Capítulo 25

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[fetus nosh en la multimedia]

Chicos! Lo siento volví a re-subir el capítulo porque no me aparecía completo! No sé si a ustedes sí les apareció completo (?) Si sí, disculpen por re-subir y gracias! Lo siento

—Josh, viene alguien por el pasillo— dijo niall en un susurro.

El de bata blanca aguzó el oído, comprobando que varios pares de pies se acercaban relativamente aprisa hacia su posición. Lo peor de todo es que era claro que se acercaban desde ambos extemos de los corredores. Estarían rodeados. ¿Acaso Zayn había perdido la batalla en los pisos inferiores? Seguramente el moreno lo mataría si lo escuchaba dudando de él. Seguramente algunos intrusos lograron escabullirse por alguno de los muchos pasillos y corredores de la gigantesca mansión.

Sólo eran unos pocos. Quizá unos quince en total. Miró al rubio, quien lucía tranquilo en su expresión, pero se notaba la intranquilidad en sus ojos.

—Niall, entra con Harry y sácalo de aquí lo antes posible, yo...— pero su orden fue interrumpida por un delgado dedo que se posó sobre sus labios.

—No, Josh. No te dejaré aquí. Harry sabe lo que debe hacer, yo te ayudaré a eliminar esos bastardos— sonrió, dejando a Josh sin aliento.

Él sabía que no podría hacer nada para hacerle cambiar de opinión, por lo que simplemente asintió. Atrajo al rubio a su cuerpo y apretó sus labios contra los suyos y sin mirar atrás se alejó por el pasillo con una arma entre las manos.

Niall corrió hacia el lado contrario. Estaba completamente desarmado. Pero eso no era sino una ventaja para el joven rubio. Hacia tanto tiempo que no sostenía una pelea real que la emoción tenía su corazón latiendo al tope. Caminó un poco más, doblando a la izquierda cuando los vio.

Eran siete sujetos. Todos parecían estar armados hasta los dientes. Niall cambió su expresión de su típica mueca sonriente a una cara inescrutable, como si de una piedra se tratara. Los tipos lo miraron apuntándole rápidamente, pero, al notar que no tenía ninguna especie de arma, bajaron los cañones.

—¡Oye idiota!—escupió el más mala cara de ello —¡Estamos buscando a Harry Styles! ¡Llévanos hasta él o terminarás como coladera!

Niall tuvo que hacer un gran esfuerzo para contener las carcajadas. Era la amenaza más estúpida que había escuchado en toda su vida. Y vaya que lo habían amenazado bastante. Se acercó a paso lento hacia el grupo de hombres que le apuntaron nuevamente. Él, con una sonrisa radiante en el rostro, levantó las manos.

—No le dispararían a un chico desarmado, ¿O, sí?—

—¿Quieres probar?—
respondió uno que llevaba un pasamontañas cubriéndole la cara.

—Claro que no— respondió, caminando a paso seguro con la sonrisa ensanchándose cada vez más en sus labios.

Se acercó lo suficiente como para que el arma del tipo rozara su pecho. El resto de los hombres desviaron la vista de forma instintiva hacia el punto donde le metal y la tela hacían contacto.

Un respiro.

Le tomó un sólo respiro noquear al chico pasamontañas. Los otros seis quedaron perplejos ante el cuerpo inconsciente de su compañero. Niall siguió con lo suyo, entra más lenta fuera la reacción de su adversario, más sencillo era derribarlo.

Estrelló su pie sobre el pecho de uno, que salió proyectado hacia la pared, sofocándose al instante. El hombre a su costado derecho recibió el mismo trato. De un manotazo desarmó al cuarto, propinándole con velocidad cegadora un codazo en la sien.

Los tres que quedaban alzaron sus armas. Pero Niall, al ser un maestro en tantas artes marciales, tenía tanta velocidad y fluidez en sus movimientos que, tan pronto como llevaron sus dedos al gatillo, el rubio golpeó las manos de dos de los hombres, haciendo que sus armas cayeran lejos.

El tercero le disparó. Niall con un salto pegó el cuerpo a la pared aledaña, esquivando apenas el tiro. Pateo la rodilla de uno y golpeó la garganta de otro dejándolos fuera. El malacara era el único que quedaba, sosteniendo su rifle tan fuerte que sus dedos se ponían blancos.

Se notaba al asombro en sus ojos. Él había pensado que esa misión sería pan comido. Que podrían recuperar al rizado de ojos verdes del que todo el mundo hablaba y ganarse el favor de Liam Payne. Pero ahora se topaba con ese tipo, que sin necesidad de un arma había aniquilado a sus compañeros en cuestión de minutos. Era ridícula su velocidad. Cuando entró en eso nadie le dijo que tendría que lidiar con tipos como este.

—¡Te... ¡Te mataré!— gritó el hombre, arrojándose con toda su fuerza hacia el cuerpo relativamente pequeño de Niall.

Niall sonrió. Con la palma abierta golpeó su nariz. quebrándola al instante. El grandulón gritó, lanzando un puñetazo al zar. El rubio tomó su muñeca y, con una fuerza insospechada, lo arrojó sobre el aire, tumbándolo dolorosamente al piso.

Rió. Niall se estremeció al escuchar aquella risa profunda y casi maniaca que provenía de aquel hombre derrotado. Lo miró atentamente.

—Ellos ya deben estar ahí— dijo el tipo, apretando el tabique sangrante de su nariz.

—¿Qué?— respondió Niall, aún con los vellos de punta.

—Mis jefe ya debe estar sacando al estúpido modelo de aquí— y volvió a reír.

Los ojos de Niall se abrieron desmensuradamente al tiempo que sus piernas se trasladaban hasta el cuarto donde Harry estaba. El rubio sabía que no podía fiarse de lo que ese loco decía, pero debía asegurarse. Corrió por el pasillo que le pareció más largo que nunca.

Abrió la puerta de golpe, encontrando a Harry forcejando con un chico de cabellos lilas que lo arrastraba hacia el ventanal. Al lado un tipo de mayor estatura. Escuchó pasos apresurados del otro lado del pasillo. Niall divisó a Josh y Zayn corriendo hacia su posición.

Pero Niall sabía que si no hacía algo, en ese mismo instante, lograrían llevarse a Harry. Y eso jamás de lo perdonaría. Miró a los hombres que, a pesar del paso rápido al que se movían, no llegarían a tiempo a la salida.

A Josh se le heló la sangre al verlos, corrió más rápido pero el pasillo parecía alargarse un metro por cada paso que ellos daban. Niall llegó antes a la puerta de la habitación y entró, ignorando los gritos de Josh que le ordenaban esperar.

El rubió entró como un rayo a la habitación. Liam estaba tan ocupado dictando órdenes por su aricular que no se dio cuenta de la presencia del intruso hasta que fue muy tarde. Niall le asestó un puñetazo en pleno rostro, fue tanta la fuerza del impacto que logró arrojarlo sobre la cama, probablemente fracturandole la nariz, ya que sangraba demasiado.

Miró al chico pelilia que había dejado de forcejar a Harry para ver perplejo la escena. Fue como si los ojos del rubio captaran todo en cámara lenta. Vio como aquel chico transformaba su rostro en una mueca de coraje, con los ojos dilatados de furia, preparándose para atacar.

Niall no pudo hacer nada ante la rapidez de aquel mounstro que lo tomó del cuello,y alzándolo a varios centímetros del suelo, le disparó más de seis veces en el tórax, al tiempo que gritaba rabiosamente "No toques al capitán"

Niall quizo gritar, pero la enorme mano en su garganta no se lo permitió. Dolía demasiado, comenzó a ver borroso aunque no estaba seguro si era por la falta de aire o por la masiva pérdida de sangre que estaba teniendo.

Sus lágrimas llenaron su rostro, mojando también la mano que le estaba arrebatando la vida. Escuchó los pasos cada vez más cerca y antes de desvanecerse del todo, un último suspiro escapó de su oprimida garganta...

No mires, Josh...

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