Editado 02.01.18Lucy se encontraba sentada en la mesa de piedra cuando oyó las voces de los Narnianos decir que los guerreros habían regresado, mientras salía oyó los murmullos de los Narnianos, la mayoría eran de temor y preocupación.
Cuando salió se encontró con un poco más de la mitad de su ejército, estos venían golpeados o heridos.
-¿Qué sucedió? -preguntó la única de los Pevensie que no había ido al ataque.
-Pregúntaselo a Caspián -le respondió Peter, en su voz iba desprecio, enojo, decepción, incluso tristeza.
-Peter -lo reto Susan.
-¿Caspián? -preguntó el susodicho-. Tu no aceptaste cancelar y aún había tiempo.
-No, todo fue gracias a ti -se defendió Peter-. Si hubieras acatado el plan, los soldados estarían vivos.
-Si te hubieras quedado, como yo sugerir, lo estarían seguro.
-¿Tu nos trajiste lo olvidas?
-Fue mi primer error
-No, su primer error fue creer que eras un líder para ellos -Peter dirigió su mirada hacia Kayla y enseguida se arrepintió. Y es que Kayla mantenía la cabeza baja y aunque nadie la viera, lágrimas mojaban sus mejillas. Porque en el fondo sabia que las palabras de Peter, de algún modo, eran ciertas; pero también en el fondo, esas palabras la habían herido.
-¡Hey! -gritó Caspián, quien al oír lo que Peter había dicho y al ver que se iba, lo detuvo-. Yo no fui el traidor que abandono Narnia -y eso basto para Peter, y es que, Peter no iba a dejar que Caspián le hablara así, menos frente a los Narnianos.
-Ustedes invadieron Narnia -defendió Peter-. Eres un usurpador al igual que Miraz; tu, el, tu hermana, tu padre -dijo Peter si medir sus palabras ni a quien lastimaba-.Narnia estaba mejor sin ustedes -y aunque la pelea parecía terminada, no fue así. En un parpadeo, Caspián, había desvainado su espada y apuntado a Peter; por su parte, el Sumo Monarca, se había defendido con su propia espada. Los hermanos de los rivales y los Narnianos (sanos y heridos) aguantaban el aliento por la disputa que se había formado.
-¡Basta! -todos voltearon a ver a Edmund, quien había dado el grito. El pelinegro ayudaba a Vendaval (uno de los pocos centauros en sobrevivir), quien traía a Trumpkin en brazos. El enano había sido lastimado y ahora se debatía entre la vida y la muerte.
Lucy corrió a su auxilio. Ella, Susan, Edmund y Kayla miraban al enano con nostalgia, su querido amiguito se encontraba entonces agonizando. Lucy dejo caer una gota de la flor de fuego en sus labios. El enano cerró los ojos, pero al instante los volvió a abrir, tranquilizando y alegrando a quienes le rodeaban.
-¿Por qué todos me miran así?, los telmarinos van a estar aquí muy pronto -exclamó el enano al abrir los ojos. Lucy se levanto, su labor estaba cumplida. Pero un brazo la detuvo.
-Gracias, querida amiguita.
Caspián caminaba enojado por los pasillos de la cueva. Había llegado al pasillo con los dibujos de los Reyes de antaño. Nikabrik iba detrás de el, al notar que se dirigía a la mesa de piedra, decidió empezar su plan.
-¿Aun te alegras de haber usado el cuerno, muchacho? -preguntó el enano-. Tus Reyes y Reinas nos fallaron.
-No -respondió Caspián cortante.
-Has perdido la mitad de tu ejército y los otros pronto le seguirán.
-¿Qué quieres? ¿Felicitaciones? -le respondió Caspián, de nuevo cortante.
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Las Crónicas de Narnia: Los telmarinos que salvaron Narnia
Fanfiction"La aventura vuelve a empezar, pero esta vez no estarán solos."