“Hong Jisoo” llamó Kim.
El nombrado se dirigió hacia el profesor de matemáticas obteniendo su prueba.
“Has hecho un buen trabajo” lo elogió el profesor.
La tranquilidad fue visible en el rostro de Jisoo cuando oyó a su maestro decir esas palabras, pero duró poco ya que se estremeció al ver la calificación.
“¿Cuál es el problema Jisoo?” le preguntó el maestro al notar su decepción. “Eres el alumno con el puntaje más alto de la clase”
“85…” murmuró con tristeza.
“Jisoo, ¿Qué calificación esperabas?”
“Por lo menos un 90” respondió.
“Jisoo, es bueno fijarse un objetivo que se quiere lograr, pero no te rindas por no alcanzarlo, 85 sigue siendo una buena calificación”
“Sí, profesor. Gracias” respondió inclinándose.
Al ver la expresión de derrota de Jisoo, Jeonghan se preocupó. Cuando el moreno pasó por su lado, Jeonghan estiró su mano para agarrar la de Jisoo.
Antes de que pudiera decir algo, Jisoo le sonrió y le mostró a Jeonghan su pulgar hacia arriba.
“¡Yoon Jeonghan!” llamó Kim.
Jeonghan se levantó torpemente de su asiento, se volvió para mirar a Jisoo, el cual pronunció un ‘buena suerte’ para él.
Jeonghan fue con Kim y recibió la hoja de papel con manos temblorosas. Kim no dijo nada, sólo se limitó a asentir con la cabeza.
Jeonghan no quería ver su calificación por lo que la cubrió con sus dedos, regresó a su asiento preguntándose en su mente que había significado el gesto del profesor.
En el fondo, Jeonghan tenía miedo de no haberlo hecho bien, no se trataba de él, no quería decepcionar a Jisoo, no quería demostrarle que su esfuerzo había sido en vano.
Jisoo lo miró con curiosidad, tratando de saber como le había ido a Jeonghan en la prueba. El temido momento de la verdad había llegado y Jeonghan no quería enfrentarse a él.
Lentamente deslizó sus dedos, dejando al descubierto su calificación.
El primer número era un 6.
Su corazón empezó a latir rápidamente.
¿Podría ser un 60? Sus calificaciones normalmente rondaban de 58 a 63.
Jisoo miraba con impaciencia a Jeonghan, comenzaba a molestarse por el suspenso que Jeonghan le proporcionaba a la situación.
Cuando Jeonghan se acercó a su asiento, Jisoo le arrebató su prueba.
“¡Yah! ¡Hong Jisoo! ¿Qué estás haciendo? Ni siquiera la he visto”
Jisoo frunció el ceño.
Esto no se ve bien, pensó Jeonghan.
Jisoo sonrió, se colocó de pie y mostró a Jeonghan su calificación.
67.
Abrumado y encantado al mismo tiempo, Jeonghan abrazó a Jisoo.
“Gracias” dijo con gratitud.
Jisoo se sintió cálido, acarició a Jeonghan en la espalda y dijo: “Hannie, has hecho un buen trabajo”
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“¿Has traído una guitarra a la escuela?” Jisoo le preguntó mientras Jeonghan tomaba su guitarra del casillero.
Era el tiempo libre después de clases, pero aún había estudiantes ocupados en varias cosas.
