Capitulo 6

58 2 0
                                    

Narra Camila.

Llamaron a la puerta de casa y fui directa a abrirla. La verdad estaba demasiado nerviosa, ya que, Mar quería llevarme a conocer a sus amigos ese día, y yo no era precisamente la reina de las artes sociales. Me había arreglado para la ocasión, no mucho, pero si lo suficiente como para dar una buena impresión.

-Hola Mila. -dijo Mar algo nerviosa cuando abrí la puerta.

-Hola, ¿pasa algo? -pregunté y ella asintió tímidamente.

-¿Puedo pasar? -su tono era algo serio, así que me asusté un poco.

Me eché a un lado de la puerta para dejarle espacio, y ella entró y saludó a mis padres. Luego subimos a mi habitación.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo... me apetece estar solo contigo. ¿Podemos quedar con mis amigos otro día?

Me decepcioné un poco, ya que Mar no me estaba pareciendo del todo sincera. Parecía que escondía algo más, lo veía en su nerviosismo.

-¿No te atreves todavía a decir que eres lesbiana? Puedes presentarme como tu amiga, así sería más fácil para ellos asimilarlo luego... -sugerí.

-No, da igual, cuando tenga que hacerlo, lo haré bien. De momento quiero esperar. -asentí y ella me abrazó. En el fondo sabía que ella no estaba siendo honesta conmigo, pero no quise darle más importancia. -¿Te apetece ir al centro comercial a dar una vuelta? -y simplemente, asentí con una sonrisa.

**


Narra Lauren.

-Ey, chicos, vayamos a la tienda de música. -pedí.

-No, Laur, aquí estamos bien. -contestó Nico acomodándose en mi hombro. Estábamos sentados en un banco del centro comercial, Nico, Max, Emma y yo.

Resoplé y miré la tienda de música con frustración. "Hasta otro día." pensé. Me quedé colgada, con la mirada fija en la tienda, ignorando la conversación de mis amigos y sin pensar en nada, pero mi corazón se aceleró cuando vi a Camila, de la mano con la chica de la otra vez, su novia supongo. No sé por cual estúpida razón, tuve miedo de que mis amigos la vieran y se llevarán peor con ella. Sí, definitivamente me estaba volviendo idiota últimamente.

Mis nervios aumentaron cuando las vi acercarse hacia nosotros, así que sin pensar, actué.

-¡Hey! -exclamé levantándome de golpe, haciendo que todos me miraran, incluso Camila, que se heló al vernos. -tengo... tengo una idea. -no tenía ninguna, debía improvisar. -vayamos a jugar a los recreativos, ¿si? -La sala de juegos quedaba al otro lado de donde ellas estaban así que, evitaríamos problemas.

Ni siquiera se por qué lo hice, solo sé que en aquel momento, nos estábamos alejando todos de ellas. Dándole a Cabello la preciada tranquilidad que siempre pedía y yo siempre le negaba.

**


Narra Camila.

En el momento en que la mirada de Lauren se cruzó con la mía, sentí que todo se iba a la mierda, que mi vida se iría a la mierda. Lo di todo por perdido en ese momento, sentí mis piernas flaquear y mis manos ponerse terriblemente sudorosas. El corazón por poco se me salía del pecho, pero no podía moverme, me había quedado allí, estática.

Para mí sorpresa, Lauren y sus amigos se levantaron, y caminaron en dirección opuesta a la nuestra. ¿Es que acaso ella no me había visto en realidad o qué acababa de pasar allí? Fuese lo que fuese, me hizo soltar un suspiro de alivio.

Miré hacia mi derecha, esperando la mirada interrogativa de Mar. Me imaginé un "¿por qué estan tus manos tan sudadas?" o "¿por qué hemos parado en seco si estábamos andando hacia la tienda de música?" Pero me sorprendí al verla totalmente ajena a todo lo que acababa de ocurrir, parecía ida, como en su mundo.

Mentiría si dijera que esto me tenía totalmente sorprendida, ya que, ella llevaba una semana así. Extraña.

-¿Que te pasa? -pregunté, aunque me aterraba su respuesta, por eso no la había hecho hasta ese momento.

-¿Qué? Mmm.. Nada Mila, ¿porqué? -me dio una sonrisa que hasta yo supe reconocer que era forzada.

-No me mientas, hace días que estás rara... Estás distante conmigo. -devolví.

Ella soltó el agarre de mi mano, y se paso las manos por el pelo, frustrada. Cada vez tenía más miedo, no quería estar sola otra vez.

-Estoy confundida. -soltó.

-¿Qué? ¿Es por mí? Puedo mejorar, yo... yo... sé que no soy la más cariñosa, pero puedo serlo... -perdiendo el amor propio, parte uno.

-No es eso... -me interrumpió.

-¿Entonces? Dímelo, te juro que haré lo que sea para mejorar... Yo solo quiero estar contigo. -cogí su mano, pero ella me la apartó. Perdiendo el amor propio, parte dos.

-Yo... lo siento Mila. -fue lo único que dijo.

-No, no, no, no... -estaba desesperada, el simple hecho de perderla, significaba la soledad absoluta otra vez. -¿Por qué lo sientes? Tu... tu has hecho todo bien, soy yo la que falla aquí, pero cambiaré, te lo prometo. -perdiendo el amor propio, parte tres.

-No es sobre ti, es sobre mí. -la miré en silencio, esperando a que siguiera. Después de unos eternos segundos y un largo suspiro, soltó la bomba. -Creo que me precipite al decir que era lesbiana. Fue una cosa del momento... -mi corazón se agrietó.

-No, no puede ser... Tu... yo... llevamos casi dos meses de relación. Me dijiste que querías hacer el amor conmigo... -finalicé con un susurro, aguantándome las ganas de llorar.

-Hay un chico... -mi corazón se rompió definitivamente. -él me atraía mucho, y no sabía que me pasaba. Te pedí que tuviéramos sexo, solo para aclarar mi mente... Estaba muy perdida. Pero creo que no...

-No, qué.

-No... No me gustan las chicas Camila. Me confundí. -no podía hablar, si hablaba lloraba y no quería darle el gusto. Tenía un gran nudo en la garganta que dolía como un cuchillo, clavándose justo ahí. -Te quiero mucho, de verdad, pero como amiga, no... no me atraes.

-No. -conseguí decir. -tú no me quieres. Si me quisieras no me hubieras intentado utilizar para aclarar tus dudas, me lo habrías contado y yo te hubiera entendido.

-¡No sabía que hacer! -exclamo exasperada. -De todos modos eso no llegó a pasar.

-¡Por qué yo lo evité! -todo el dolor se transformó en rabia, y la rabia tenía que salir. -Si yo no hubiera dicho que no, me hubieras utilizado para luego irte con ese chico.

-Perdóname, joder. No quería hacerte daño.

-Pues lo has hecho, me has ido por las espaldas. -mi tono era de enfado, de decepción, de rabia, de tristeza... -Dime... ¿te besaste con él estando conmigo? -silencio. Quien calla, otorga. -¿hiciste el amor con él? -su mirada bajó al suelo. Ya tenía suficiente. -Muy bien, no quiero volverte a ver. -y con esto dicho, desaparecí del lugar, ignorando sus gritos detrás de mí para que me detuviera.

Tenía el corazón roto, volvía a estar jodidamente sola. La vida me había sonreído un poco, pero ya me extrañaba a mí que no viniera con una desagradable sorpresa, como siempre hacía. Y bueno, allí estaba mi sorpresa. Resulta que la chica con la que chateé durante horas, con la que tuve mi primer beso, mi primera cita, mis primeras caricias... resulta que esa chica, nunca me quiso. Yo solo fui su confusión. Yo solo era una jodida confusión.

Me sentía devastada, sola, engañada... Tan estúpida por creer que una chica como ella, estaría con una chica como yo...

Pero no, no lloré. Porqué yo era fuerte.

O eso creía.







Falsa coraza (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora