-¡ALBUS, ESPERA!-grité a la desesperada a mi chico, que estaba a punto de cruzar la pared para llegar al andén. El giró la cabeza y desvió el carrito, por lo que no atravesó el muro. Por fin de vuelta a Hogwarts. Lo había echado de menos, con sus pasillos y sus escaleras, y su biblioteca y sus pergaminos amarillentos y arrugados. Y ese olor ascendente de la cocina... ñam.
Bueno, que me estoy yendo por las ramas, como dicen los muggles. El caso era que yo estaba hablando con mis padres, que habían venido a despedirme al andén. Ya habían conocido a la abuela Weasley y a Ginny, y ardían en deseos de conocer a Albus y al legendario Harry Potter. Sobretodo mi madre.
Albus vino hacia mi con su carrito, y yo me acerqué y le tomé de la mano. Con una dulce sonrisa, le guié hasta donde estaban mis padres. Al llegar nosotros, mi madre le regaló una bondadosa sonrisa mientras que mi padre le examinaba con esa mirada fiera.
-Es un honor conocerles por fin, señores Ugant. No podía esperar el momento por conocerles. Emma me ha hablado mucho y muy bien de ustedes.-les dijo cortésmente Albus, con una profunda sonrisa. Mi madre soltó una risita, y mi padre sonrió.
-Ay, Albus. Emma nos ha contado mil maravillas sobre ti, y no se quedaba corta. Nos encanta conocerte por fin, ¿verdad, querido?-le respondió mi madre, dándole un suave golpe a mi padre en el pecho.
-Sí, es todo un placer conocerte. No obstante, me veo en la obligación de decirte que queremos mucho a nuestra hija, especialmente yo. Y yo soy de la rama de Salazar. Así que cuídala.-contestó mi padre, con un tono de ultratumba en la última palabra. Mi madre y yo le miramos mal, pero Albus se puso lívido, más blanco de lo que ya era, y se le escapó una risa nerviosa.
-Bueno, eh... señor... yo le aseguro que la cuidaré, porque le amo más que a mi propia vida... pero aprecio mi vida, que conste.-le respondió Albus, cambiando el peso de pie. Mi padre esbozó una sonrisa cariñosa (cosa rara) y le ofreció la mano, que Albus estrechó efusiva y delicadamente.
-Bueno, nos tenemos que ir ya. Adiós, que vaya bien.-les dije, dándoles un beso a mis padres. Luego cogí a Albus del brazo y tras prometerle varias cosas a mi madre, nos dejaron ir. Yo crucé primero el muro, y luego fue Albus. Mis padres no cruzaron porque mi padre debía irse a trabajar y mi madre insistía en acompañarle. Así que Albus y yo corrimos dentro del tren y reservamos un compartimento. Nos sentamos uno enfrente del otro, y tras guardar las maletas en el portamaletas, nos pusimos a charlar.
-Hey, enanos, ha llegado el rey.-se anunció Scorpius entrando por la puerta y poniendo una postura estúpida. Albus y yo echamos a reír, y Scorpius se sacó el abrigo que llevaba puesto.
-Rey de los idiotas, querrás decir.-respondió Albus, aún sonriendo. Scor esbozó una sonrisa ofendida.
-¿Y tú te haces llamar mi mejor amigo?-le preguntó retóricamente, y haciendo una bola con el abrigo, se lo lanzó a la cara. Yo solté una carcajada, y empezaron a pelearse con el abrigo.
-¿Estoy invitada a la fiesta?-dijo amablemente Jane, asomando por la puerta. Scorpius cesó la pelea y sonrió.
-Tú eres la fiesta.-le respondió Scor, y le hizo un ademán para que pasara. Jane disimuló su sonrojo con una sonrisa, y se sentó a mi lado. Empezamos a hablar de las Navidades, de los regalos y del frío. El traqueteo del tren iba acompasado melodiosamente con nuestras risas, y me dió la sensación de que no podía estar en un lugar mejor.
Y se oyeron gritos en el pasillo.
-...¡vete a Azkaban, no queremos gente como tú en Hogwarts!-gritaba la indignada voz de... ¿Lorcan Scamander?
-Y tú que sabes lo que se quiera en Hogwarts. No te pareces mucho a McGonnagal, por lo que veo. Solo eres un niñato de Gryffindor.-le respondía igualmente de enfadada una voz femenina.
-¡No le faltes así al respeto! ¡Somos superiores a ti!-replicó la irritante voz de James Potter. Me levanté decidida, abrí la puerta del compartimento y asegurándome que tenía la varita en el bolsillo, salí al pasillo.
-No es lo mismo que ser superior que creerse superior, Potter.-le respondí, y vi su cara de "tú porque te metes".
Observé la escena mejor: los Merodeadores estaban en perfecta formación (Potter delante y a sus lados Weasley y Scamander, y detrás Frank) delante de una chica más o menos de nuestra edad, de mediana altura, de cabello largo y castaño y con unos mechones rubios que le quedaban realmente bien. La chica era delgada, y daba la sensación de ser delicada; pero esa sensación se iba al ver la furia con la que hablaba y con la que fruncía el ceño. La chica me sonaba de algo, de haberla visto en la Sala Común, podría ser.
-Tú cierra el pico, Ugant. Eres la menos indicada para hablar pues eres la más inferior de los que estamos aquí. Incluso en las cocinas, rodeada de hortalizas, cubiertos y elfos, sigues siendo inferior.-me contestó Potter, con una sonrisa triunfal en los labios. Sus amigotes soltaron una carcajada.
-Olvidaba que estaba hablando con James Sirius Potter. Rey, señor y amo de los imbéciles, patéticos e inmaduros. Por eso se rodea de ellos.-le espeté, poniéndome delante de la chica en postura protectora y sonriendo desafiante. A Potter se le borró la sonrisa.
-Si es que ya pueden ser amigas. Una es pariente de Lord Voldemort y la otra nieta de Bellatrix Lestrange. Asco me dais.-replicó Lorcan Scamander, y acabó escupiendo al suelo, justo delante de nosotras. Scorpius, que no me había dado cuenta de que estaba ahí (detrás de mí), avanzó hacia Scamander con el semblante serio.
-Repite eso, repugnante rata.-bramó, y le cogió por la solapa de la camisa. Lorcan sonrió, sin miedo, mientras los demás apuntaban a Scorpius con sus varitas.
-Suéltame, Malfoy.-le respondió Lorcan. Scorpius le dió un empujón y le soltó. Yo apunté a Potter con mi varita.
-Ahora, largaos.-les ordené, y tras vacilar un instante, guardaron sus varitas y se metieron en el compartimento. Scor dió la vuelta y le puso una mano en el hombro a la chica.
-¿Porque te gritaban?-le preguntó, con tono fraternal. La chica lanzó una mirada furibunda a la puerta donde acababan de desaparecer los Merodeadores.
-Por mi madre. Se burlan de mi por mi familia. -le respondió la muchacha, y yo carraspeé.
-Han dicho nieta de Bellatrix Lestrange... ¿es cierto?-le pregunté, frunciendo un poco el ceño. La chica giró su cabeza y me miró, lo que meneó su cabello e hizo un bonito efecto visual. No me había fijado en sus ojos hasta entonces. Sus ojos azul oscuro daban la sensación de ser un mar turbio y oscuro, donde no se reflejaban ni sentimientos, ni pensamientos ni emociones.
-¿Tú eres Emma Ugant?-me preguntó, señalandome con el dedo. Yo sonreí; al parecer era famosa en Hogwarts.
-Así es. Y me agrada que me respondan a las preguntas, ¿sabes?-le comenté, con una sonrisa que suavizara mi tono. Ella también sonrió.
-Ah, sí, perdón. Esto... mi nombre es Lilith Susan Lestrange-Black; y sí, soy la nieta de Bellatrix. El rubio ese me ha visto pasar y ha susurrado algo, y entonces ha empezado todo esto.-nos contó la chica, aún enfadada. Scor rodó los ojos.
-Gryffindors, ¿seguro que son magos? Parece el título para la próxima novela de Newt Scamander. -comentó, y las dos echamos a reír. Luego, Scorpius abrió la puerta del compartimento solemnemente.-¿Quieres entrar?
Lilith esbozó una sonrisa dulce completamente alejada de su enfado principal.
-Mientras no me hables de la familia Scamander...-contestó, y entró al compartimento. Scorpius y yo reímos, y luego le presentamos a los demás a nuestra nueva colega Lilith.
Y, el viaje que parecía inmejorable, mejoró con la presencia de Lilith.
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Heey, magos y brujas!
Lilith Susan Lestrange Black es un personaje creado a partir de un usuario de Wattpad, @masae_lover , y la forma de ser del personaje ha sido elegida por ella. Así que, cualquier persona que quiera que un personaje que le represente que salga en la novela, que me envíe un mensaje.
Gracias, un saludo, y que disfrutéis de la novela!!
Potterhead1222
ESTÁS LEYENDO
La descendiente de Gryffindor y Slytherin.
De TodoEmma es una chica normal, y corriente. Bueno, no tan normal, es bruja. Sus padres le enseñaron en casa hasta cuando cumplió 14 años, y tuvo que ir a Hogwarts, a su 5 año. Muchos nervios, risas sueltas, y demasiada vergüenza. En Hogwarts conoce a Jam...