Jisoo notó que Jeonghan se había vuelto inestable.
¿Era su mareo de nuevo? ¿El vértigo había vuelto? Jisoo no tenía tiempo para preguntarse acerca de la condición de Jeonghan, rápidamente se volvió hacia él y lo sostuvo de la cintura de forma insegura.
Jeonghan cayó de espalda entre los brazos de Jisoo, el peso extra hizo que se ambos tambalearan, hacia la pared.
Ambos labios se rozaron suavemente.
Las pupilas de Jisoo se dilataron con solo ese pequeño roce. Ese había sido su primer beso si su memoria no estaba equivocada, y había sido con un hombre.
Pero Jisoo no podía enfadarse con Jeonghan en absoluto.
No había sido culpa del más bajo. Sus labios eran tan suaves y delicados. La sensación era sorprendentemente buena.
Se quedaron en esa posición unos momentos hasta que el dolor de Jeonghan fue disipándose de a poco, haciendo que recuperara el conocimiento de lo que sucedía a su alrededor.
Sus ojos se agrandaron de la sorpresa al darse cuenta de lo que había hecho. Rápidamente se separó de Jisoo. Su rostro estaba tan rojo como un tomate.
En ese momento otra imagen de un chico parecido a Jeonghan dándole un beso a un chico dormido, pasó por su mente.
“Jisoo, lo siento” se disculpó Jeonghan apenado. “Lo siento, lo siento, realmente no fue mi intención…” La palabra vergüenza estaba escrita por todo su rostro, ya que no se atrevía a decir la palabra ‘beso’.
Deseaba poder cavar un hoyo y meter la cabeza en él, o salir corriendo y alejarse lo más posible de Jisoo.
‘¿Qué pensará Jisoo ahora de mí?’ Pensó.
“Está bien, fue solo un accidente. No lo tomes tan a pecho” sonrió Jisoo.
“Un accidente…” pronunció Jeonghan torpemente. “Así es, fue un accidente.”
Otra visión de formó en su cabeza, en ella el chico que antes estaba dormido abrió los ojos y miró al chico parecido a Jeonghan. Entonces rápidamente aquel muchacho se disculpó diciendo que había sido un accidente. Mientras que el otro ahora despierto sonreía.
“Vamos a terminar el recorrido y luego tomar el almuerzo. Estoy muy hambriento” dijo Jisoo.
“Es… está bien” tartamudeó Jeonghan.
Ambos anduvieron en silencio durante el resto del recorrido. Al llegar al final del pasillo del bloque tres, Jisoo vio otro edificio que estaba bastante viejo y arruinado.
“¿Qué hay con ese edificio?” preguntó.
“Fue una vez donde había salones de clase. No se ha utilizado en algunos años. Casi nadie va allí. De hecho, nadie” dijo Jeonghan. Se alegró de que eso hubiera ayudado a romper el incomodo silencio que se había formado entre ellos.
“¿Podemos acercarnos para verlo de cerca?” Jisoo preguntó emocionado mientras daba un paso hacia adelante solo para ser detenido por Jeonghan que extendió una de sus manos tirando de la camisa del castaño.
“Tal vez en otro momento, el almuerzo ya casi esta por terminar” dijo. Jisoo asintió.
Salieron del bloque tres y se dirigieron a la cafetería de la escuela, pero antes, Jisoo volteó para echarle un último vistazo al antiguo edificio.
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El sonido de la campana marcaba el final del día escolar. Los estudiantes se apresuraban a guardar sus cosas en sus bolsos antes de realizar una salida ruidosa dejando la sala de clases. Jisoo se levantó de su asiento para dirigirse junto a Jeonghan.
