Capítulo 24

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Varias semanas después ... 

La verdad es que Lilith era muy divertida. Me recordaba muucho a mi (cosa que daba miedo), aunque era prima de Scorpius. Supongo que yo también tenía un parecido a Scor. Tenía el mismo humor que yo y el mismo odio profundo a los Gryffindors. No obstante, había uno que era su víctima favorita: Fred Weasley.

 Esa tarde, después de las clases, fuimos al campo de Quidditch, donde estaban entrenando los Gryffindors. Lilith maldijo silenciosamente a Fred para que fallara al golpear las bludgers y todas ellas le dieran a él de pleno. Yo, ya que estábamos, hechicé a Potter para que la escoba se le girara en un momento aleatorio, dejándolo colgado de ella. Fuimos a la grada con la excusa de que queríamos ver a Albus, que estaba leyendo un libro. Al llegar a su lado, le saludé sentándome encima suyo. Él rió y yo le regalé un beso dulce. Me sonrió y señaló con el libro a su hermano, que estaba colgando de la escoba de nuevo.

-Es cosa vuestra, ¿verdad?-preguntó, y Lilith se dejó caer en la silla de su lado, y luego puso pucheros con los labios.

-¿Nosotros? ¡Que va! Somos ángeles, ya lo sabes. -se excusó Lilith, y luego corrompió su cara de inocencia con una risa malévola. Albus rodó los ojos, y Scorpius sonrió. Entonces, nos pusimos a ver las reacciones de Fred y de Potter ante nuestros maleficios. 

Pero de repente, todo salió mal.

Una bludger golpeó a Fred demasiado fuerte y lo tiró fuera de la escoba. Dió la mala suerte de que rebotó en la escoba de la que Potter colgaba en ese momento y los dos se precipitaron desde unos 40 metros del suelo. Lilith y yo nos levantamos de golpe, varita en mano, y con movimientos sincronizados señalamos el campo y gritamos."ARRESTO MOMENTUM", y los dos cayeron limpiamente en el suelo, sin sufrir daños mayores. Al ver que no habían sufrido ningún daño, Lilith y yo cruzamos una mirada rápida. Había sido muy extraño. Yo carraspeé y bajé mi varita.

-Vayámonos a la Sala Común antes de que nos vean...-dije, y cogí de la mano a Albus para que se levantara. Fuimos todos y en la entrada, pegado al muro, había una nota que decía así:

"SABEMOS LO QUE HABÉIS HECHO. QUEDAMOS EN LOS JARDINES ESTA NOCHE A LAS 23 SI NO QUERÉIS QUE NOS CHIVEMOS.-M2.0

Scorpius la arrancó y murmuró un hechizo que la rompió en mil pedacitos pequeños. Entramos a la Sala Común y se lo contamos todo a Jane, que naturalmente estaba estudiando. Albus se fue a leer tras finalizar la explicación.

-Deberíais ir, a lo mejor os han visto en las gradas.-comentó, mientras se acicalaba el cabello y Scor le miraba embobado. Ella se dió cuenta y sonrió, le cogió de la corbata y lo atrajo hacia ella para besarle. Creo que os había dicho que estaban juntos, si no... pues lo sabéis. Lilith bufó.

-Bueno, opino igual. Dejémosles las cosas claras. Pero yo voy de lobo, por si acaso.-afirmó, y soltó un bostezo. Scorpius asintió.

-En ese caso, tú irás delante. Emma y yo iremos como inocentes criaturas y tú vigilarás desde más allá.-planeó Scorpius, y todos asentimos. Luego todos nos encaminamos al Gran Comedor para la cena. La comida, deliciosa como siempre. Nos quedamos charlando en la Sala Común viendo moverse la manecilla del reloj, esperando a las 23. 

Cuando el reloj nos anunció que eran las 22:45, apenas quedaba gente en la Sala. Nos pusimos en pie y Scor y yo nos pusimos largos abrigos oscuros para pasar desapercibidos. Me puse mis botas negras y me puse la varita (como siempre), en mi bota derecha. Lilith se adelantó y nos esperaba en la puerta de Hogwarts. La verdad es que su forma animal era preciosa. Constaba de un lobo con un espeso pelo negro, liso (como la melena de Lilith) y unos ojos azules que destacaban entre tanta oscuridad. Era de estatura media, y podía pasar desapercibida. Al llegar nosotros, aulló y se fue a los jardines ocultándose entre las sombras. Scorpius y yo nos quedamos en la puerta esperando la señal.

La descendiente de Gryffindor y Slytherin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora