La coronación Maraton 3/3

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A diferencia de la coronación de los Pevensie, la celebración de la coronación de Kayla y Caspián se celebraría en la noche. Pero aun así los nervios se sentían en el aire.

Lucy observaba a todos los Narnianos bailar, mientras tarareaba la canción y movía su pie al compás de la música. Junto a ella Aslan saludaba a todo los nerviosos Narnianos que se acercaban a conocerle.

Edmund parecía disfrutar del banquete, mientras Peter se divertía al ver a su hermano fulminar con la mirada a todos los que sacaran a bailar a Kayla.

Pero no era el único, desde una esquina del salón Susan observaba como las telmarinas, con coqueteos, bailaban con Caspián. Si las miradas asesinaran, la única telmarina que seguiría viva seria Kayla.

Por su lado, Kayla y Caspián se divertían mucho en el centro del baile. Canción tras canción, baile tras baile, pareja tras pareja; hasta la cuenta debían de haber perdido.

La música y el baile continuo, al igual que el tiempo.

Ahora Lucy bailaba junto a Peter, de una manera muy divertida. Aslan y Lucy reían cada vez que Peter hacia un paso tonto y divertido. Edmund acababa de notar la ausencia de cierta pelinegra.

Susan seguía en la misma esquina, pero ahora se encontraba más arrecostada en su silla.

-Me preguntaba si pensabas pasar toda la celebración aquí - una voz en las penumbras hizo sobresaltar a Susan. Voltio hacia donde no llegaba a luz y vio como sus cabellos resaltaban.

-¿Qué mas podía hacer?

-Podías bailar - dijo Caspián mientras salía de las penumbras - Hay muchos telmarinos dispuestos a bailar contigo. -Todos parecen estar dispuestos a bailar con Kayla - mintió Susan. Era la única excusa buena, no podía decirle que con el único telmarino -y muchacho- con el que quería bailar lo tenia enfrente.

-Puedes no parecen tener su atención en ella por estos momentos - miro toda la sala para rectificar que su hermana habia desaparecido de ella.

-SI, pero de todos modos no tengo ánimos de bailar.

-Es una pena.

-¿Una pena? - Susan frunció el ceño - ¿Por qué una pena?

-Porque quería invitarte a bailar - Susan sonrió, para luego tomar la mano del pelinegro.

-Creo que puedo hacer un esfuerzo y bailar contigo - Susan se paro, Caspián tomo su mano y la condujo al centro del baile.

La música guió los pasos de ambos Reyes, a su alrededor todos reían, conversaban y sonreían. Pero Caspián y Susan permanecían en un sepulcral silencio.

-¿No te preocupa no saber donde esta tu hermana? - pregunto Susan, rompiendo el silencio.

-¿No te preocupa no saber donde esta tu hermano? - pregunto Caspián siguiendo el juego. Susan empezó a buscar por la habitación hasta que vio la melena rubia de su hermano mayor - Edmund - corrigió Caspián.

-Caspián, Edmund siempre estará donde Kayla este - dijo Susan con una sonrisa egocéntrica.

-Entonces no he de preocuparme por donde esta mi hermana - termino Caspián.

Ambos se miraron sonriendo, sabían como se sentían sus hermanos pues ellos sentían lo mismo.

Minutos después su sonrisas ya no eran las mismas, poco a poco fueron cambiando hasta una sonrisas involuntarias, pero aun así hermosas. Y es que ambos se habían perdido en los ojos del otro, provocando esas sonrisas y que sus corazones latieran mas rápido.

Las Crónicas de Narnia: Los telmarinos que salvaron NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora