- QUE PARE YAAA - gritaba desesperado el menor arrancándose el parche dejando ver su ojo esmeralda totalmente ensangrentado.
- Ciel... Ciel... - Sebastián agachado en el suelo lo agarro contra su pecho contra la mirada de asco del shinigami que no supo como reaccionar.
- Sebastián ayu...ayud... - Al mismo pronunciar el nombre del demonio el contrato brillo dejando de sangrar y este relajo todo su agarrotado cuerpo.
-Shhh tranquilo - el demonio acariciaba el ala negra del menor con delicadeza - es suave - susurraba al oído del otro que comenzaba a normalizar su respiración.
- Parece que el demonio gana otra vez al shinigami - El shinigami miro con tristeza y resignación aquella escena sin borrar su amarga sonrisa.
- Undertaker...no te... Vayas... - susurraba sorprendiendo al demonio aunque un tanto tarde pues el otro había desaparecido de la sala.Así pasaron cuatro días, Ciel cabreado con Sebastián, manteniéndolo en la abstinencia y Undertaker sin aparecer.
- Buenos días bocchan - decia un Sebastián cuya frustración se notaba en la voz, la orden fue clara y concisa por parte del menor "mirar pero no tocar" El mero echo de tener él poder sobre la frustración sexual de Sebastián era motivo suficiente para que el orgulloso niño calmara un poco su despecho, pero jamás admitiría que las noches solo eran largas.
- Buenos días - Ciel se revolvió tapándose la cara con las mantas otra vez
- Bocchan, levante - Sebastián destapó al menor con delicadeza como si pudiera romperse, observando cada centímetro que destapaba.
- No me mires asi demonio pervertido - Ciel se levantó, gateo asta el extremo de la cama y con pereza se sentó en el borde agitando un poco las alas despeinado al mayor que se disponía a cambiarlo. Sebastián quedo mirando aquel híbrido, desde que volvió había demostrado en varias oportunidades que su fuerza había aumentado un poco y comenzaba a mostrar sus poderes tanto demoníacos como angelicales. - ¿Que hay planificado para hoy?
-Bocchan, creo que debería comenzar a entrenar sus poderes demoníacos - Sebastián acaricio él ala negra del menor asta la base intentando tentar al menor y este le respondió acariciando el perfil del mayor, estaba claro que el menor era más efectivo tentando. - Como quieras - dijo con coqueteo consiguiendo prender al mayor mientras lo cambiaba.
- Comenzaremos por ocultar esas delicadas alas - a Ciel le gustaba ver sudar así a su mayordomo pero no le gustaba tanto cuando comenzaba a calentarse el también - Sigue sin haber noticias del señor Undertaker - El menor hizo un gesto de molestia y comenzaron a caminar a la sala de baile que era la más amplia y libre para practicar - Los empleados siguen en la mansión de Londres, encantados con el señor Soma que es tan alegre como ellos - el menor sabia perfectamente lo que le estaba contando Sebastián, estaban solos en la mansión.
- No empieces Sebastián - No le hacía falta girarse para saber que el mayor se contenia y portaba una una mirada de deseo.
- No se de que me habla bocchan - abrió la puerta mostrando la gran habitación entrando ambos y quedando ambos en medio de la habitación
- ¿y bien? ¿Que debo hacer para esconder las alas? - Al pronunciar susodicha parte extendido las alas agitandolas suavemente haciéndolo parecer un polluelo aprendiendo a volar, ¿quien diría que el soberano del infierno esta tan enamorado de un frágil ser?
- Cierre los ojos, visualicese sin alas, concéntrese asta que no las note - El menor cerro los ojos con fuerza quedando a la total voluntad del demonio - visualicelo ...- repetía lentamente hacercandose lo más sigiloso posible para que el menor no se percatase.En un salto el menor cayó al suelo bajo el empujón del mayor que lo besaba en el cuello y daba pequeños mordiscos que erizaban la piel del menor - tu lo deseas tanto como yo - susurrando eso Al oído le mordió el lóbulo con fuerza mientras le abría las piernas con sus rodillas. Sebastián sabia que seguia bajo la orden de abstinencia, pero podía calentar al menor. En un momento Ciel estaba desnudo sobre el mármol del suelo, frotándose, jugando, excitandose, como si dos incubos se tratase. Sebastián devoró todo el miembro de Ciel comenzó a lamerlo y dar pequeños mordiscos mientras veia retorcerse al menor. En un impulso arranco una pluma larga y comenzó a pasarla por el perineo del menor mientras entresacaba el miembro de su boca, el menor pataleaba por la sensación y eso solo lo hacía más excitante para Sebastián.
- ¡Seb-Sebastián! - Gritaba el menor al sentir como su miembro explotaba con delicia en la boca del demonio que lo tragaba con gusto.
- No sabes cuanto he esperado por esto, eres delicioso en todos los sentidos - mientras hablaba comenzó a mover sus caderas algo molesto porque al estar bajo abstinencia por orden del menor seguia excitado e incómodo por aquella monumental y demandante erección que quedaba dolorosamente encerrada en el inflexible y ceñido pantalón causando risa al menor.
- Vienes a tenderme una emboscada y acabas peor que yo - Ciel se sentó y quedo mirando entre desafiante y divertido Sebastián que incomodo se movía intentando acomodarse en esa posición sin tocarse por la estética elegante que se suponía debía mantener - que estúpido demonio - terminaba él menor tocando sobre la tela la erección que solo lo empeoraba la situación sobremanera.
-Bocchan si me permite me re- Sebastián fue cortado por un beso de Ciel que lo tiro de espaldas al suelo quedando toda la desnudez del menor sobre el mayordomo. En un movimiento Ciel se dio la vuelta para desabrochar el pantalón del mayor y retirar toda su ropa inferior dejándo libre aquel miembro rígido y humedecido.
- Pues parece que los puestos cambiaron - se jactaba el menor que en un movimiento se autopenetro y quedo mirando al estupefacto Sebastián que no sabia como reaccionar, amaba ese ser cambiante le era muy difícil saber que pasaba por su cabeza - Pero yo también se aliviarte - dijo con sensualidad y comenzó a mover las caderas mientras lamía el pecho del otro simulando ser un gato encendiendo más a Sebastián.
Era un tortuoso placer pues Sebastián no tenía permitido moverse estaba "castigado" a palabras de Ciel y el deseaba moviese y tocar, ni siquiera sabia si le estaba permitido correrse, cuando Ciel se ponía asi de estricto lo excitaba sobremanera aunque también era engorroso porque en una situación asi le costaba controlarse.
Ciel había encontrado el punto donde todo su cuerpo se contraía de placer otorgando cálida y húmeda estrechez al miembro del mayor que la disfrutaba con delicia - bocchan ¿puedo correrme?- suplicaba con urgencia siguiendo él juego de dominante y dominado sintiéndose su límite de aguante sobrepasado y antes de escuchar respuesta expulsó todo aquel líquido expeso y calido que llenaba el interior del menor que sin levantarse se acomodaba sobre las piernas dobladas del mayor.
- no se para que preguntas -dijo sin darle mucha importancia Ciel cogió la mano izquierda de Sebastián la desenguanto y comenzó a observarla con curiosidad entrelazando sus dedos y jugando con sus curiosas uñas las cuales se quedo mirando.
- Tengo entendido que las uñas oscuras desagradan a los humanos - Sebastián intento ocultar la mano pero el menor la sujetaba con insistencia.
- Pues a mi no me parecen desagradables - Sebastián quedo mirando aquel ser que en algun momento había pasado de tener alas blancas y negras a tener orejas y cola de gato mientras restregaba su suave mejilla en la mano del mayor.
- Oh bocchan creo que ha descubierto su poder demoníaco - Sebastián se levantó saliendo del menor que lo miraba con expectativa - Usted es un teriantropo, es capaz de adoptar formas animales de manera total o parcial - Sebastián se mordió el labio mientras acariciaba con su mano desenguantada la suave y aterciopelada oreja del menor.
- Genial, un gato... - decia con fastidio pasando su cola inconsciente y suavemente entre las piernas del mayor.
- No sigas por ahí Ciel - tajante cerro las piernas atrapando la cola del menor y sonrojado de manera notoria por primera vez ante los ojos del menor.
Ciel soltó su cola y se recostó sobre el pecho de Sebastián relamiéndose lo los labios y después lamiendo el pecho de Sebastián con su áspera lengua gatuna.
- ¿Te gusta ?- comenzó a frotar su trasero contra el miembro de Sebastián exitandolo aun más, notando su erección crecer - Dejaste de llamarme "bocchan" - se alzó un poco lamiendo el rostro del mayor que seguia sonrojado.
Sebastián agarro con brusquedad la cola de Ciel haciendo movimientos de masturbación comenzando a jugar de nuevo con el menor que le mordía el lóbulo del mayor extasiado.Undertaker llevaba cuatro días lejos de su azulado ángel sintiéndose vacío y solitario, pero necesitaba recuperar fuerzas y animos para volver a la revancha por el menor . No podía dejar escapar con un demonio el amor de su vida, no sin antes luchar.
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El secreto en el baile
FanficEl joven Conde quería aceptar el reto de su mayordomo demoníaco le ofrecía con lascivia, aunque esperaba con más ansia la derrota que la victoria y a sabiendas del estado de su mayordomo le dedicó un lascivo baile. Así comenzó una lucha por el peque...