Capítulo 16

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Narra Lauren

Aquella mañana esperaba a Camila fuera de su casa. El tiempo refrescaba un poco, pero la temperatura era agradable. Me gustaba el frío.

La puerta de la casa se abrió, y en seguida me sentí nerviosa. A fin de cuentas, Camila había visto como me abofeteaba mi madre. Había visto a Clara Jauregui en estado puro. Pero, en cambio apareció su madre sacando la basura. No sabía qué cosa me ponía más nerviosa.

-Buenos días... -dije nerviosa.

-Vaya, buenos días. -la mujer me sonrió y eso me calmó un poco. -Camila no tardará en salir.

-De acuerdo, muchas gracias. -asentí.

La mujer dio media vuelta, pero a medio camino volvió a girarse hacia mí.

-Me alegra mucho que hayas cambiado por mi hija. Me ha hablado de ti, se nota que te aprecia. -me sonrió. -Has sido muy persistente, y lo has logrado. Es admirable, teniendo en cuenta lo cabezota que es Camila. -las dos reímos por su broma.

-Gracias... La verdad es que Camila es una de las mejores personas que he podido conocer. -admití con timidez. -Y lo siento por darme cuenta tarde...

-¿Ya estás con las disculpas? -Camila salía muy sonriente de su casa. Sonreí también.

-Sí, últimamente se ha convertido en mi pasatiempo. -Ella rió llegando a mi lado.

-Lo sé, pero deberías dejarlo. -se giró hacia su madre. -Adiós mamá. -dijo en español.

-Adiós señorita Cabello. -dije en el mismo idioma.

-¿Hablas español? -preguntó sorprendida, ya de camino al instituto.

-Mucha gente en Miami lo hace, no sé de qué te sorprendes. -me encogí de hombros.

-Me preguntaba lo mismo cuando os reíais de mi acento cuando llegué aquí. -y no fue una acusación, fue dicho con algo de tristeza.

-Fue porque éramos idiotas, y la tomamos contigo. -ella sonrió mirandome, y yo la seguí. -Tengo que reconocer que me pareciste muy tierna la primera vez que te oí hablar, pero ya sabes... Fui estupida, y me deje llevar...

-No importa, eso está olvidado.

-Bueno, pero quería aclarártelo.

-Creía que no vendrías hoy, ni nunca más. -cambió de tema.

-¿Por qué?

-Por... por lo de tu madre. Ella te dijo que no fueras más mi amiga. -se encogió de hombros, nerviosa.

-Está loca, no voy a hacerle caso. -dije sinceramente.

-Pero es tu madre, no quiero que tengas problemas por...

-Camila, me da igual mi madre. De hecho, no me podría dar más igual. -me sinceré. -Ella y yo somos como el agua y el aceite. La quiero, pero hay cosas que no toleraré. Una de ellas, que te falte al respeto. -sonrió, pero todavía había culpa en sus ojos.

-Lo siento por dejarte ayer sola cuando... bueno...

-No podías hacer nada... -esbozé una pequeña sonrisa. -No pasa nada, no me afecta.

Falsa coraza (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora