Albus me apretó un poco más la mano y tiró de mi mientras trotaba hacia su padre.
-¡Papá!-gritó, cuando estaba a menos de dos metros de él.
-Hola, hijo.-dijo Harry Potter sonriendo, cuando Albus llegó a su lado y le abrazó.
-Papá, esta es Emma.-le anunció muy solemnemente Albus, cuando se separó de su padre. Los ojos verdes de Harry Potter me examinaron con curiosidad. Luego, alzó la mano.
-Encantada, Emma. Albus nos ha contado mucho sobre ti en cartas.-dijo mi suegro, y sonrió acogedoramente. Yo le estreché la mano.
-Un placer, señor. Albus suelta maravillas sobre usted, le admira mucho.-respondí, echándole una mirada cómplice a Albus, quien sonreía abiertamente. Harry Potter rió con una carcajada sonora.
-Oh, por favor, llámame Harry. Señor me hace sentir viejo, y no lo soy tanto.-explicó Harry, soltándome la mano.
-No, no lo es.-dijo la mujer que estaba ayudando al mayor de los Potter (si, James estaba metiendo el baúl en el coche), acercándose a nosotros. -Hola, Emma, soy la madre de Albus, pero llámame Ginny.
Y también me ofreció la mano para que la estrechara.
-Es un inmenso placer, señora Po...Ginny-me autocorregí, al ver su mirada divertida. Al soltarle la mano izquierda, Harry se quedó mirando mi mano derecha, con la que antes había estrechado a su mujer.
-¡Lily!-vociferó Albus, agachándose un poco y mirando a una niña que yo había visto por Hogwarts.
-¡Albus!-la pequeña corrió hacia Albus y este la abrazó, y luego le cogío en brazos y se incorporó.
-Mira, Lily. Esta es Emma, mi novia.-le dijo Albus, mientras se giraba hacia mi. Lily me miró con ojos curiosos y sonrientes, con escasas preocupaciones. Sus labios delicados formaron una sonrisa.
-Encantada. Oye, trata bien a mi hermano. Es un poco tonto, pero...-dijo Lily, pero Albus le empezó a hacer cosquillas por que le había insultado. Harry dió una palmada en el aire mientras Ginny se sentaba como copiloto en el coche.
-Hora de irse, chicos. James, tu ponte a la derecha, en la ventana. Lily, a su lado, y después Albus y en la otra ventana, Emma.-ordenó Harry, y todos nos colocamos en nuestros sitios asignados. Cuando el coche empezó a volar, Albus me cogió de la mano.
-Son buena gente, créeme.-me susurró Albus a la oreja. Yo sonreí.
-Y aunque no lo fueran, son tu familia. Y los quiero igual.-respondí, y le di y un pequeño beso en los labios. Luego, Albus apoyó su cabeza en mi hombro y se durmió, mientras yo observaba encantada el paisaje que me ofrecía el otro lado de la ventana.
* * *
Al cabo de menos tiempo del que me gustaría, se divisó un edificio en medio de campos, y flores y árboles. Era alto, marrón y realmente grande. Era un poco más grande que mi casa, siendo sincera. Harry aparcó el coche justo delante de la casa, y todos salimos para entrar dentro. La puerta se abrió y de la gran casa salieron dos ancianos: una mujer rechoncha y con aspecto bonachón, y un hombre alto y con una sonrisa afable.
-¡Oh! ¡Ahi vienen los que faltaban!-exclamó la señora, trotando hacia nosotros.
-¡Abuela!-exclamaron Lily, Albus y Potter a la vez. Harry y Ginny sonrieron.
Cuando la señora llegó a nuestro lado, les dió un abrazo a Harry y a Ginny y un beso a los menores, incluyéndome a mi. Aunque me miró extrañada.
-Oh, cariño, tu eres la novia de Albusito, verdad?-me preguntó la señora, agarrándome suavemente de los hombros.
-Sí, señora.-respondí, sonriendo.
-Oh, llámame abuela, no hacen falta formalismos.-rió, y me volvió a besar la frente. También conocimos al abuelo (tan simpático como su mujer), y luego entramos en la casa. Estaba llena de objetos decorativos navideños, que volaban o soltaban nieve que luego se desvanecía. La abuela me guió hacia mi habitación (que al parecer compartiría con la prima de Albus, Rose, a quien ya conocía por que le ayudaba de vez en cuando en Pociones). Una vez ahi, liberé a Blacknight para que se fuera a cazar y me quedé un rato mirando por la ventana el paisaje blanco y nevado. No me habia dado cuenta de que Albus se me habia acercado por detrás hasta que me rodeó la cintura con los brazos y apoyó su cabeza en mi clavícula.
-Bienvenida a casa.-me dijo, y los dos nos quedamos mirando el paisaje, con la única compañia de la nieve y de nuestros cuerpos abrazados.

ESTÁS LEYENDO
La descendiente de Gryffindor y Slytherin.
RandomEmma es una chica normal, y corriente. Bueno, no tan normal, es bruja. Sus padres le enseñaron en casa hasta cuando cumplió 14 años, y tuvo que ir a Hogwarts, a su 5 año. Muchos nervios, risas sueltas, y demasiada vergüenza. En Hogwarts conoce a Jam...