La descendiente de Gryffindor y Slytherin.

Capítulo 2

-EMMA UGANT -dijo la profesora Sprout, y avancé hacia el sombrero viejo que descansaba sobre un simple taburete. La profesora levantó el sombrero cogiéndolo por la punta y yo me pude sentar. Cerré los ojos y Sprout bajó el sombrero hasta dejarlo sobre mi cabeza. Oí la voz grave y profunda del Sombrero Seleccionador retumbar en mi cabeza.
-Vaya, vaya, vaya... Tus orígenes son interesantes, Ugant. ¿Una descendiente directa de Salazar Slytherin por parte de padre pero por parte de madre proveniente de Godric Gryffindor? Eso es nuevo, Ugant. Y hace difícil mi elección. Bien...
Pues ya tengo claro donde vas a ir. Irás a...-yo suspiré y el sombrero vociferó:-SLYTHERIN!!
Abrí los ojos y vi que todo el Gran Comedor aplaudia, pero más efusivamente los de la mesa de Slytherin. Me levanté y caminé hacia esa mesa. Todos los chicos me daban palmadas en la espalda y me sonreían. Yo me senté al lado de un chico bajito al que conocía.
-Bienvenida a Slytherin-dijo Al bus, y me dio algunas palmadas en la espalda.
Sonreí y sentí que una mirada se clavaba en mi como una cuchilla. Recorrí el Gran Comedor con la mirada para hallar el origen de esa mirada y me detuve en la mesa Gryffindor. James Sirius Potter me miraba desafiante, sonriendo y aplaudiendo con un toque siniestro. Rodé los ojos y me puse a hablar con Albus.
*             *              *
Empezé a bajar sola las escaleras hacia las mazmorras, donde estaba mi sala común. Me dijeron la contraseña y yo me retrase un poco, tenía que mandar a Blacknight con una carta para mamá diciendo que era Slytherin.
Iba bajando las escaleras con las manos en los bolsillos cuando oí voces.
-Estamos a punto de llegar-susurró una.
-Shhh, nos van a oír.-dijo otra.
-Chicos, no me parece buena idea. Mejor la dejamos en paz-inquirió otra.
-Cierra el pico, Canuto. Ella me ofendió y ahora me las va a pagar. Ponte la capa, anda-dijo otra, y yo, en un autoreflejo me metamorfoseé. Noté como mi cuerpo encogía y mi vello corporal aumentaba. No pensé en que me estaba transformando, simplemente lo hize. Me quedé a un lado de la escalera. Sentí el irrefrenable deseo de comer atún y de lamerme el brazo. Me miré la pata y vi que, efectivamente, era un gato negro. Observé la escalera pero nadie bajaba.
-Aqui no hay nadie-dijo una voz enfadada, y cuatro chicos aparecieron de la nada, sobresaltándome.
-El mapa se habrá equivocado...-dijo Lorcan, y James gruñó.
-El mapa nunca se equivoca-dijo, y observó atentamente un pergamino viejo y arrugado.
-Déjalo ya, quieres?-dijo Fred, y James susurró unas palabras frente al pergamino y lo guardó.
-De todas formas...-dijo Potter, pero se me ocurrió una broma. Me puse detrás de ellos y maullé.
-Es la Sra.Norris. ¡Corred!-le interrumpió Frank, y se fueron corriendo como alma que lleva el diablo.
Yo volví a mi forma humana riendo y entré a la sala común. Me fui a la cama pronto, aun sonriendo por mi broma perfecta.