontrarme así.
No había hablado con nadie desde mi llegada y los extrañaba demasiado.
Salí de la ducha y me coloque unos pantalones holgados y una remera simple.
Me recosté sobre la cama,
Mi cabeza daba mil vueltas, los pensamientos se amontonaban, tenía que dejar de pensar.
Me levante y salí de la pequeña casa que me habían brindado. Las mujeres trabajaban, ya no era un bicho raro, nadie me prestaba atención. Camine hacía el bosque y topé con el lugar donde destruimos el collar. Sentí la necesidad de permanecer allí, me recosté sobre el pasto.
El tiempo pasaba, había dejado de pensar, sentía que flotaba.
Mis ojos se cerraron y el deseo de verlos se hizo más grande.
Me encontraba en mi habitación de mi casa, todo seguía como lo había dejado la última vez que estuve ahí. Abrí la puerta del corredor y salí, fui a la cocina y vi a mi padre haciéndose comida. De pronto dejo de cortar los vegetales y miro para adelante. Pensé que el televisor estaba prendido ya que se encontraba detrás de mí.
-Etna...-Dijo.
Él me podía ver.
-Papá.-Dije y corrí hacia él.
-Hija.-Dijo abrazándome-. ¿Cómo es posible esto?
-No lo sé.-Dije llorando.
Hace mucho tiempo que no lo había visto y eso me mataba.
-Te extrañé.-Dijo.
-Y yo a ti.
De pronto vi dos figuras a mi lado.
Canopus y Deneb estaban allí.
Mi padre las observo.
-Es hora de irse.-Dijo Canopus.
-Quiero pasar un poco más de tiempo con mi papá.-Dije acercándome mas a él.
-Es peligroso todavía, Etna.-Dijo Deneb.
-Necesita mucho poder para hacer esto. ¿No?-Pregunto mi padre.
-Sí.-Respondió Canopus.
-Anda, ya nos veremos.-Dijo dándome un beso en la frente.
-Te amo.-Dije abrazándolo.
-Y yo a ti hija.-Respondió.
Sentí como me esfumaba de sus brazos y volví a donde me encontraba anteriormente.
-Sé que duele, pero deberás aprender todo antes de poder realizar esas cosas. Isabela nos dijo que tuviste una visión con tu novio, te estas volviendo fuerte rápido y necesitamos entrenarte para que no te lastimes.-Dijo Canopus.
-Entiendo.-Dije mirando a los arboles.
-Vamos... Ya es hora de entrenar más.-Dijo Deneb llevándome con ella.
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BRUJAS
Novela JuvenilEtna, es una chica de 16 años que oculta un secreto muy grande para la humanidad. Es una bruja y una muy especial. Registrada/protegida por SafeCreative Todos los derechos reservados.