Capitulo Quince

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"Te necesito." Dice con tono suave y ojos angelicales. Lo miro fijamente a los ojos, el hacia lo mismo pero al instante los aparta.

"¿Perdón?" Es lo único que consigo articular.

«Te necesito.» Es todo lo que puedo pensar. Esas imágenes de Niall besando a esa zorra... ¿Esa zorra? Nunca había llamado así a alguien, ni siquiera a la chica con la que Masson me engaño. No puedo evitar sentir celos, es como si quisiera que los delgados y audaces labios de Niall fueran sólo para mi, eso quiero. Que sean sólo para mi.

"Por favor." Lleva la mano a su nuca. "Bésame."

Involuntariamente mis pies se acercan a él, miro sus labios repasando cada milímetro de ellos. Quiero besarlo más que nada. Cierro los ojos y nuestros labios impactan, parece como que nuestras bocas están hechas para estar pegadas. Siento un fuerte mordisqueo en mi labio inferior y de pronto suelto un quejido.

"Lo siento." Sonríe en mis labios. Levanta la mano para deslizarla desde mi cuello hasta el espacio entre el borde de la camiseta y mi abdomen. Sin preguntar nada sube la camiseta, separamos nuestros labios para pasarla por mi cabeza y que luego termine en el suelo. Quedo sólo con el sostén puesto frente a el, nunca había estado tan desnuda frente a alguien. Mis manos cubren involuntariamente mi cuerpo y mis mejillas comienzan a arder.

"Por favor no te cubras." Pone sus manos sobre mis muñecas para apartarlas. "Estas buenísima mujer." Se muerde el labio mientras me lanza una mirada hechizante -clásico de el-

Vuelve a chocar sus labios contra los míos, esta vez de forma más agresiva y desesperante. Desliza sus manos hasta mis caderas para acerarme más a el. Logró sentir un bulto pegado a mi sexo, se siente tan duro. Sonrió sonrojada, seguro ahora estoy peor que un jitomate.

"Me pones duro." Susurra en mi oído. Camina hacia atrás hasta sentarse sobre la cama y dejarme de pie frente a el. "Quiero devorarte nena."

"Puedes... Puedes hacerlo." Digo entre gemidos. Mi cabeza no responde de la forma que esperaba. Yo quería ser fría y fuerte como lo es el, quería que se diera cuenta que se equivoco en traerme a mi aquí, pero simplemente no puedo resistirme a sus obscenidades y a sus caricias que encienden cada milímetro de mi cuerpo.

"No iba a preguntarte."

Suelto un grito ahogado cuando siento su lengua pegada a mi abdomen, lame con tanta suavidad que hace esta escena que debería verse desagradable, algo realmente exquisito. Siento que su lengua desciende hasta llegar al elástico de mis bragas.
Deseo que haga otro movimiento aún que no se que puede hacer, se que me va fascinar. Sabe tocarme tan bien que no quiero alejarme de él aunque sé que esto está realmente mal. Separa su lengua de mi cuerpo, suelto un quejido «¿qué haces? No quiero que dejes de hacer lo que hacías». Se recuesta sobre la cama, pone sus brazos debajo de la nuca y me mira mientras se muerde el labio. Por un segundo me siento incómoda, tengo sólo mi ropa interior puesta, nunca nadie me había visto así.

"Ven aquí nena." Susurra desde la cama.
Mi mente dice que tome la camiseta y salga corriendo de aqui, pero mis pies no obedecen y se acercan. El fija su mirada llena de lujuria en mis ojos. Apoyo una rodilla y subo a la cama. El me da la mano para ayudarme a subir, cuando nuestras manos se tocan siento una electricidad que recorre todo mi cuerpo, de pronto siento que me jala con fuerza hacia él. Pongo mis rodillas a lado de su cuerpo quedando a horcadas sobre su regazo. No quiero pegar tanto mi cuerpo al suyo así que me apoyo en mis rodillas. Parece que a él no le gusta mucho eso. Atrapa mis caderas con sus manos y me aprieta para quedar más cerca.

"Así es como me gusta." Dice, y sonríe con malicia. Puedo oler un ligero rastro de alcohol combinado con menta fresca, es exquisito. De pronto recuerdo que está ebrio y que tiene a una chica abajo con la que estaba apunto de hacer esto mismo. Quiero irme y comenzar a llorar por imaginarme que otra chica podría estar montada sobre el, pero el me embriaga casi tanto  alcohol, lo necesito. Probablemente más de lo que el a mi. De nuevo vuelvo a pensar en esa chica, o esa zorra. Siento mis ojos nerviosos, yo no se que debo hacer ahora y seguramente esa chica ya lo tendría gimiendo y gritando.

"¿Sucede algo?" Pregunta, su mano roza mi mejilla con tanta delicadeza que me hace sonreír.

"Es que yo..., no se que hacer." Confieso nerviosa.

"Sólo déjate llevar." Sonríe ampliamente. "Puedes hacer todo lo que quieras."

Me acercó un poco más, levantó la mano para acariciar su torso sobre la camiseta.

"Creo que esto sobra." Dice, se levanta un poco con cuidado y se quita la camiseta. Es tan perfecto. Me muerdo el labio con fuerza para darme cuenta que no es sólo un sueño. "¿Mejor?"

No contesto nada sólo asiento con la cabeza despacio sin dejar de examinar cada milímetro de el. Vuelve a recostarse, levantó la mano y lo miro pidiendo permiso para tocar, el asiente con mucha confianza. Pego mis manos sobre su pecho para tocarlo y noto que cierra sus ojos. Acaricio con mucho cuidado, puedo ver que esta relajado y que su pecho asciende y desciende, bajo la mano y desabrocho el cierre de sus jeans, luego meto el dedo debajo del elástico de su bóxer. Abre los ojos como platos de inmediato y parece estar nervioso. «¿lo he puesto nervioso?»

"¿Puedo... Hacerlo?" Pregunto nerviosa.

"Esperaba que lo hicieras desde hace mucho."

Bajo la mano, por debajo de la ropa interior y los jeans, alcanzo un bulto que se esconde debajo de esa tela. Lo rozo con la mano y escucho su respiración acelerada. No se exactamente que hacer, sólo tocarlo de arriba abajo. No quiero mirarlo a los ojos así que sólo miro su crecida entrepierna.

"¿Te ayudo?" Pregunta con tono tembloroso y leve.

Asiento con la cabeza, coloca su mano sobre la mía. Abre mi mano y coloca mis dedos sobre su miembro. Escucho que toma aire con fuerza, lo miro a los ojos y aparta su mano.

"No hagas eso nena." Gruñe.

Aparto la mano y lo miro confundido.

"Sigue con eso mierda. Sólo no me mires con esos ojos tan inocentes que me dan ganas de hacerte millones de cosas."

Quiero más que nada que lo haga. Quiero recostarme y que haga todo que quiera hacerme.

"Me encanta sentir tu mano alrededor de mi. Te necesito para que se me ponga tan dura."

«Te necesito para que se ponga tan dura.» ¿Acaso esta diciendo que me necesita sólo para sentir su miembro duro? Me detengo con los movimientos hacia arriba y abajo sobre su miembro.

"No ____, no quería decir eso." Parece como que lee mis oensamientos. "Continúa por favor."

Stockholm SyndromeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora