El tiempo había corrido muy rápido, pronto las clases terminarían.
No supe más sobre Isabela o las originales. Pero sabía que pronto vendrían.
Me mire al espejo nuevamente, mis ojos ya no eran los mismo que hace unos meses atrás.
Uno de mi iris estaba dejando de ser verde y comenzaba a ponerse negro.
No sabíamos lo que significaba pero algo raro estaba pasándome.
-Deja de pensar.-Dijo Ranji desde el portátil.
-Es que tengo miedo.-Respondí sin mirarla.
-Nada malo te pasará, ya vendrán y nos explicarán lo que te pasa.
Salí del cuarto y me dirigí al patio, el verano estaba cerca, pero esta primavera era fría, más fría que las anteriores.
Algo estaba por pasar, lo sabía. Sabía que mi vida iba a cambiar por más que los demás dijeran que todo iba a ser normal.
Unos brazos rodearon mi cintura.
Su aroma inundo mis sentidos.
-Te amo.-Dijo su voz profunda.
-Yo también te amo.-Dije dándome vuelta para verlo.
Matías llevaba su cabello un poco más largo y sus ojos lucían cansados, sin embargo su sonrisa hacía que todo se esfumara.
-Tengo miedo.-Dije de repente.
-Ya vamos a saber lo que pasa. Isabela esta aquí.-Dijo acariciándome un mejilla.
No la esperaba tan pronto.
Caminamos hasta la oficina de Nereida.
Al abrir la puerta pude ver su larga cabellera tapar sus hombros, su sonrisa era la de siempre, sus ojos negros tan profundos que ocultaban miles de secretos.
-Hola.-Dijo acercándose.
La abrace, tanto tiempo sin verla pero seguía igual que siempre.
Me observo, miro mis ojos e hizo una mueca.
-Vas a estar bien si eso es lo que te preocupa. Pero tenemos que hablar.
-Esta bien.-Dije tratando de parecer calmada.
-Las dejo solas.-Dijo Matías y me dio un beso en la mejilla antes de irse.
Cuando estuvimos solas Isabela tomo asiento y yo hice lo mismo.
-Quiero que te relajes.
-Es que tengo miedo, Isa, esto... Esto parece que nunca terminará. Hace poco soñé con mi madre...
-Lo sé.-Dijo Isabela.
-¿Cómo que lo sabes?-Pregunté confundida.
-Etna... Mira, yo no se por donde comenzar.
-Empieza por donde puedas.
- Tus ojos. Se están volviendo negros por todo lo que paso, fuiste a nuestra aldea, desde ahí Canopus supo que pasaría esto, pero ella tenía la esperanza de que tus ojos no se empezaran a volver negros.
-No entiendo.-Dije.
-¿Recuerdas que Anastasia tenía los ojos negros?-Preguntó.
-Sí.-Respondí.
-Bien. Anastasia tenía los ojos azules y luego de hacer todo lo que hizo se comenzaron a volver negros, Anastasia podía ver lo que otros no, podía sentir lo que las Nusba sentimos. Eso es lo que te pasará. Comenzarás a ver y sentir el mundo, será pesado Etna.
-No se que decir...-Dije levantándome de la silla.
-No es tan malo como parece. Pero tendrás que aprender a controlar las cosas que sentirás. Por eso queremos que este verano vengas a nuestra aldea.
-Pero yo tenía planes con mi familia...-Dije.
-Ya hablamos con tu padre. El acepto, pero tú debes aceptar venir.
-Esto... Es mucho.
-Lo sé. Pero es lo mejor para ti.
Sabía que lo tenía que hacer... Era ahora o sufrir en el futuro.
-Iré.-Dije firme.
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BRUJAS
Novela JuvenilEtna, es una chica de 16 años que oculta un secreto muy grande para la humanidad. Es una bruja y una muy especial. Registrada/protegida por SafeCreative Todos los derechos reservados.