Cap. 5 Él

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~5 días después~

Han pasado 5 días desde la fiesta de Luisa, 5 días desde que casi me asaltan y 5 días desde que lo vi. No le dije a nadie lo de esa noche, porque se preocuparían demasiado, aparte de que no tenia respuesta alguna de lo que había sucedido exactamente. Quería olvidar lo de esa noche pero la intriga de saber lo que era ese chico me carcomía por dentro, también no lo podía olvidar porque siempre había algo que me lo recordaba y es que alguien me persigue desde esa noche, cuando voy a la escuela, cuando salgo con mis amigas o a cualquier lado de la ciudad siempre esta ahí, no lo he podido ver pero se que esta ahí.

Me estaba preparando para salir con mis amigas al cine, hacia tiempo que no veíamos una película las 3. Salí de mi casa con mis audífonos puestos, caminaba entre la multitud del centro de la ciudad con dirección al cine, todo se sentía normal de no ser por una cosa, la sensación de alguien siguiéndome. Gire mi cabeza un par de veces para ver si lograba observar a alguien que seguía mis pasos o algo, lo que fuese, pero todo acto fue en vano porque no vi nada sospechoso, ya empezaba a cuestionarme si estaba loca.

Al llegar al cine vi que no habían llegado mis amigas entonces me senté en un sillón de espera que están en los cines para antes de inicio de cualquier función. Abrí uno de mis juegos del teléfono para esperarlas sin aburrirme, hasta que llegaron Olivia y Emily una a una siento esta última la que fue a comprar los boletos por ser la ultima en llegar, mientras que Olivia y yo fuimos a comprar palomitas y refrescos. La película estuvo muy buena, era de comedia y vaya que nos reímos mucho las 3, duró poco mas de hora y media. Una vez acabada la función caminamos por el centro de la cuidad hasta que nos dimos cuenta que ya era noche y cada quien se fue a su casa porque al ser entre semana ninguna tenia el permiso de llegar muy tarde a su casa.

Había salido del metro y cansada ese sentimiento de ser vigilada me metí a un callejón cercano a mi casa y dispuesta descubrir lo que estaba pasando comencé a preguntar a la nada.

-¿Quien eres? ¿Por qué me persigues?- repetí estas mismas preguntas varias veces sin obtener respuestas -No me voy a ir de aquí hasta que salgas- fue en es momento que él apareció.

Bajó del techo de un edificio, era igual a lo que recordaba, sus hermosas alas negras, su vestimenta negra y el hecho de no poder ver la mitad de su rostro por ser cubierto por la capucha de su sudadera.

Una vez ahí, teniéndolo de frente a mi dude en si seguir preguntando o en salir corriendo, pero agarre la valentía de no se donde y le volví a preguntar.

-¿Quien eres?- mi voz se escuchaba temblorosa

-Me llamo Iker- imponente, así describiría su voz

-Deja de seguirme- le grite y el negó con la cabeza -¿Por qué no?

-Solo quiero tu bien

-¿Por qué?

-¿Debo tener alguna razón para querer proteger al alguien?- se hizo el burlón

-Claro que si- era obvio que debería de tener una razón y yo iba a hacer que me dijera esa razón

Un fuerte estruendo se escucho a lo lejos, era una clara señal de que muy pronto comenzaría a llover, y dicho y hecho, no pasaron ni 30 segundos para que la primera gota cayera sobre mi.

-Ven, debemos cubrirnos de la lluvia- Iker trato de agarrar mi brazo pero yo rápidamente quite mi brazo de su agarre en un movimiento brusco.

-No me toques- le advertí

-¿Que? ¿No confías en mi?- se cruzo de brazos

-Por supuesto que no- se escuchaba claramente mi enojo

- Bueno, ven conmigo y responderé todas tus preguntas- su propuesta me tentaba pero no iba a aceptarla así de rápido

-No te creo nada

-¿Por qué? ¿Piensas que te haré daño?, si eso quisiera ya habría pasado- tenían sentido sus palabras, a juzgar por lo sucedido del callejón, él chico era muy fuerte por lo que ya me hubiera hecho daño si eso quisiera

-Esta bien- accedí, solo porque realmente quería tener las respuestas a todas mis preguntas.

Iker me llevo al sótano de un bar que había por el centro de la ciudad, a decir verdad no estaba tan mal, de hecho era acogedor y cómodo como para ser un sótano. Al llegar me dio una toalla para secarme.

-Gustas chocolate caliente o café- me pregunto Iker

-El chocolate estaría bien, por favor

-Ahorita regreso- inmediatamente salió del sótano

Me quede sola ahí abajo, divise alguna salida o ventada en caso de emergencia, aunque ya no me parecía tan malo, pero igual no lo conocía y preferí estar preparada aunque si soy sincera el me resultaba mas amable de lo que pensé en un inicio.

Una vez seca me senté en un sillón individual el cual estaba muy cómodo e inesperadamente me quede dormida, así sin mas. 

ÉL ME CUIDA, Y VIENE DEL INFIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora