Capitulo Veintiuno

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Niall

Al llegar a mi casa escucho ruido en la cocina, juro que si los chicos llegaron sin avisarme que vendrían los matare. Dejo las maletas de ___ en la entrada y entro a la cocina, verla ahí me hace feliz y sonreír como un idiota. Me recargo en el marco de la entrada mientras la miro preparar hot cakes e inundó mi olfato con ese delicioso olor.

—Pensé que no sabías cocinar —Digo, ___ se espanta y al mirarme sonríe sonrojada.
—Los americanos también somos autosuficientes.
—Lo dudaba —Me incorporo y me acerco.
—¿Quieres?
—¿No tiene veneno o algo parecido?
—Olvide eso —Sacude la cabeza.
—Se ve delicioso —Me da un plato con cuatro hot cakes —¿También tu comerás cuatro?
—Solo dos —Agarra otro plato con solo dos pequeños hot cakes.
—Y también sabes preparar café, vaya —Me siento en la mesa de la cocina y dejó mi plato frente a mí.
—¿No te gusta?
—De vez en cuando —___ se sienta frente a mí, y comienza a comer.
—¿Me miraras o comerás?
—No sé si confiar en una americana.
—Deberías —Da un sorbo a su taza de café —Dejaste mi puerta abierta y no huí.
—No me di cuenta —Miento.

Sin decir algo más, los dos comenzamos a comer el desayuno que ____ preparó. Debo admitir que son los mejores hot cakes que he comido, podría devorar otro más, pero no alimentaré su ego diciendo que son magníficos.

—¿Qué tal? —Pregunta ansiosa cuando mi plato vacío.
—No está tan mal —Digo sin mucha importancia.
—Seguramente tú los preparas mejor.
—En realidad sí —Sonrío victorioso —No es por nada, pero soy un magnífico cocinero
—Ya veo —Abre los ojos fingiendo sorpresa —Y guitarrista
—¿Guitarrista? —No es algo que las personas sepan sobre mi, en realidad es algo que me gusta que sepan. En la sala tengo mis guitarras, probablemente estuvo husmeando en mi casa —¡Oh! Olvidaba que eres una chica bastante curiosa
—No es mi culpa que estén a la vista, deberías guardar mejor tus cosas
—Es mi casa, no me gusta traer personas así que allí están bien, si terminaste puedes ir a tomar una ducha y cambiarte
—No me digas qué hacer —Contesta un poco tensa. No voy a responder de la misma forma, estaré tranquilo.
—Bien, supongo que será un espectáculo para los hombres ver ese maravilloso cuerpo americano que tienes —Suelto una carcajada y la miro de pies a cabeza, sus mejillas se tornan rojas y cubre su cara
—¿Siempre eres tan idiota?

No contesto nada, solo sonrío ampliamente. ___ sale de la cocina y más tarde escucho sus pasos subiendo las escaleras.
Todo marcha de maravilla, debí tratarla de esta forma desde un principio, pero tiene un carácter muy similar al mío que me hace exaltar.
Mi celular comienza a vibrar dentro del bolsillo de mis jeans, como por instinto lo agarro para ver quién llama, «Liam», deslizo el dedo y llevo mi celular a mi oído.

—Niall, por fin —Dice Liam aliviado.
—No me habías llamado
—No hemos sabido nada de ti amigo
—No exageres
—Hablo enserio, ¿qué te pasa? Deberías ya superar a Emily, sé que fue tu primer amor verdadero pero te lastimó. No te merece
—Superé a Emily hace mucho Liam, estoy excelentemente bien, ¿de acuerdo?
—Aún que lo digas sé que mientes, no sé por qué diré esto, pero era mejor cuando ibas conquistando a todas las chicas a tu paso
—Aún puedo hacerlo
—Ya no vienes a fiestas con nosotros
—Iré —Miento
—¿En verdad? —Pregunta alegre —Hoy iremos a comer al restaurante que te gusta, ¿vienes?
—¿Hoy? Eh... Lo siento Liam, ya tenía planes
—¿Ah sí? ¿Se puedes saber cuáles?
—Mi padre —Miento mientras intento crear una historia convencible —Vendrá a Londres y tengo que recibirlo
—Ni siquiera tú te crees eso
—Es verdad. Si quiero un nuevo auto tengo que hacerlo, ¿no?
—Bien, entonces será luego supongo
—Claro Liam, será después
—Nos vemos Niall

Sin decir nada más finalizó la llamada y vuelvo a guardar mi celular. Los minutos pasan rápido hasta que escucho los pasos de ____ recorrer los escalones nuevamente, salgo de la cocina y me encuentro a una chica totalmente diferente. Parece fresca y nuevamente feliz, jeans ajustados que dibujan un perfecto trasero y una blusa que me deja admirar lo bien que se ve su pecho escondido tras la tela. Su cabello está sujetado en una perfecta cola de cabello alto y su maquillaje es sutil pero muy provocador.

—Bien —La escaneo de pies a cabeza un par de veces ms hasta conseguir hablar —Podemos irnos
—¿A dónde?
—No se, debe existir algún lugar del aburrido Londres que te guste —Tomo las llaves de mi auto y me dirijo a la puerta.
—Espera —Dice ella, no se ha movido ni unos centímetros de su lugar. Giró a verla y abro los ojos esperando que diga algo más —¿Cómo sé que no es una trampa?
—¿Trampa? —Abro los ojos sorprendido, no había pensado que salir podría interpretarse como una "trampa"
—Si, me tienes aquí dentro tratándome como una mierda y de la nada quieres que salga contigo
—De acuerdo, me descubriste —Levanto los brazos como si ella fuese un policía que va a revisarme —Después de salir pensaba coger contigo, arruinaste la sorpresa. Buen trabajo —____ no sabe cómo reaccionar a mis palabras, se queda callada y camina en silencio hasta mi. Eso me da a entender que tal vez si quiera que me acueste con ella más tarde.

Stockholm SyndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora