Estaba en mi cuarto viendo una película de comedia romántica, mire el reloj de mi celular y vi que marcaba las 5:00 pm, así que me levante de mi cama para comenzar a prepararme para la fiesta de Ulises. Busque todo lo que me iba a poner para después dirigirme a el baño dispuesta a bañarme. Me quite el collar (porque quería dejar descansar mi cuello un rato) dejándolo a un lado de el lavamanos, puse música y me metí a la regadera. Me tome mi tiempo pensando en cosas varias, y luego de un gran rato de estar cantando y bailando salí de la regadera dando por terminado mi baño.
Me seque, me cambie, me puse mis tenis, para después ponerme mi collar el cual no encontré. Lo busque por todas partes, estaba confundida porque estaba segura de que lo había dejado a un lado del lavamanos, y para no perder mas tiempo me cepille el cabello para para luego buscarlo en mi cuarto. Salí de el baño y al entrar a mi cuarto vi mi rosa (la que Iker me había dado) tirada en el piso quemándose. Corrí hacia ella y trate de agarrarla pero no pude por lo caliente que esta estaba.
-Buscabas esto- me puse nerviosa y me pare, voltee con rapidez viendo a alguien sostener mi collar, había escuchado su voz antes y al verlo a la cara supe que lo había visto en alguna parte, pero no sabia en donde.
El caminó hacia mi, trate de hacerme para atrás pero no pude, no tenia control sobre mi cuerpo. Él se acerco hasta que quedamos frente a frente, bajo su mirada y acaricio mi brazo con las yemas de sus dedos, luego subió su mirada y paso su mano por mi cara sin llegar a tocarme haciéndome caer en un profundo sueño al instante.
Abrí mis ojos, los sentía pesados, y me sentía mareada, veía todo borroso, me tomo un tiempo en reaccionar con lo que pasaba en mi alrededor. Mire hacia enfrente y vi a Iker y Áaron amarrados de pies y manos en la pared, estaban todos golpeados, ensangrentados e inconscientes, trate de correr hacia ellos pero no pude, estaba de rodillas en el piso amarrada con cadenas que me impedían mover mis brazos y piernas, trate de zafarme pero era imposible.
-Por fin despierta la princesita- la voz de alguien proveniente de lo que alcance a divisar que era una puerta se escucho en aquel lugar, y no se encontraba solo, pues venia acompañado por otros dos hombres.
Estos se pusieron atrás de mi. No se les podía ver la cara, ya que tenían túnicas largas de color negro las cuales tenían una especie de gorro lo que les cubría toda la cara y no dejaba ver nada.
-¿Quiénes son?- necesitaba una pista de lo que estaba sucediendo
-Somos el miedo miedo mismo, los que damos temor con el simple hecho de mencionarnos, nosotros somos Demonios- me aterre de inmediato
-¿En donde estoy? ¿en el infierno?- pregunte temiendo la respuesta
-No seas tonta, ningún humano puede entrar a el infierno mientras este vivo, pero no te preocupes muy pronto estarás ahí, nosotros nos encargaremos de eso- una lagrima cayó por mi rostro por el miedo que causaron esas palabras -Todavía no llores, que no hemos empezado- volvió a hablar mientras limpiaba la lagrima de mi rostro con uno de sus dedos ásperos.
Se volvieron a ir esos tres demonios, estaba aterrada, trataba de zafarme de esas infernales cadenas pero no podía.
Cuando la desesperación llego a mi comencé a llorar como una pequeña niña, solo pensaba en lo peor. Tenia mi cabeza baja, y los únicos sonidos que se escuchaban en aquella habitación eran los sollozos de mi llanto.
Un rato después escuche quejidos, mire hacia enfrente y vi como por fin despertaban Áaron e Iker. Áaron me miro, trato de ir por mi pero no pudo, me miro asustado y vio como Iker todavía no reaccionaba, tenia una mirada de pánico, y cuando Iker se dio cuenta de en donde estábamos y como estábamos tubo la misma cara de pánico que Áaron, una cara de miedo y tristeza, ellos parecían entender lo que sucedía lo que me dejaba a mi sin saber nada de lo que esto se trataba.
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ÉL ME CUIDA, Y VIENE DEL INFIERNO
Mistério / Suspense-¿Quien eres? ¿Por qué me persigues?- repetí estas mismas preguntas varias veces sin obtener respuestas -No me voy a ir de aquí hasta que salgas- fue en es momento que él apareció. Bajó del techo de un edificio, era igual a lo que recordaba, sus her...