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- Hehehe buenos dias pequeño angel - Ciel despertaba confuso ante aquella conocida voz que dulcemente lo despertaba en la madrugada - buenas madrugadas mas bien - reia el peliblanco que se sentaba en la cama a la altura del menor.
- Undertaker - el menor se alzo un poco besando la mejilla del otro - ¿Donde estabas? -susurraba el menor recostandose en el regazo del otro.
- Cerca de ti mi pequeño - Undertaker dio un pequeño beso al menor que volvia a dormirse en su regazo, la sesion amoroso del dia anterior fue demasiado agotador como para que el menor quedara despierto a esas horas. Undertaker se acosto en la cama y acomodo al menor sobre su pecho, se sentia mucho mas tranquilo, tanto que quedo dormido en ese calido abrazo.

- Buenos dias bocchan - Sebastián cogió al menor en brazos mirando con desprecio al shinigami que con sonrisa burlona lo miraba desde la cama - y viejo sirviente Phantomhive - pareció escupir cada palabra esperaba que su tranquilidad durase más.
- No lo trates así - El menor dio un beso de buenos días al demonio y luego se estiro para dar otro al shinigami que duro poco porque el demonio los separo.
- agradecería que no se dedicara a la poligamia bocchan- para cuando Sebastián apartó la mirada del somnoliento Undertaker, Ciel había adoptado esa forma semi gatuna que tanto hacía perder la compostura a Sebastián - me ha salido un bocchan bastante promiscuo - Undertaker jugaba con la cola del menor que se balanceaba suavemente.
- No lo soy - Ciel sonrojado agacho las orejas y pego la cola a su cuerpo - Es raro de explicar - se agarro el pecho como buscando una explicación a su dividido corazón cosa que dolió al mayordomo que lo soltó en el acto dejándolo caer al suelo.
- Le he traído él desayuno bocchan - sirvió el té con gesto enfadado y se marchó de la habitación.
-Sebastián - susurro él menor desde el suelo oyendo alejarse al otro y bajo la mirada esmeralda de Undertaker.
- No te preocupes, el nunca te haría daño - dijo leyendo la expresión del menor
- Pero a ti si... - Dijo él menor con un rastro de preocupación en su rostro.
El resto de la mañana paso en exceso solitaria para Ciel, Undertaker no se acercaba por Sebastián y este lo trataba como si realmente solo fueran amo y mayordomo. Ni siquiera Ciel sabia lo que rondaba su cabeza, estaba confuso, amaba a Sebastián y lo tenía muy claro, sus enojos, sus sonrisas, su voz... Por otro lado el tiempo que estuvo con Undertaker se enamoró de el también, sus risas constantes, sus silencios que decían mucho, el carácter oculto bajo todas esas sonrisas. ¿Que debía hacer? El menor se sujeto la cabeza con frustración y dio un cabezazo al escritorio.
- ¡QUE SE SUPONE DEVO HACER! - aquel grito resonó en toda la sala y probablemente ellos también lo oyeron. Ciel se levantó del escritorio con un nuevo enfoque , si ellos iban A ser fríos con el, Ciel Phantomhive también sabia jugar ese juego.
Sebastián llamo a la puerta y antes de terminar de llamar él menor salió camino al comedor, sin dirigir una palabra al mayor que lo miraba entre sorpresa y cabreo.

Durante toda la tarde el menor no dirigio ni una palabra a los dos seres que comenzaban a inquietarsen, las pocas miradas que les dirigía eran soberbias y arrogantes, parecían llenas de odio como cuando rescataron al niño años atrás. Los mayores estaban confusos ante ese cambio de carácter.

- Conde no se enfade asi, estamos tan confusos como usted - Ciel levantó La mirada del libro que leía para encontrarse con la comprensiva mirada del peliblanco - Le aseguró que el orgullo demoníaco de su mayordomo no le dejara venir a preocuparse por su repentino cambio de carácter - Undertaker puso la mano sobre el libro obligándole a prestar atención - Conde ¿le apetece ir a dar una vuelta?
- No pienso caer, ya e tomado mi decisión - abrió la ventana con fuerza y planeo con sus diminutas alas asta el patio y salió corriendo metiéndose en el invernadero ante los ojos del shinigami.

El shinigami suspiro saliendo de la sala encontrándose con el demonio en la puerta - Ciel ya no esta en la biblioteca - El shinigami intento continuar con su camino pero la mano del mayordomo lo detuvo.
- Yo... Yo no quiero que Ciel siga asi - los ojos del demonio brillaban en la oscuridad amenazantes, no era una sugerencia - Tampoco voy a cedertelo - Sebastián apretó él agarre pero el inesperado sonido de la ventana abriéndose les distrajo
- ¡Ahhhh! Pobres almas desgraciadas - el pelirrojo shinigami entro con movimientos dramáticos - Que jamás serán capaces de tener en exclusiva él corazón del mocoso por su naturaleza híbrida - Hizo una pausa mirando a los dos seres que le devolvían la mirada - ¡Kyaaaaa! Cuanta sensualidad junta-death yo sigo soltero sabéis - lanzó un beso al aire
- ¿por su naturaleza? - Sebastián soltó al peliblanco y quedo mirando severo - ¿A que te refieres ?
- Ahhhh Sebas-chan tu voz es tan ¡Ahhhhhh!
- ¡Responde! - Los ojos de este relucían con furia
- ¿Habéis investigado poco sobre el ser?, por su naturaleza no es ni demonio ni ángel es un punto intermedio capaz de llegar a ambos extremos. Los ángeles se sienten atraídos por ángeles y humanos, los demonios por demonios y humanos. Nos gustan los humanos porque los humanos son neutros y pueden ser llevados a ambos extremos, lo que pasa con el híbrido es que la neutralidad no le interesa. En especial con este híbrido en su entorno cotidiano están ambos extremos, es normal que este confuso y dividido- Grell se sentó sobre el escritorio cruzando las piernas y sonriendo - Jamás podra decantarse por ningúno porque el es neutro , su alma busca los extremos - hizo una pausa ante la confusión de los dos - es como si ponéis un metal entre dos imanes , seguirá en el centro de ambos de por vida - el pelirrojo se levantó con una siniestra sonrisa ante ambos seres que se miraban con asco el uno al otro - no os confundáis, no os estoy ayudando, solo evito una guerra estupida y sin sentido - se dirigió hacía la ventana de nuevo - lo más sensato sería matar al menor y acabar con esta estupida disputa antes de que la sociedad shinigami lo decida por vosotros  - el pelirrojo huyó al ver los dos seres abalanzarse sobre el.

Ciel llevaba un tiempo en el invernadero sentado en la mesa que hay dentro ¿Que pasaba con el? Porque no era capaz de decidirse por uno todos los libros que había leído en los tríos amorosos siempre había uno que claramente perdía pero Ciel no era capaz de hacer distinción.
- debo ser estúpido ... - se levantó Al escuchar carreras en la mansión y se asomó a la cristalera solo para ver a ambos protagonistas de su confusión asomados a la ventana del despacho - Mirando el exterior, parecían cabreados. Antes de poder ver nada más escucho moverse él ramaje de los árboles del interior apartándose justo a tiempo para esquivar la death scythe de Grell que quedo atorada en un árbol grueso cercano.
- No caere dos veces en el mismo ataque - El ojo visible del Conde se tornó rojo y felino haciendo retroceder al shinigami.
- No tengo nada contra ti, son ordenes para evitar... - Grell dejo de hablar para comenzar a retroceder con más rapidez al ver la tenue sombra del menor extenderse por la sala dejándolos en la total oscuridad siendo visible solo el ojo rojo sangre.
- No has venido en buen momento - El shinigami trataba de escapar desesperado pero la oscuridad lo había desorientado totalmente y no hacía más que tropezarse mientras escuchaba acercarse lento y seguro al menor.- y encima tratas de matarme por segunda vez - su voz sonaba iracunda.
Un zarpazo que paso por toda la espalda de Grell lo hizo soltar un grito desgarrador que alertó a Undertaker y Sebastián.
- Ciel, tranquilízate - Susurraba Sebastián al oído del menor retirando toda la sombra del lugar dejando ver un Ciel de ojos rojos, cola reptiliana, cuernos que delicadamente crecían hacía atrás, alas membranosas, uñas largas y negras que goteaba sangre del pelirrojo.
- ¡Monstruo! - Gritaba Grell desde el suelo pues mantenerse en pie le costaba horrores - Casi me mata - Ciel seguia en pie en el mismo lado lamiendo un poco la sangre de sus garras y mirando al shinigami.
- Tu empezaste, debiste haber elegido mejor adversario a cual atacar por la espalda - Ciel cambio su apariencia a la normal y comenzó a marcharse seguido de Sebastián - Undertaker llévalo a la sociedad shinigami y asegúrate que reciba atención médica.
- Ciel te das cuenta de que nos fugamos de ayi y si me ven-
- Que no te vean, déjalo en la puerta de William - Para cuando Undertaker se lo llevo Grell ya estaba inconsciente.

El pequeño Conde llevaba horas dando vueltas en la cama, estaba cansado pero no podía conciliar el sueño porque un recuerdo reciente no paraba de molestarlo, no necesariamente para mal, era más bien como una curiosidad , necesitaba probar asta donde podría transformarse. Era tentador poder ser ágil como un gato, tener la nariz de un perro, la vista aérea de un ave o la velocidad de un caballo. Por otro lado no quería volver a experimentar la sensación que lo embargaba cuando casi mata al pelirrojo, era un sentimiento frío que asta a el lo asustó, abría sido capaz de matar al pelirrojo sin pensarlo demasiado y eso lo asustaba.

El secreto en el baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora