Capitulo 1

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Narra Camila.

*Beep beep be-*

Apagué el despertador y resoplé. Otro día más de clases, de las malditas y asquerosas clases. Me levanté muy somnolienta, ya que, el día anterior, me había quedado hasta tarde hablando con Mar. ¿Qué quien es Mar? Pues la única persona sobre la faz de la Tierra que me entiende, y que me hace feliz, básicamente.

Bien, la historia es así, conocí a Mar por Internet, de hecho, todavía no la he visto, pero estamos haciendo planes para ello. Nos conocimos en una página web de chicas lesbianas y empezamos a hablar. Ella me contó que era muy popular en su escuela y por eso se sentía algo cohibida a la hora de manifestar su sexualidad, y entonces recurría a ese tipo de paginas. Yo le dije que simplemente no veía el momento para decirlo todavía, que quizá les diría a mis amigas primero o algo así... Lástima que no tuviera ninguna amiga a quien contárselo. Y esa era la verdad, no he tenido ninguna amiga desde que mi familia y yo nos mudamos a Miami, desde México.

Cuando llegué a penas podía hablar inglés fluidamente, y eso llevó muchas burlas. Poco a poco me dio más vergüenza hablar, ya que cada vez que lo hacía se reían de mi pronunciación, así que un día dejé de hablar. Estúpido, ¿verdad? Bueno, solo tenía once años.

Al dejar de hablar me volví invisible durante el primer año de instituto, pero luego los "populares" del lugar empezaron a tomarla conmigo. Ya no era solo sobre mi pronunciación, era por todo, absolutamente todo.

Por suerte no soy una persona influenciable, está claro que no me agrada que hagan eso, pero intento no creer nada de lo que dicen. Si lo hiciera, probablemente estaría en una profunda depresión. Me mantengo fuerte, y este año todavía más. Es mi último año y tengo que aguantarlo como los anteriores.

Pero toda esta historia obviamente no se la he contado a Mar, es vergonzoso. Le conté que mi grupo de amigas es pequeño y que no era popular, solo normal... ¡Ojala!

Y bueno, aquí estaba yo, preparándome para ir a clases. Después de asearme, vestirme y desayunar, me dirigí hacia el instituto en mi coche. Como siempre tenía mi ritual de, durante el trayecto escuchar música y alegrarme un poco, la música siempre cambiaba mi humor a uno mejor. Llegué y aparqué, pero me mantuve dentro del coche, ya que era algo temprano todavía. Miraba la gente en el parking, grupos de amigas riendo, abrazándose, encajando perfectamente... Me preguntaba que se sentiría tener amigos, a duras penas podía recordar mis amigos de México. Hundida en mis pensamientos mi móvil empezó a vibrar y automáticamente una sonrisa se dibujó en mis labios, solo podía ser ella. Aunque también podría ser la compañía de mi teléfono.

Mar: ¡Buenos días a la más bonita de Miami! :) Con muchísimas ganas de verte... Creo que ya es hora de dar el paso, ¿no?

Sonreí. Definitivamente no era la compañía telefónica.

Camila: Buenos días a la más preciosa del mundo, y sí, estoy de acuerdo contigo, solo estoy algo nerviosa...

Y lo estaba, mucho. Ella era preciosa y yo... bueno, yo no.

Mar: No lo estés, nada puede ir mal, me tienes hasta el cuello Mila... Y lo sabes.

Ella siempre decía que yo le encantaba, mi personalidad, mi físico... Me volvía loca que me lo dijera, porqué yo me sentía igual respecto a ella. Me fascinaba.

Camila: Yo también estoy hasta el cuello por ti, me gustas mucho...

Mar: Dios Mila... necesito verte YA. No sabes la falta que me hace besar esos labios que tienes... Quiero saber como hueles, ¿es eso raro?

Falsa coraza (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora